Categoría: Literatura

31 días de agosto: Me basta así (Día 31)

Si yo fuera Dios
y tuviese el secreto,
haría
un ser exacto a ti;
lo probaría
(a la manera de los panaderos
cuando prueban el pan, es decir:
con la boca),
y si ese sabor fuese
igual al tuyo, o sea
tu mismo olor, y tu manera
de sonreír,
y de guardar silencio,
y de estrechar mi mano estrictamente,
y de besarnos sin hacernos daño
-de esto sí estoy seguro: pongo
tanta atención cuando te beso;
entonces,
si yo fuese Dios,
podría repetirte y repetirte,
siempre la misma y siempre diferente,
sin cansarme jamás del juego idéntico,
sin desdeñar tampoco la que fuiste
por la que ibas a ser dentro de nada;
ya no sé si me explico, pero quiero
aclarar que si yo fuese
Dios, haría
lo posible por ser Ángel González
para quererte tal como te quiero,
para aguardar con calma
a que te crees tú misma cada día,
a que sorprendas todas las mañanas
la luz recién nacida con tu propia
luz, y corras
la cortina impalpable que separa
el sueño de la vida,
resucitándome con tu palabra,
Lázaro alegre,
yo,
mojado todavía
de sombras y pereza,
sorprendido y absorto
en la contemplación de todo aquello
que, en unión de mí mismo,
recuperas y salvas, mueves, dejas
abandonado cuando  -luego-  callas…
(Escucho tu silencio.
Oigo
constelaciones: existes.
Creo en ti.
Eres.
Me basta.

Ángel González:
Ángel González Muñiz (6 de septiembre de 1925 en Oviedo, España – 12 de enero de 2008 en Madrid, España) fue un poeta español de la Generación del 50. Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1985 y académico y Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana en 1996, publicó su primer libro de poemas en 1956.

-Pink Floyd: Wish You Were Here.Creo que es la única canción que le pega.

Recuerda. Hay que besarse más. Y en verano, mucho más

Todos los posts de #31diasdeagosto
-Día 1: Los 400 golpes
-Día 2: A todo gas
-Día 3: The Motorcycle Boy Reigns
-Día 4: On the road
-Día 5: Trece Rosas
-Día 6: Easy rider
-Día 7: The Last Waltz
-Día 8: Martin Rock and Roll Scorsese
-Día 9: Travis, Luke, Beatrix, Catherune y Léon
-Día 10: Natalie
-Día 11: BB
-Día 12: París
-Día 13: Sex
-Día 14: Un Negroni
-Día 15: Poke
-Día 16: Moloko
-Día 17: Tarantino Sound
-Día 18: Nick
-Día 19: Corto Maltés
-Día 20: Distopías
-Día 21: Baricco
-Día 22: La Estrella
-Día 23: BBQ
-Día 24: Vinilos
-Día 25: Last Sunday
-Día 26: No Surf
-Día 27: Piscinas
-Día 28: James Joyce
-Día 29: Miles Davis
-Día 30: Leia

CRÉDITOS:
De la foto principal: Banksy

31 días de agosto: James Joyce (Día 28)

Hay tres novelas que siempre me he querido leer pero que nunca ha habido manera. Se trata de Proust y ‘En busca del tiempo perdido’, Thomas Mann y ‘La montaña mágica’ (llegué hasta la mitad), y el Ulises de James Joyce (voy ya por el tercer capítulo). En cuanto me liquide el Ulises o el Ulises me liquide a mí, retomaré La montaña mágica y empezaré a leer ‘Por el camino de Swan’, que es también como se conoce la novela de Marcel Proust. Tengo pa rato.

Tras los dos primeros capítulos del Ulises, creo que le he pillado el truquillo. Es un laberinto dentro de una finta incrustado en un acertijo. Tienes que aceptar que en las más de las ocasiones no tienes ni por qué entender nada de lo que estás leyendo. A cambio, tienes que ser consciente de que cada párrafo que terminas y cada página que pasas logras una pequeña victoria frente al ingenio de James Joyce.

