HABLÓ LA UNGIDA

No sé si ha influído el Rocio Chico, la ola de calor que nos azota o la presencia de los barcos ingleses, pero lo cierto es que ha abierto la boca la ungida, ya era hora, para cerrar filas con el gobierno de España en el extraño caso de Gibraltar. Griñán sigue en paradero desconocido y el ministro principal del peñón está en el infierno congelando calderas luciferinas con turrones de hormigón. Picardo viene de picardía.