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Grafitis 1 – Pintadas 0

Van ganado los grafitis. Van perdiendo las pintadas. El arte urbano que representan los primeros debe permanecer. La falta de educación y de ciudadanía debe desaparecer con las segundas, las malditas pintadas que afean la ciudad. El debate debe ser sobre los grafitis. El consenso sobre las pintadas. Hay que ayudar a los artistas urbanos, a los escritores, a que desarrollen su creatividad. Hay que articular soluciones, buscar espacios, crear protocolos y aprovechar que Granada es una potencia en arte urbano y está reconocida internacionalmente como tal.

Es cierto que los grafiteros son como un grito de rebeldía y que pintan o escriben, como dicen ellos, para expresarse. también es cierto que más allá del quebranto de las leyes, saben que su arte, por definición es efímero y sujeto a las inclemencias meteorológicas, al paso del tiempo. O, directamente, a que te repinten encima, como ha pasado tantas veces. La última, por señalar, el ‘ecce homo’ que han hecho al retrato de Joe Strummer de los Chas en su propia placeta.

Otro reto que hay que resolver y que es asimismo peliagudo es el derecho que tiene cualquier ciudadano a privatizar un espacio público. Es decir, por qué un grafitero puede pintar en tal pared y a un ciudadano que pase por allá todos los días le tenga que gustar, tenga que aceptarlo y transigir. Si el espacio de la ciudad es de todos, todos podrán opinar sobre lo que se ahce con él. Sin ánimo de polémicas pero con ganas del debate, ánimo a crear un espacio de discusión al respecto. Y aviso que me pondré de parte de los grafiteros, por supuesto.

Para demostrar mi posición, me he pillado mi cámara de fotos y he fotografiado unos cuantos que me parecen que tiene cada uno de ellos y a su manera, un toque especial. Que habría que buscar la forma de protegerlos y de que tengan todas las bendiciones de las administraciones, sí; pero también de los vecinos que van a convivir con ellos.

Claro, lo que me interesa es saber tú qué opinas

Albaicín: «El PP vuelve a hacer una mudanza clandestina»

La nueva sede de los servcios sociales del Albaicín sigue sin licencia

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El grupo municipal socialista no se anda por las ramas y critica que «el Partido Popular vuelve a hacer una mudanza clandestina, sin autorización, sin permiso, y sin información adecuada a los usuarios».

Los servicios sociales del Albaicín «siempre han estado sin papeles por la dejadez intencionada del Partido Popular». Añade que «seguimos defendiendo el regreso de este centro a la plaza Aliatar, un espacio municipal infrautilizado que cumple con la normativa».

Incide en que han tenido «tres ubicaciones diferentes en cuatro años y sólo la primera cumpliría los requisitos que exige la normativa», es decir, en la plaza Aliatar. Además, terminan su batería de críticas, «el capricho del Partido Popular de trasladar el centro de servicios sociales a la sede del Ave María en la carretera de Murcia nos va a costar 3.000 euros mensuales a todos los granadinos».

Los servicios sociales del Albaicín viven la convulsión de cualquier odisea que se precie. Hasta la semana pasada continuaba la mudanza desde su anterior sede en el Callejón del Gallo y se encontraban a punto de volver a estar operativos al cien por cien y de comenzar a dar citas a los vecinos del distrito, que incluye el Bajo y Alto Albaicín, Sacromonte, El Fargue y Haza Grande. Sin embargo, la encrucijada de problemas sigue sin resolverse.

La Junta de Andalucía confirma que se mantienen tres deficiencias leves que se deben subsanar y que, para más inri después de cuatro años de idas y venidas, la «situación administrativa actual» es que «el centro municipal de servicios sociales comunitarios del Albaicín, sito en la carretera de Murcia, una vez subsanadas las deficiencias observadas, tendrá que solicitar la ‘Autorización de Funcionamiento’ por parte de dicha administración (municipal)». Dicho en román paladino, como apunta el grupo municipal socialista, «no tienen permiso para abrir las puertas y atender a los vecinos».

El Albaicín a la vera de la Alhambra

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Hay lirios azules en los jardines de la Casa del Chapiz. Una bailarina danza en el Bañuelo creando unas imágenes sugerentemente bellas. El cuentacuentos de la Casa de Zafra embelesa a los niños y a los niños que llevan dentro sus padres. Hay música en la casa morisca del Horno de Oro y el palacio de Dar al-Horra cobra vida con los sones y los bailes.