Con esta disopsición, te adentras en un universo poderoso y fascinante. Donde vas a prender y se te van a clavr frases que luegto, seguro, se transformarán en ideas a la hora de redactar los reportajes. Mientras, te cuento para que flipes de qué va el Ulises de Joyce.

  • Episodio 1: una novela normal.
  • Episodio 2: un catecismo informal.
  • Episodio 3: un monologo masculino elitista.
  • Episodio 4: una burla de los grandes héroes de antaño.
  • Episodio 5: la naturaleza hipnótica de la religión.
  • Episodio 6: la muerte.
  • Episodio 7: una burla del periodismo (se escribe como la redacción de un periódico, presta atención a los titulares).
  • Episodio 8: unos retruécanos de la comida, todo se puede comer y todo come en este capítulo.
  • Episodio 9: una burla del Hamlet y los elitistas que debaten sobre las piezas oscuras de la literatura (prácticamente se burla de ciertos eruditos que analizarían posteriormente el Ulises).
  • Episodio 10: este capítulo no tiene nada que ver con los personajes principales. En lugar de eso, se presenta como un conjunto de historias breves acerca de los personajes secundarios. El humor está en el hecho de que es en gran parte absurdo y de que la mayoría de los personajes secundarios se burlan de los principales.
  • Episodio 11: todo es un retruécano musical. Se usa mucha onomatopeya.
  • Episodio 12: hay dos narradores, uno es híper-coloquial al punto de no tener sentido y el otro es híper-científico al punto de no tener sentido La competencia entre los narradores crea el efecto cómico.
  • Episodio 13: lo narra una jovencita y todo es un chiste sobre el sexo.
  • Episodio 14: una parodia elaborada de todos los grandes autores ingleses.
  • Episodio 15: escrito como una obra teatral alucinatoria en la zona roja.
  • Episodio 16: este capítulo es muy ambiguo y la comedia proviene de la confusión de personajes.
  • Episodio 17: se escribe como un catecismo, la comedia proviene de las preguntas híper-científicas y el formato de las respuesta que se aplican a lo mundano.
  • Episodio 18: la corriente de la consciencia de la esposa de Bloom.

Y también, te comparto dos artículos soberbios. Uno de Jot Down y otro de El País

Cómo enfrentarse al Ulises  (A favor)
Hay algo en el inicio del Ulises que puede desinflar el ánimo incluso de lectores bien entrenados y dispuestos. Puedo decir es el único libro que tuve que abandonar no porque fuese un mal libro, sino porque me sentía sobrepasado. Esta es una sensación que muchos lectores experimentan con esta novela, aunque hay una minoría privilegiada, o afortunada, o quizá más evolucionada, que consigue sumergirse en la obra ya con un primer contacto. Pero si escribo estas líneas es precisamente porque no pertenezco a esa selecta minoría. Y aun así conseguí terminar amando el Ulises y me gustaría animar a otros para que lo consigan también. La curiosidad por descubrir los ignotos alicientes de esta monumental y abrupta novela —y, por qué no decirlo, el orgullo de “voy a ser capaz de leer este artefacto y no sólo de pasear los ojos por los renglones”— me impulsó a no dejarme vencer, a buscar los ratos indicados en que poder prestarle la debida atención, a centrar mi ímpetu en superar esos primeros capítulos. El esfuerzo fue recompensado. Aun así, hay que admitir que no se trata de un libro para todos los públicos y que su lectura es difícil, pero no es un callejón sin salida. Si yo pude, usted también puede.

