La Alhambra (1923)

Desde la Alhambra ¿recuerdas?

ir desuniendo un sonido

total donde cada barrio

pone un acento distinto

[…]

Tan sola, siempre tan sola

y la nieve de la sierra

 te está vistiendo de novia.

Recordamos con estos versos del poeta Luis Rosales, la cotidianidad que tuvo con la Alhambra durante su infancia. Y es que la Alhambra no deja de seducirnos e inspirarnos con su arquitectura, espacios y jardines, siempre que la visitamos. La Alhambra, tal y como la conocemos actualmente, le debe mucho al arquitecto Leopoldo Torres Balbás.

Con ello destacamos la gran iniciativa impulsada por María del Mar Villafranca, directora del Patronato de la Alhambra y el Generalife, de conmemorar el año próximo el 90 Aniversario de la llegada del arquitecto-restaurador Leopolodo Torres Balbás al conjunto monumental. Durante 2013 se realizarán exposiciones, conferencias, edición de publicaciones y ciclos de seminarios en torno a una de las personalidades más brillantes de la historia contemporánea.

Restaurador-arquitecto, gran investigador, tuvo una visión histórica de la ciudad hispanomusulmana (hacia el pasado y hacia el futuro). Sus intervenciones nos muestran un conocimiento y rigor técnico en la construcción, así como una sensibilidad notable en la interpretación de la arquitectura árabe.

La Alhambra, «maltratada» y manipulada durante siglos por diversas intervenciones fantasiosas que llevaron no sólo a la pérdida del estilo arquitectónico propio de la arquitectura árabe, sino también a la desconfiguración de los espacios y tipologías que la conforman. Ayudado también por los viajeros románticos, que describieron un panorama que evocaba las «1001 Noches» mediante relatos y grabados realizados durante el S.XVIII, como Washington Irving, Eduard Gerhardt o John Frederich Lewis.

Patio de los Arrayanes (dibujo de John Frederich Lewis)

La Alhambra necesitaba por tanto la labor de una persona investigadora y con conocimientos constructivos suficientes que pudiese devolver al conjunto palaciego a un estado previo y consecuente con las técnicas constructivas de la época en la que se había ejecutado y poner en valor una arquitectura de la que poder aprender en el futuro. La encontró en la figura de Leopoldo Torres Balbás, quien siempre había mostrado gran interés por el estudio y la investigación de los edificios históricos y quien se había interesado por los conceptos de la restauración monumental.

Durante trece años desarrolló Torres Balbás una intensa actividad en la recuperación del patrimonio granadino. Entre las muchas actuaciones se encuentran labores de consolidación del monumento, junto con intervenciones de restauración sin caer en la falsficación.

De entre las innumerables actuaciones, citamos la llevada a cabo en el Mexuar, en la que se dispuso la nueva entrada a la Casa Real y desmonte del altar existente, restitución de solería y consolidación de techos y yeserías. Se eliminaron tabiques situados sobre esta sala y a su vez se abrieron huecos (balcones), los cuales habían sido tapiados.

Habitaciones de los Gobernadores, proyecto de restauración (1929)

El Patio de los Arrayanes sufrió diversas actuaciones, como el desmontado de la cubierta (para reconstruir las armaduras y la cubricción), eliminación de una escalera y restitución de las bóvedas tabicadas, limpieza de muros, restitución de solería y alero sobre la fachada del Cuarto Dorado; en lo concerniente a la nove occidental. Mientras que en la nave oriental se desmontó la estructura de la cubierta para realizar otra de mayor inclinación, se consolidaron aleros y sustitución del arco que da acceso al Patio de los Leones (entre algunas actuaciones más).

Patio de los Arrayanes

Y es que si hoy podemos contemplar y disfrutar de la Alhambra que conocemos, se lo debemos a Leopoldo Torres Balbás por su labor de investigación y restauración que llevó a cabo durante este tiempo  (1923-1936).

PD: Torres Balbás, como dice el arquitecto y profesor Antón Capitel: fue «invitado» por Eugenio D’Ors (Jefe del Servicio de Monumentos y posteriormente Director General de Bellas Artes) a dimitir como Arquitecto Conservador de la Alhambra y se le nombra Conservador de la Catedral de Sigüenza. Quizás el carácter de libre pensador republicano, aunque sin actividad política, influyó en ello…

Fue cesado el 25 de agosto de 1936, siendo sustituido por Francisco Prieto-Moreno.

 

.Bibliografía:

La Vida y la Obra de Leopoldo Torres Balbás

Alfonso Muñoz Cosme (Consejería de Cultura – Junta de Andalucía)

La Alhambra que fascinó a los Románticos

Cristina Viñes Millet (La Biblioteca de la Alhambra)

La Alhambra. Luis Rosales

Patronato de la Alhambra y Generalife

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