Los grupos de turistas cruzan a primera hora de la mañana las enormes puertas de la iglesia de Santa Ana, alfa y omega del Albaicín, mientras grupos completos, jadeantes, llenan la sala de espera para comenzar la visita a la Abadía del Sacromonte.

Algo está pasando y la contemplación de Granada desde el Sacromonte es inhumana, bestial. Es una saturación de los sentidos: golpea la primavera a la puerta, mece la brisa los pensamientos, acarician los rayos del sol las mejillas y brillan las colinas sobre las que penden bellos los palacios nazaries y los callejones y rincones albaicineros.

Sólo se entiende el sueño de Granada desde la vetusta Abadía, que también abre hoy sus puertas a una iniciativa que une los dos polos de tracción turística y cultural, la Alhambra y el Albaicín, con la ciudad. Así que lo que pasa es que de alguna forma los granadinos y los turistas están conociendo el Albaicín a la vera de la Alhambra.

El Día Internacional de los Museos permite, al menos ayer sábado, poner a prueba la ilusión de un turismo culto y receptivo que vive Granada. Lejos de la ‘parquetematizacion’ y del viaje organizado de aluvión y tentenpié que nos volvemos antes de que anochezca, esta iniciativa muestra los tesoros de una ciudad que hay que aprender de nuevo y que hay que volver a visitar.

Ya no se trata de ver la Alhambra y de hacerse un selfie en San Nicolás. Se trata de reservar un par de noches y comprender la riqueza de una ciudad única. Es el sueño de la Dobla de Oro, que une el monumento de la Alhambra con un conjunto de visitas a cual más atractivas en el Albaicín que logran unir, por fin, el Patrimonio de la Humanidad que está formado por la Alhambra, el Albaicín y el Sacromonte.

Se ahuyenta así el turismo depredador. No vale ni el ‘balconing’ ni las despedidas de solteros y de solteras con toda la parafernalia cursi de sexshop. En la otra esquina, el botellón a tutiplén, hace que, a todas luces, la Dobla de Oro como ruta culta, lúdica, artística y divertida se convierta en la posibilidad real de que Granada sea más Granada que nunca.

El objetivo, «compartir una jornada que nos servirá a todos para reflexionar sobre la importancia cuidar y proteger nuestro patrimonio más cercano», explica la directora dle Patronato de la Alhambra, Mar Villafranca.

 

Bronca vecinal en el Albaicín

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El movimiento vecinal en el Albaicín es un quebradero de cabeza para el equipo de gobierno municipal del Partido Popular.

El movimiento SOS Albaicín y sus críticas constantes que tuvieron su momento durante la peatonalización de la Carrera del Darro, la reivindicativa AA VV Bajo Albaicín que encaneza Lola Bolix, el ‘golpe de estado’ que permitió ganar las elecciones en la AA VV Albaicín a la propia plataforma SOS Albaicín, las críticas que llegan desde el Sacromonte o los plantes de los vecinos durante las juntas son cuestiones comunes.

La reunión de la junta municipal de distrito del pasado martes no fue una excepción y Juan García Montero se vio obligado a darla por terminada durante el turno de ruegos y perguntas «porque así no se puede discutir».

LA VERSIÓN DE JUAN GARCÍA MONTERO (PP)

García Montero explica que «se acaloraron, empezaron a discutir con todo el mundo y entre ellos, se quitaban el turno de palabra y el tono subió mucho. Hubo incluso algunas palabras gruesas. Lógicamente, como presidente de la junta no puedo consentir estos comportamientos y fue por esta razón por la que decidí poner punto y final a la sesión».

Recuerda el concejal Juan García Montero que no fue algo precipitado. «De hecho, habíamos comenzado a las cinco de la tarde con una reunión de la comisión de Cultura en la que aprobamos por unanimidad una serie de proyectos. Luego empezó la junta a las seis de la tarde y prosiguió de buena manera hasta que en el último punto, el de ruegos y preguntas, comenzó el follón. Creí necesario poner fin y así fue. Sin más».

LA VERSIÓN DE MIGUEL ÁNGEL FERNÁNDEZ MADRID (PSOE)

La versión del concejal socialista Miguel Ángel Fernández Madrid difiere diametralmente y ve más en el comportamiento del concejal García Montero «una falta de respeto a la participación vecinal», define. Según su opinión, y tras presenciar los hechos, Fernández Madrid argumenta que «las críticas a los problemas que genera la movilidad en el Albaicín une a los vecinos. García Montero quiso mostrar que el caso de San Juan de los Reyes, donde los vecinos quieren que vuelva a tener el sentido original de circulación, era un asunto particular, y ha anunciado que el alcalde se reuniría con unos treinta vecinos afectados».