Ni Joyce sabía de qué iba su ‘Ulises’ (En contra) Sí: Ulises es un galimatías, simple y llanamente. Leerlo me recordó a la cascada de sinsentidos que escupían por la calle los locos de mi pueblo: lo que los manuales de psiquiatría definen como “ideación delirante y clínica alucinatoria no coherente”. No: la coherencia o la inteligibilidad no eran su fuerte. Y asimismo hay técnica en su locura. Podríamos decir, de hecho, que esta novela es solo técnica. Mikita Brottman dijo de Finnegans Wake que “el estilo está estructurado de manera deliberada para llamar la atención sobre sí mismo”, y lo mismo puede aplicarse a Ulises. Estilo en estado puro, y a la historia que la zurzan. Después de todo solo el vulgo se interesa por cosas mundanas como sentimiento y trama.
Un ejemplo: “Sus labios labiaron y boquearon labios de aire sin carne: boca para el vientre de ella. Entre, omnienventrador antro. Su boca molde moldeó aliento que salía, inverbalizado: uuiijáh: rugido de planetas cataráticos, globados, incandescentes, rugiendo allávaallávaallávaalláva. Papel”.

Así que de dublinés a dublinés, escuchemos un poco de U2

Recuerda. Hay que besarse más. Y en verano, mucho más

 

 

CRÉDITOS
-De la ilustración: ‘A Shout in the Street’ – James Joyce Documentary

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-Día 1: Los 400 golpes
-Día 2: A todo gas
-Día 3: The Motorcycle Boy Reigns
-Día 4: On the road
-Día 5: Trece Rosas
-Día 6: Easy rider
-Día 7: The Last Waltz
-Día 8: Martin Rock and Roll Scorsese
-Día 9: Travis, Luke, Beatrix, Catherune y Léon
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-Día 12: París
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-Día 16: Moloko
-Día 17: Tarantino Sound
-Día 18: Nick
-Día 19: Corto Maltés
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-Día 22: La Estrella
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-Día 24: Vinilos
-Día 25: Last Sunday
-Día 26: No Surf
-Día 27: Piscinas

31 días de agosto: Nick (Día 18)

Ahí lo tienes. Feo, calvo, sin especial glamour, carisma o elegancia. No pasa nada. A Nick Hornby solo tienes que leerle. Nick Hornby es un escritor británico, nacido el 17 de abril de 1957 en Redhill, Surrey. Profesor de literatura inglesa licenciado en Cambridge, empezó colaborando como periodista en publicaciones como The Sunday Times, The Independent y como crítico de música para The New Yorker. Suyas son novelas de éxito como Alta fidelidad, Un gran chico y Fiebre en las gradas entre otras. Esta última novela ganó el premio William Hill Sports Book of the Year en 1992. Alta fidelidad fue llevada al cine por Stephen Frears.

Pero Nick es algo más. Es como de la familia. A finales del siglo pasado su novela, Alta Fidelidad, pasaba de mano en mano, boca a boca. En aquellos tiempos en los que solamente utilizábamos los móviles para hablar por teléfono y mandar mensajitos, Alta fidelidad se viralizó y se globalizó. Y, además, es una novela que nos llegó a nosotros, los chicos, de manos de las chicas. Esto es, ELLAS nos lo recomendaron. Teníamos treintaytantos y las historias de amor del protagonista nos enamoraban. La música nos enamoraba. Y todavía grabábamos cintas de casete para nuestra chica y le escribíamos, nerviosos, cartas a su ciudad. Luego, todo se fue al traste. Pero al menos, lo vivimos. Recuerdo el estreno de la película en Granada, en los multicines de la plaza de Gracia. Nos fuimos toda la pandilla y estábamos como un poco furiosos, emocionados, muy nerviosos. Compréndelo, llevaban al cine La Novela por excelencia, la historia de la que hablábamos a todas horas y recomendabamos a todo quisqui. Y la peli funciona bien. Y, además, resiste el paso del tiempo.

