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Cuando llegaba la noche, 
noche que noche nochera, 
los gitanos en sus fraguas 
forjaban soles y flechas. 
Un caballo malherido, 
llamaba a todas las puertas. 
Gallos de vidrio cantaban 
por Jerez de la Frontera. 
El viento, vuelve desnudo 
la esquina de la sorpresa, 
en la noche platinoche 
noche, que noche nochera.

Dentro de estas letras, de estos versos, de estos adjetivos, estalla Lorca y su poesía salvaje que agarra, atrapa y destroza. Palabras que explotan y que saben por sabor y sabiduría, contagian y bailan con el tipo que lee, con la mujer que anhela, con la sombra que quiere desaparecer al Sol.

Aquí encontramos también la inspiración y el objetivo, me dirán, ¿de qué demontres hablamos hoy? De una noche en blanco, que noche nochera en blanco, una iniciativa del Centro Comercial Abierto de Granada que tiene muchos objetivos y que ya ha logrado uno.

Ha conseguido que, habas contadas de la Vega de Graná, Junta de Andalucía, Diputación, Ayuntamiento, Universidad, Cámara y Federación de Comercio, Parque de las Ciencias y Sierra Nevada y unas cuantas administraciones, entes  e instituciones más, se ponga de acuerdo en apoyar que Granada, un 19 de octubre, celebre su primera Noche que noche nochera en blanco. Es decir, cuando Granada imite a Nueva York y no solo no deje dormir sino que también no duerma con sus comercios y tiendas abiertas hasta las cuatro de la mañana.

Otro objetivo es lograr ingresos superiores a un 10% respecto a un día normal, tanto en las cajas de las tiendas como en los bares y hoteles. Otro objetivo es vincular la acción comercial a la potenciación de la marca Granada y, más todavía, lograr mecenazgos, acciones culturales y vincularse a la poesía.

No en vano, noche que noche nochera y en blanco, la ciudad aspira a organizar el evento mundial de poesía y, esta acción, tiene por lema ‘La luna en verso’. Y volvemos a empezar:

La luna vino a la fragua
con su polisón de nardos.
El niño la mira, mira.
El niño la está mirando.
En el aire conmovido
mueve la luna sus brazos
y enseña, lúbrica y pura,
sus senos de duro estaño.
Huye luna, luna, luna.
Si vinieran los gitanos,
harían con tu corazón
collares y anillos blancos.