Vaya con la Abaya

Tenemos un Rey, que cojea, pero que se apoya en el bastón de la dignidad del primer español que abre caminos comerciales, allá donde se presume que puede haber negocio seguro y de nivel para insuflar oxígeno a nuestras empresas tan necesitadas de producir en tiempos de sequía industrial.

Sería injusto obviar las hojas de ruta que marca el gobierno con acertados destinos, pero también sería injusto no reconocer el alto nivel de reputación de don Juan Carlos en todo el mundo donde goza de considerable prestigio como mandatario que supo armonizar, de manera inteligente y plural, a una sociedad que se acostó con la dictadura y se levantó con la democracia de manera ejemplar. Continuar leyendo →

Corrección

Llama poderosamente la atención el que algunos ministros y ministras europeos, de distinto signo político, estén siendo escrupulosamente exigentes con la conducta estética de los funcionarios a su cargo. Es decir que, como la mujer del César, tienen que ser y además parecerlo. Lo de la ética se presupone y ahora lo que tratan es de salvaguardar la estética como garante y signo de identidad de los servidores públicos. Continuar leyendo →

Trajes

Estaba yo, anoche, con la última torrija, de la tercera fuente, en la que no había aún cristalizado el almíbar, -las torrijas las hago yo con estas manos que escriben- cuando en la placentera degustación semanasantera me acordé de Arias Cañete tan amante de los yogures caducados. Y la reflexión fue oportuna: ¿Cuándo caduca una torrija? Tengo yo que preguntarle al jerezano político, antes de que se marche para Bruselas a perder kilos, qué caducidad tiene este postre casero Pascual tan sencillo y exquisito.

El ritmo de vida, los horarios, la alimentación, incluso la monotonía y la meteorología inciden, fundamentalmente, en el organismo especialmente si procedes de un país donde la gastronomía y el clima son tan diferentes como es el caso de España. No se si va a perder kilos, don Miguel -porque también las salchichas circulan con frecuencia en la carta de los restaurantes-, a mejorar la agroalimentación de las naciones unidas de Europa o, simplemente, a cambiar de escenario político vital.

Lo que es evidente es que no se puede dejar de fumar y llevar una vida sedentaria. A mí sí me vendría bien cambiar de hábitos y echarme un baile en la oficina, -como se ha puesto de moda en EE UU-, para soltar grasa. Lo hace el mismísimo presidente Obama que desde el despacho Oval coge carrerilla y se da una vuelta por los pasillos de la Casa Blanca, en compañía del vicepresidente Joe Biden que luce su plena forma a los 71 años. A Clinton le dio por el ejercicio estático y parece que también le funcionó.

Tengo varios trajes y pantalones que no me los puedo poner porque he cogido unas hechuras propias de un «picaor» de la cuadrilla del Juli. Y, lo que es la vida, he comprobado que el número de prendas casi coinciden con las que Correa y «El Bigotes», obsequiaron a un tal Rafael Betoret, exjefe de gabinete de la Consejería de Turismo de Valencia implicado en la trama Gürtel. Betoret se vio obligado a devolver los trajes por decisión del magistrado del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana y ahora, el alto tribunal, ha decidido depositarlos en contenedores municipales con destino a entidades benéficas. El condenado Betoret ha quedado desnudo ante la justicia.

Y ahí estoy dándole vueltas a la cabeza sin saber qué hago con la ropa imponible pagada con el sudor de mi frente. No se si abrirme un hueco en Bruselas, si correr pasillos, dejar de comer torrijas, ampliar el fondo de armario a la espera de adelgazar, venderla en el mercadillo de los sábados a precios outlet o regalar trajes y pantalones a una oenegé que no los revenda.

El tiempo

Palmas y olivos abren la mañana venturosa del Domingo de Ramos que sigue siendo para los creyentes, por tradición, el esperado día de estrenos y de inicios de desfiles procesionales de pasiones, de ritos y tradiciones ancestrales que han perdurado en el transcurso de los años gracias a la impagable y ejemplar labor de esos núcleos sociales, plurales, que conforman nuestras cofradías de Semana Santa y que tienen el mérito colectivo de mantener viva la gran historia de la Pasión.

Pero, a pesar del buen tiempo y del sol que calienta nuestros fervores, nuestra mirada sigue al detalle la evolución meteorológica porque la primavera, a más de que altera la sangre, inspira a los poetas y nos hace estornudar a los alérgicos, es caprichosamente perversa y se deja caer a chaparrones.
No hay Semana Mayor que se libre de la lluvia celestial. Ése golpe de agua puede purificar el ambiente e incluso limpiar las calles pero nos deja con el pabilo apagado y la tristeza cofrade de la frustración de no salir.