Acierta la película a recrear la disquería de vinilos como centro neurálgico de la acción. Esas disquerías que en la década de los años noventa vimos desaparecer por los cedés. Esa disquería era nuestro lugar en el mundo. Era un sueño por cumplir. Era divertida pero también era bonita. Estaba llena de música y tenías el poder. Era fantástica. Vamos a poner una, diablos.

La he vuelto a ver y me ha dado un ataque de nostalgia tan grande que solo me queda recordar mi escena favorita, cuando, al final, Jack Black se pone a cantar el Let’s get in on de Marvin Gaye. Cuando Rob se esconde detrás de Laura porque está aterrado con lo que puede hacer su compinche de la disquería sobre el escenario. Pero cuando empieza la banda el tipo flipa, se yergue, empieza a llevar el compás con las manos, y se besa con su chica en mitad del bar. Algún día igual me pasa a mí.

I’ve been really tryin’, baby
Tryin’ to hold back this feeling for so long
And if you feel like I feel, baby
Then, c’mon, oh, c’mon
Let’s get it on
Ah, baby, let’s get it on
Let’s love, baby
Let’s get it on, sugar
Let’s get it on
We’re all sensitive people
With so much to give
Understand me, sugar
Since we’ve got to be here
Let’s live
I love you
There’s nothing wrong with me
Loving you, baby no no
And giving yourself to me can never be wrong
If the love is true, oh baby
Ooh don’t you know how sweet and wonderful life can be ooh
I’m asking you baby to get it on with me ooh ooh
I ain’t gonna worry
I ain’t gonna push, won’t push you baby
So c’mon, c’mon, c’mon, c’mon, c’mon, baby
Stop beatin’ ‘round the bush, hey
Let’s get it on
Let’s get it on
You know what I’m talkin’ ‘bout
C’mon, baby
Let your love come out
If you believe in love
Let’s get it on
Let’s get it on, baby
This minute, oh yeah
Let’s get it on
Please, please get it on
I know and you know what I’ve been dreaming of, don’t you baby?
My whole body makes that feelin’ of love, I’m happy
I ain’t gonna worry, no I ain’t gonna push
I won’t push you baby, woo
C’mon, c’mon, c’mon, c’mon, c’mon, darlin’
Stop beatin’ ‘round the bush
Oh, gonna get it on
Threatenin’ you, baby
I wanna get it on
You don’t have to worry that it’s wrong
If the spirit moves ya
Let me groove ya good
Let your love come down
Oh, get it on
C’mon, baby
Do you know the meaning?
I’ve been sanctified
Girl, you give me good feeling
I’ve been sanctified
Oh dear I, baby
Nothing wrong with love
If you want to love me just let your self go
Oh baby, let’s get it on

Recuerda. Hay que besarse más. Y en verano, mucho más

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-Día 12: París
-Día 13: Sex
-Día 14: Un Negroni
-Día 15: Poke
-Día 16: Moloko
-Día 17: Tarantino Sound

31 días de agosto: On The Road (Día 4)

“Pero entonces bailaban por las calles como peonzas enloquecidas, y yo vacilaba tras ellos como he estado haciendo toda mi vida, mientras sigo a la gente que me interesa, porque la única gente que me interesa es la que está loca, la gente que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, arde como fabulosos cohetes amarillos explotando igual que arañas entre las estrellas“. Fragmento de ‘En el camino’, ‘On the road’ en su título original. Novela de Jack Kerouac, de la que también hay una peli, pero léete el libro. 

Leí ‘On the road’ un verano en Granada. La tenía pendiente de la Universidad, que me la debía. Me la devoré en un par de días. Me llenó de energía y me descubrió un mundo desconocido, el de la Generación Beat. La que precedió a los hippies. La que ya tenía su reparto completo y su banda sonora, el Jazz desenfrenado y bepbopero. Veamos. Este grupito de desastres que se creó en la década de los años cincuenta rechazaban los valores estadounidenses clásicos, exploraron el uso de drogas y tenían una gran libertad sexual. Por decirlo suavemente, son los papás de la Contracultura.

