De la muerte del CB Granada al Mundial

Granada espera ingresar unos quince millones de euros este año gracias al mundial de baloncesto, en el que nuestra ciudad será sede de la selección española. Esta es la noticia, ilustrada con una fotografía en la que nuestro alcalde aparece centrado frente al trofeo que se disputarán los equipos. Es cierto que trabajar de político, sobre todo cuando se hace las 24 horas del día, supone estar a las duras y a las maduras. En principio esta debiera haber sido una de las fotografías maduras, de esas que cualquier alcalde quisiera hacerse. Sin embargo, entiendo que Torres Hurtado no debe estar muy feliz por la cosa, y no ya por los más de dos mil millones de pesetas que la ciudad y el área metropolitana puedan ingresar por este evento. Más bien por lo poco que le interesa a él el baloncesto, tal y como vino a demostrar hace tres años al dejar caer de forma dolorosa (para los miles de aficionados granadinos) al equipo local, que fue el que dio lugar a que la ciudad sonara en este mundo de la pelota, al que nuestro alcalde se acercaba cada vez que había que ponerle una medalla a alguien en el infrautilizado desde entonces Palacio de Deportes. Aquello murió, y tuvo un sepulturero, y siendo cierto que el ayuntamiento no cumplió con su compromiso económico con el CB, por las circunstancias que todos sabemos, con la crisis por medio, no es menos cierto que bien podía haber hecho algo más que certificar el entierro del Club, con unas mínimas miras de futuro, como este que se presenta este año, pues en aquellos momentos el ayuntamiento tuvo que pagar los cientos de millones de pesetas que eran precisos para traer ahora estos partidos aquí, con los problemas que hubiera y que se entre leen de la información sobre el destino en este mundial de la roja, problemas que hicieron que Málaga y Sevilla intentaran quedarse con el pastel (gracias a un granadino, seguramente, aquello no ocurrió). El caso es que se cambió un equipo de ACB por unos partidos de alta élite. No nos callamos entonces, y ahora acudiremos, si es posible, a animar a la roja, porque en esta ciudad el baloncesto gusta, y mucho, y además, como dicen hoy, deja dinero, y no poco. Lo lamentable es que los que ahora se beneficiarán económicamente de este Mundial no estuvieran al quite hace tres años para salvar a nuestro equipo. Y es que parece que a veces solo se está para las maduras, como la foto en la que aparece nuestro alcalde junto a un trofeo que a lo mejor se queda en España, no como el CB que desapareció por culpa de algunos, con nombres y apellidos, que sin embargo siguen disfrutando de lo mejor, incluidos seguramente, estos partidos de nuestra selección. Se lo han ganado bien mientras Granada perdía.

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