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El Efecto Extremoduro es lo contrario de la Gentrificación (Lee la explicación del concepto en esta entrada de la Wikipedia).

Gentrificación (del inglés, gentrification) es un proceso de transformación urbana en el que la población original de un sector o barrio deteriorado y con pauperismo es progresivamente desplazada por otra de un mayor nivel adquisitivo a la vez que se renueva.

El Efecto Extremoduro es la constatación que el rock y la poesía pueden impregnar de vida un barrio declarado Zona de Transformación Europea, donde la crisis lacerante se ceba a diario con miles de vecinos.

Esta es la historia de un concierto, que cuenta Pablo en esta magnífica crónica ‘Extremoduro enciende al barrio de Almanjáyar’ (Lee la crónica). Y es también la historia de su repercusión y de la puerta abierta a un futuro mejor.

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Una marea humana compuesta por 11.000 personas llevó a la Zona Norte la ilusión, la diversión, la marcha, las ganas, la primavera de sus vidas a los barrios marginados de este extremo duro de la ciudad de Granada.

El concierto de la banda de música capitaneada por el carismático Robe Iniesta era la ocasión para poner a prueba la madurez de un barrio que siempre llena las crónicas de sucesos y los reportajes de héroes y heroínas que luchan contra la exclusión social.

El viernes pasado, 3 de octubre para la posteridad, tocaba rock and roll y crónica musical, bares llenos de jóvenes alegres que pedían todas las cervezas del mundo y dotaban a los barrios de la Zona Norte –Joaquina Eguaras, Cartuja, Almanjáyar– de un ambiente festivo y jovial nunca visto hasta entonces, medio siglo después de la construcción del primer bloque de edificios.

Fue una explosión de vida sana que a nadie se la ha escapado. A nadie ha pasado desapercibido el éxito del concierto de la banda de rock Extremoduro, probablemente la más potente del panorama musical de todo el país.

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La concejala socialista Jemi Sánchez fue la primera en sacar este tema durante su intervención como vocal de la junta municipal de distrito. Explicó que asistió en persona «y fui con un grupo de amigos en taxi, cuando los taxistas no suelen recoger a gente para llevarla a Almanjáyar», destacó en primer lugar.

Puntualizó entonces que «9.000 personas en la Zona Norte con motivo de un concierto es un fenómeno social sin precedentes. Muchas de ellas ni siquiera habían pisado antes estas calles. Y hay que darse cuenta y reconocer que la poesía y el rock sirvieron y sirven para derribar las paredes invisibles que encorsetan la imagen de este barrio y su desarrollo de cara al futuro».

Tras su argumentación, la concejala reivindicó la organización de actividades culturales para el barrio «con el fin de empezar a cambiar su imagen» y, ya al finalizar la sesión, confió en que se implante un Almanjáyar Rock, al estilo del Zaidín Rock, como enganche «para trabajar en el cambio de la Zona Norte, tan necesario para todas las personas que aquí viven».

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La presidenta de la junta, la concejala de Movilidad y Policía, Telesfora Ruiz, asintió con la cabeza las palabras de la edil socialista y reforzó el discurso con una batería de datos: «En efecto, no fueron 9.000 sino hasta 11.000 personas las que se congregaron dentro y fuera del recinto», matizó. «Y no hubo mi un solo incidente. Ni uno solo».

Recordó que «reforzamos el servicio de autobuses con ocho vehículos más. Joaquina Eguaras se convirtió en la arteria que canalizó el desplazamiento a pie» y el informe policial dice que terminaron a las 4.40 horas de la madrugada y no cabe destacar ni un incidente».
Asombroso.

Tras la sesión reconoció que «sí es cierto que el viernes teníamos todos los responsables un buen pellizco en el cuerpo por si las cosas no salían como pensábamos, porque tanta gente congregada pueda dar pie a cualquier incidente. Pero –insistió– no pasó nada de nada». Informó también que el mismo lunes en la reunión del grupo municipal del Partido Popular se comentó «el éxito del concierto» y también se comentó que el recinto «tiene capacidad suficiente y se puede utilizar como otro espacio de la ciudad para este tipo de actividades».

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Llegó entonces el turno de los vecinos. Fue el representante de la de Almanjáyar, Rubén, quien en nombre del presidente, Ángel Rubio, que disculpó su asistencia, mostró su agradecimiento al Ayuntamiento y a los asistentes al concierto: «Quedó demostrado que no todo es malo en la Zona Norte, que se pueden hacer cosas buenas. Solamente eso, el agradecimiento a toda la gente del barrio, que no hubo quejas, y con 11.000 personas no pasó nada malo».

Dicho esto, pidió para terminar que el próximo concierto de Fito y los Fitipaldis, previsto para mediados del mes que viene, «se celebre también en Almanjáyar en vez de en el Palacio de los Deportes». Como empezábamos, el rock en el Zaidín tiene ahora su espejo y mejor aliado en el extremo duro de la ciudad, el que respira en la Zona Norte.

MÁS INFORMACIÓN
-Los colores de un graffiti de la Zona Norte (Leer link)
-Crónica del concierto de Extremoduro en Granada, por @Pabrodgar’
‘Extremoduro enciende al barrio de Almanjáyar’ (Lee la crónica)

CRÉDITOS
-Las fotografías son de González Molero

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