Lo que más recuerdo del libro es lo que hacen nada más llegar a su destino. Mirarse y darse la vuelta, porque lo que importa no es el destino, es el viaje, es el camino, y ellos están en el camino. Lección aprendida.

Pistas para agosto

-La Generación Beat. El grupo inicial fue formado por Lucien CarrAllen GinsbergWilliam Burroughs y Jack Kerouac, los cuales se conocieron en la Universidad de Columbia (New York), el primero de ellos con brillantes ideas y actitud, pero algo desprovisto de talento, los últimos tres actualmente conocidos como el trío básico de dicha generación; posteriormente se unirian Neal Cassady (Icono de la Gereración), Herbert HunckeJohn Clellon Holmes. En 1948 se unieron Carl Solomon y Philip Lamantia, en 1950 Gregory Corso y en 1954 Lawrence Ferlinghetti y Peter Orlovsky.
-Sus principales obras literarias son Aullido de Allen Ginsberg (1956), En el camino de Jack Kerouac (1957) y El almuerzo desnudo de William S. Burroughs (1959).
La Contracultura.  son los valorestendencias y formas sociales opuestas a las establecidas en una sociedad. El término fue acuñado por el historiador estadounidense Theodore Roszak en su libro de 1968 El nacimiento de una contracultura. Te lo puedes leer desde este link en pdf.

Recuerda. Hay que besarse más. Y en verano, mucho más

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-Día 2: A todo gas
-Día 3: The Motorcycle Boy Reigns

 

 

 

Una crónica a la Izquierda del Padre

20170920.- FOTO: FERMIN RODRIGUEZ.Quico Chirino, en la presentación de su novela ‘A la Izquierda del Padre’

Todos los periodistas nos hemos comido de niños un escritor. Todos. Incapaces de mirar por encima de la realidad para sopesar la espuma de los días, publicamos en nuestros medios las historias de la vida del día. Esto se llama Periodismo. Y es muy bueno. Hasta que algún día, muerto de envidia, te enteras de que un compañero de la Redacción presenta una novela negra como el demonio y condenadamente bien escrita. Esto se llama Literatura. Y también es realmente bueno.

El tipo que no ha dormido en tres años para conjugar Periodismo con Literatura, dirigir la sección de Granada de mi periódico con acierto y parir la novela ‘A la Izquierda del Padre’ se llama Quico Chirino y para la presentación en Granada de su novela reunió a algo más de un centenar de personas en el Cuarto Real de Santo Domingo. La velada se desarrolló entre viejos adagios periodísticos, técnicas de redacción, scoops de hemeroteca y de portada, y recuerdos a Chandler, don Raymond; y a Umbral, don Paco.

20170920.- FOTO: FERMIN RODRIGUEZ. Aspecto del Cuarto Real de Santo Domingo durante la presentación del libro ‘A la Izquierda del Padre’ de Quico Chirino

Quico Chirino, Flanqueado por Jesús Lens, director entre otras cosas del más potente festival cultural dedicado al género Noir; y Eduardo Peralta, director de IDEAL, flanqueaban al ya novelista mientras el alcalde de la city, Paco Cuenca, dedicaba unas palabras a modo de presentación, muy bien traídas.

No hubo ni medio segundo para el buen rollo, aunque el acto estuvo envuelto en una atmósfera de cariño, ya que Quico recordó así como para entrar en faena lo que Pablo Rodríguez le comentó en la entrevista publicada en las páginas de IDEAL sobre ‘A la Izquierda del Padre’: “Es una novela de derrotados”. “Y en efecto -comentaba Chirino, es una novela de gente a la que la vida le ha dado un metro cuadrado y ahí viven, mueren o se autodestruyen. Es una novela dura”.