Y nos es fácil salir de la encrucijada de amarguras empedradas de intereses y desencuentros en el matrimonio, de conveniencia, difícil de mantener que cohabita en San Telmo sustentando el gobierno de Andalucía. Allí, en Viernes de Dolores, amenazaron negros nubarrones con tensas tormentas que, llegado el rayo, podrían haber fulminado lo convenido en el pacto de gobierno.

La trianera, Susana, presidenta capataz que se había crecido con una «levantá», Macarena, antes de la «madrugá» decretando legalidad en las formas y marcando territorio inexpugnable, al final, ha amagado y pierde credibilidad como presidenta consensuando con su socio de gobierno, la «provisionalidad» de un hecho delictivo, algo difícil de entender por la mayoría social. ¿Cómo se puede legalizar lo ilegal «provisionalmente» en un estado de derecho?

Lo siento por la señora Díaz que ha sucumbido, lamentablemente, a unas pretensiones propias de un país tercermundista con regímenes propios de dictaduras bananeras. Ella, y lo que representa, es distinto y distante y hubiese sido una ocasión para poner a cada uno en su sitio.

Aunque el Jueves Santo para el orbe cristiano es Día del Amor Fraterno, para los agnósticos o ateos, no creo yo que contribuya la fecha a estrechar lazos de fraternidad. Entre los amantes bipartitos, que se han jugado el incierto futuro de la gobernanza andaluza por treinta denarios de los de ahora, tampoco abrigo esperanza alguna.

La eterna duda

Un juzgado de lo Penal de Granada ha absuelto de un delito de maltrato animal a un hombre que hace un par de años fue acusado de ahorcar al perro de su vecino en venganza por las molestias que el animal causaba con sus persistentes ladridos. Dice el magistrado que aunque existen «sospechas ciertas e incluso vehementes» de que el animal falleció no ha quedado demostrado que el acusado matara al can. Continuar leyendo →

No hay nada como morirse

Hace una semana que dejó de existir Adolfo Suárez, aunque «murió en vida» hace más de una década sufriendo la inconsciencia de la terrible enfermedad del olvido. La última imagen, junto al rey, por el jardín de su casa, de espaldas, ocultando la mirada ausente fue para todos el paseo a ninguna parte; el de los pasos perdidos. Y ha sido precisamente en el salón de «Los Pasos Perdidos», en el Congreso de los Diputados, donde el pueblo le ha rendido su tributo póstumo de afecto y admiración. Continuar leyendo →

El pasaporte

Ha salido a subasta el pasaporte de Don Juan de Borbón, el rey que no reinó, padre de don Juan Carlos I, por la módica cantidad de 900 euros. La casa Lamas Bolaño, de Barcelona, era, hasta ahora, poseedora del documento de identidad, -fechado en diciembre de 1948-, del que fuera dinásticamente heredero de la corona de España, a cuyo privilegio renunció, por «imperativo legal», en favor de su hijo. Continuar leyendo →

Tapas

Por mil y una razones, más temprano que tarde, parece de justicia que la Alpujarra sea declarada patrimonio de la Humanidad y que la Unesco, igualmente, tome en consideración histórica a Granada como ciudad de la poesía.

Pero Granada también es ciudad de la gastronomía, alabada por multirraciales paladares, autóctonos y foráneos y forma parte de esa red clientelar de los degustadores de la denominada tapa: pequeña ración o aperitivo que acompaña a una bebida. Continuar leyendo →

Mosca

He de confesar mi más absoluto desprecio y repugnancia por las moscas, ese insecto pegajoso, impertinente y coñazo que nos llega todos los años con la primavera y nos acompaña, con frecuencia, hasta en los inviernos más suaves. Lo cierto es que surgen hechos que, en ocasiones, nos reconcilian con aquello que detestamos y algo de eso me ha ocurrido al leer la noticia de que un turista alemán, tras permanecer durante diez días perdido en el desierto de Australia ha sobrevivido gracias a las moscas con las que se alimentaba. Lo que hace el hambre. Continuar leyendo →

La jueza al desnudo

Recuerdo que cuando era pequeñito le preguntaba a mi madre si los obispos hacían pipí, porque yo los observa, saliendo del palacio arzobispal con aquellas mitras, báculos y capas recogidas por acólitos que los idealizaba de tal modo que, en mis cortas luces, creía que eran como ángeles celestiales asexuados desprovistos de toda carga fisiológica humana. De igual forma, de mayor, conocí a los jueces por vía casi parental, y observé que con el complemento del birrete y togado resplandor áureo, dentro del vestuario ceremonial, había personas que respondían a unos patrones coherentes con la pluralidad y diversidad humanas. Continuar leyendo →