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La edil de Participación Ciudadana convocó a todos los representantes, quienes aprobaron volver al modelo antiguo por unanimidad

Los barrios han tumbado la ordenanza de Fiestas que fue aprobada en el mandato municipal anterior cuando al frente de la Concejalía de Participación Ciudadana se encontraba Vicente Aguilera. Pese a toda la dedicación y esfuerzos de Vicente Aguilera, las asociaciones de vecinos se han visto incapaces de cumplimentar todos los requisitos de esta ordenanza, de realizar los extensos informes y también manifestaron su negativa a solicitar dinero por el modelo denominado de concurrencia competitiva.

De esta forma, la nueva concejala del ramo, Rocío Díaz, tomó posesión a principio de verano y se encontró con dos cuestiones urgentes. Por un lado, organizar la constitución de las juntas municipales de los ocho distritos de Granada y, por otro, solucionar el problema de las subvenciones de las fiestas.

Las juntas de distrito ya se han constituido y este mes de octubre ya se han puesto en agenda para celebrarse de forma ordinaria. La segunda cuestión fue acometida en una reunión mantenida el pasado día 7 de septiembre. Asistieron al llamado de la concejala Rocío Díaz 31 representantes de las cuarenta asociaciones de vecinos de Granada y un nutrido grupo de funcionarios y técnicos municipales dispuestos a asesorar y a resolver cualquier duda.

Fue la subdirectora general de Participación Ciudadana, Estrella López, la que explicó que «la idea es que este año 2015 las ayudas se otorguen de manera directa». Para ello, señaló, «lo que se va a hacer es derogar la actual ordenanza si así se acuerda por vosotros, y otorgaremos las ayudas directamente».

La ventaja del sistema, explicó, es que solo se justificaría el dinero entregado y gastado, y no el importe consignado en el programa de actuación, «que ha sido una de las quejas más repetidas que habéis formulado. Con este sistema, añadió, se justifica lo que se gasta con una memoria de actividades también, pero más sencilla».

A continuación tomó la palabra en esta reunión la viceinterventora del Área de Economía, quien dejó claro que «se trata de cambiar el sistema que está establecido hasta ahora en la Ordenanza aprobada, que es de concurrencia competitiva, por un sistema de adjudicación directa, un sistema nominal».

La concejala Rocío Díaz preguntó a continuación a los presentes «si alguien no estaba a favor del cambio de sistema derogando la ordenanza». Como ninguno manifestó su voto en contra, «se dio por aprobada la elección del cambio por unanimidad de los presentes», refleja el acta de la reunión. Finalmente, la derogación fue a junta de gobierno local donde fue aprobado el cambio por todos los grupos, salvo la abstención de Vamos Granada. El pleno de septiembre, asimismo, fue informado de este cambio y de la derogación del a Ordenanza del mandato anterior.

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Todo empezó en abril de 2012, hace ya tres años y medio, cuando el pleno vecinal certificó la política de ajuste y quedó reducida la partida destinada a las fiestas a su mínima expresión. La propuesta del Ayuntamiento fue entonces la siguiente: reducir la subvención directa para las fiestas a cada una de las asociaciones de vecinos a la mitad, con lo que se quedaba de media en unos 1.200 euros por barrio, cuando hacía tan solo dos años atrás desde entonces era de una media de seis mil euros.

Además, los servicios extra que asumía el Ayuntamiento de Granada para que se celebraran las fiestas, desde el montaje de los escenarios, las horas extra de la Policía Local o los servicios de limpieza, tendrán que ser ahora abonados por las propias asociaciones de vecinos correspondientes.

Ante esta nueva situación, el resultado fue que de las entones 37 asociaciones de vecinos, de los ocho distritos en que se divide Granada (Centro, Zaidín, Ronda, Norte, Genil, La Chana, Beiro y Albaicín), cuatro decidieron celebrar fiestas con un programa completo, seis cedieron la subvención para financiar tres proyectos solidarios, trece asociaciones de vecinos más destinaron el dinero de la subvención municipal para las fiestas a diversas actividades sociales y culturales y, finalmente, otras catorce, directamente renunciaron por escrito a la ayuda económica «sin condición alguna.

El resultado de este compromiso es que las asociaciones de vecinos La Alegría del Barrio de la Cruz, San Francisco Javier, San José Obrero del Parque de la Rosaleda, Barriada de Bobadilla, Parque Nueva Granada y la Barriada de la Paz han cedido sus subvenciones para las fiestas a tres proyectos sociales. El importe total suma 7.260 euros.

UNA NUEVA NORMATIVA
Dos años después, en enero del año pasado, la Concejalía de Participación Ciudadana volvía a la carga y anunciaba una reorganización nueva para los dineros de las fiestas de los barrios. El exconcejal de Participación Ciudadana del Ayuntamiento de Granada, Vicente Aguilera, mantuvo su empeño en renovar el modelo de relación entre el equipo de gobierno y las asociaciones de vecinos.

Si dos años antes revolucionó el baremo con el que se subvencionan las fiestas de los barrios, en este, entonces, le tocó el turno al programa conocido como «Cultura Descentralizada». En resumidas cuentas, la partida presupuestaria con la que el Ayuntamiento paga las distintas actividades culturales en los barrios.

Vicente Aguilera explicó su proyecto: «En 2013 la partida ascendía a 41.748 euros y este año la hemos conseguido aumentar y son 52.048 euros». La modificación que se realizó es que las asociaciones de vecinos tenían que empezar a competir entre ellas por la financiación de los actos culturales que se celebraran en sus barrios.

«Habrá un baremo que será público con el que se puntuarán las propuestas que recibimos para la celebración de las actividades culturales en los barrios. Y todas las propuestas que aprueben el baremo tendrán su financiación, porque se repartirá el total de la partida presupuestaria entre todas ellas».

El baremo se dividía en tres áreas. La primera puntuaba las propias actividades con hasta 4,75 puntos a tenor de cuatro criterios como «fomentar el civismo», «repercutir en el barrio», «recuperación de tradiciones locales» o «cuyos destinatarios tengan menos de 30 años».

La segunda apelaba a trayectoria de la asociación de vecinos concurrente «y la continuidad en la realización de actividades», lo que se puntuaba con 1,75 puntos. La tercera zona de puntuación analizaba los programas de actuación, es decir, «la repercusión social del programa a subvencionar según su ámbito territorial, finalidad, difusión y número de personas beneficiadas».

Este baremo representaba el 50% de la subvención por proyecto de cada asociación o conjunto de asociaciones. El otro 50% se otorgaba una vez cumplidos los requisitos por orden de entrada.

 

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