Eduardo Peralta certificó que “es un gran relato que nos sorprende, estremece y conmociona”, y leyó en voz alta textos entresacados de la novela, que justifican estas tres reacciones. También indicó que “es una denuncia social. No hay un texto amable sino un texto descarnado de gente que busca la felicidad y solo encuentra las drogas”.

En efecto, prosiguió, “la crónica describe las miserias sociales de la época”. Y vuelve a entresacar una frase de la novela: ‘Siempre solía beber cuando estaba de servicio’, dice por ejemplo del policía”. Igual sucede a juicio de Eduardo Peralta, con los periodistas. De ellos se escuchan frases lapidarias como que “el público prefiere la mentira”, que dirá uno de ellos. O aquello de “mucho peor sería tener que trabajar”, sobre el viejo oficio de contar que es el Periodismo que le responderá el otro, antagónicamente.

20170920.- FOTO: FERMIN RODRIGUEZ. El alcalde de Granada, Paco Cuenca, durante la presentación del libro ‘A la Izquierda del Padre’ de Quico Chirino. En la mesa, flanqueado por Jesús Lens y Eduardo Peralta, director de IDEAL.

Y, por supuesto, “hay autocrítica de su propia profesión a lo largo de las páginas”, describe Peralta. Y con sus ejemplos de la novela, los ilustra: “Hay que diferenciar el Periodismo de una verdulería, como cuando por ejemplo se debate sobre las reglas que sirven para distinguir una coliflor de un buen reportaje”. Reportaje-coliflor, el vocablo servirá para describir mucho trabajo periodístico pretencioso.

El director de IDEAL, que trató de hablar largo “sin reventar la novela”, destacó “el lenguaje directo que deslumbra” que utiliza Quico Chirino en su novela: “‘Te dejaré marchar si me comes a besos’, dice la protagonista de una novela llena de soledad”.

Y claro, lo de las pes, “es una novela de pes, de Periodismo Putas y Policías, pero no hay Políticos”.

Jesús Lens recomendó por su parte “no dejar la novela en manos de críos porque querrán ser periodistas” mientras que Quico Chirino, en su intervención, explicó que “esta novela la he hecho por diversión y por provocación. A la crítica me someto a diario. Y si no os gusta la novela me da igual. Pero en el periódico tengo la obsesión de que los textos queden cerrados, desde que leí una columna de Umbral”. Y entonces, también apareció el gran maestro Noir de la mano de Lens: “Es una novela canónica Noir con más Chandler que en muchas novelas americanas”.

Añadió que “la reflexión de esta novela es qué capacidad tenernos de escapar al destino”. Dijo de los protagonistas que “son personajes que tienen una poética. No tienen instinto criminal, solo delinquen por necesidad”. Y su ejemplo fue que “la poética es el bocata que les daban de críos a los protagonistas en la iglesia como excusa para que aprendieran a leer y quizá así, el que aprendiera a juntar algunas letras podría firmar el día que entrara en la cárcel”.

Quico Chirino terminó sincero: “Me he sentido cómodo porque es la mejor manera de enfrentarse a la realidad. Y una provocación. Y algo de hipérbole. Pero lo que cuento es realidad”. Esa realidad-espuma de los días a la que hay que asomarse pero con una precaución: “Cuando terminas de escribir, los personajes saben más de ti que tú de ellos”.

Os dejo con una entrevista a Quico Chirino en Cadena SER de la que destaco unas frases que me han gustado especialmente:

-“Mi única patria es una Redacción, pero que nací en Osuna. Soy un niño de Osuna que quería ser escritor”.

-“Para saber de qué va el título, hay que llegar hasta el final”.

-“No me podía permitir algo sin criticar algo, sin llamar la atención”.

-Y algo que sinceramente me ha maravillado: “¿Cuál esa gota de hipérbole que tiene la novela?. El Vacie está a un paseo del Parlamento de Andalucía y pared con pared del cementerio, que separa los muertos de los vivos”.