Aquí es donde subió el tono, «ya que la gente protestó porque entiende que la movilidad, el tráfico, los autobuses, los accesos al barrio son una cuestión de todos, no de unos particulares, y querían que el alcalde les recibiera a todos ellos, como han demandado durante años».

LOS ANTECEDENTES

El 20 de junio de 2013 el García Montero, empezó la junta municipal de distrito a las 18.00 horas en punto. Las AA VV habían hecho público que en el transcurso de la reunión abandonarían la junta por «fraude» en la participación vecinal.

Una por una, la Asociación de Vecinos del Albaicín, la del Bajo Albaicín, la de Haza Grande y la de El Fargue, presentaron sus correspondientes escritos a la mesa presidencial de la junta municipal de distrito, y se largaron.

La reacción del concejal Juan García Montero, según explicaron los vecinos a este periódico fue la siguiente: «Esto es una pamplinilla, un paripé, una tontería. Si uno quiere venir a la junta, viene; y si no quiere venir, pues no viene».

 

Albaicín: De ‘El Arco de las Pesas’ al ‘Arco de las Pintadas’

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Tiene la gracia del sentido del humor descerebrado. La pintada es la palabra ‘Sigo’, como si fuera un reto. Y ha aparecido el domingo pasado, cuando se han conmemorado las tres décadas de la declaración del Albaicín y la Alhambra como Patrimonio de la Humanidad. Una catalogación que busca preservar el legado, la historia, el arte de un barrio único.

La denuncia pública quedó recogida el 19 de noviembre en la página de las asociación de vecinos del Bajo Albaicín en un entrada titulada ‘Arco de las Pesas o Puerta Nueva: ¿Patrimonio Mundial?’ (Leer aquí el link).

Se encuentra en el interior del Arco de las Pesas, ese paso mágico que une el Mirador de San Nicolás con Plaza Larga, y luce colores azul chillón y fucsia, por si no llamara suficiente la atención una pintada de dos metros de alta por otros tres de longitud.

La pintada en cuestión ha sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia de los vecinos del Albaicín. En el transcurso de la junta de distrito celebrada esta misma semana, recuerda el edil socialista Miguel Fernández Madrid, «el vocal del Partido Popular presentó una iniciativa para que se instale un sistema de videovigilancia en las zonas más afectadas del barrio».Se refería no solo al Arco de las Pesas, sino a la Muralla Zirí, el entorno del palacio de dar-al-Horra o la Puerta Monaita, lugares salvajemente afectados por las pintadas.

El presidente de la junta de distrito Albaicín, el concejal del Partido Popular Juan García Montero, se comprometió a solicitar un informe, «dado que los sistemas de videovigilancia presentan problemas jurídicos».A continuación, los asistentes a la sesión debatieron «si debía primar el derecho de las personas a la intimidad y a su imagen sobre el de la protección del patrimonio histórico». El asunto quedó pendiente para la junta de distrito del mes que viene.

La Puerta de las Pesas es una de las mas conocidas del actual barrio del Albaicín, informa la Agencia Albaicín en su página en internet. «Construida en el siglo XII se presenta imponente junto a plaza Larga centro neurálgico del barrio.

Sobre su datación cronológica existen varias hipótesis de las cuales la más aceptada es que, fue edificada en el periodo de la invasión almorávide cuando este pueblo de origen bereber fijó la capitalidad de Al-Andalus en la propia Granada, tras derrocar a Abd Allah, el último monarca zirí, para facilitar la comunicación entre la Alcazaba Qadima y el incipiente arrabal del Albaicín».

La profusión de pintadas que ‘decoran’ toda la superficie de la llamada Puerta Nueva, conocida como Puerta o Arco de las Pesas parece que se va a concer ahora como el ‘Arco de las Pintadas’, por los vecinos, granadinos y miles de turistas que lo atraviesan cada día en su recorrido del Mirador de San Nicolás a Plaza Larga, corazón del barrio albaicinero.

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Las quejas no solo vienen por la pintada en el Arco de las Pesas. Los responsables de la Fundación del Agua de Emasagra, sita en el Aljibe del Rey, también han informado de que el mismo autor ha pintado su firma –‘Sigo’– en el lateral del Aljibe del Rey, del siglo XI. Para rematar la racha, Puerta Monaita, además de sus ya ‘clásicas pintadas’, incorpora un tremendo corazón y la frase ‘Te Quiero’.

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