Una imagen paisajística

«El Territorio Comprometido»

Por Almudena García Mezcua. Arquitecta

El crecimiento de los núcleos urbanos de la Alpujarra supuso una evolución de las zonas de cultivo asociadas a ellos. Así los bancales se fueron rodeando de edificaciones hasta convertirse en huertos urbanos. De ahí la clara presencia de estos espacios tan interesantes desde el punto de vista paisajístico, ya que forman parte de  la imagen de un pueblo blanco con viviendas de pequeña altura, con sus “terraos” de launa y sus chimeneas, en la que sólo sobresale la iglesia, y entre medio de todo eso aparecen los árboles de los huertos, proporcionando una nota de color y viveza.

Esta imagen tan valorada, desde no hace mucho tiempo, es la que se pretende preservar. Se han protegido tanto los bienes de carácter minero-industrial, caminos y escarihuelas, yacimientos arqueológicos, acequias, núcleos de población y zonas de cultivo asociadas, bienes mixtos y torres eclesiásticas.

Unas de las determinaciones más importantes para proteger las zonas de cultivo son la prohibición de introducir  invernaderos, de esta forma se intenta fomentar la forma de cultivo tradicional; la impulsión de medidas económicas para apoyar el mantenimiento de sus elementos constructivos, como pueden ser los balates, paratas y muros. Las nuevas actuaciones deben preservar las vistas paisajísticas cualificadotas del núcleo urbano.

Estas actuaciones de protección no sólo se dan en la Alpujarra; en el Albaicín ocurre una situación similar. Se protegen las edificaciones, los jardines, las calles, las iglesias,… Todo ello preserva la imagen de un conjunto que esta valorado como se merece. Pero hay que preguntarse si estas medidas deberían extenderse a otros territorios para preservar sus valías.

Bonita vista de Juviles./ Archivo GR
Juviles, el valor de un conjunto paisajístico./ Archivo GR

5 Comentarios

  1. Me parece acertada la idea de exportar la protección a otros lares, con objeto de evitar la desaparición del patrimonio cultural. Al hilo de lo que hablas, me he acordado de las minas de Alquife. ¿Cuantas veces se ha propuesto convertirlas en museo o centro de interpretación? ¿cuanto lleva parado el proyecto de reconocimiento como Bien de Interés Cultural? Pues lo necesario para que el expolio del patrimonio minero sea el día a día de este enclave. Tal vez, cuando ya no haya una máquina, ni un solo hierro alguien se de cuenta de que ha llegado tarde.

  2. Almudena, tienes razón al plantear tus reflexiones, que yo comparto. Efectivamente el criterio tanto en los centros históricos de las ciudades como en los núcleos rurales el de evitar su progresiva densificación y la paralela desaparición de los espacios no edificados de carácter privado, tales como los huertos y jardines anejos a las edificaciones tradicionales, de gran importancia a la hora de configurar la escena urbana.
    Os puedo comentar, orgulloso, las buenas prácticas que en dicho sentido se han desarrollado en los pueblos del Barranco del Poqueira (Alpujarra, Granada), sobretodo en Bubión, donde el planeamiento urbanístico ha apostado firmemente por su conservación con una estrategia firme, bastante bien asumida por la población. Idénticas formulas las están proyectando en sus planes urbanísticos La Tahá, Berchules, Juviles, Lobras Almegijar, y Portugos, por ejemplo.
    Pero, en sentido contrario, podemos comprobar el caso de un hermoso pueblo, Jeres del Marquesado, que en poco menos de diez años ha dilapidado la mayor parte de sus valores culturales y ambientales, con la práctica desaparición de sus huertos urbanos y la consiguiente pérdida de las cualidades que aportaban la presencia del agua de las acequias en la escena urbana, las texturas de los muros de piedra, del arbolado, de los aromas,… ¿Ha merecido la pena?

  3. La gran cuestión aquí es: ¿Que debemos hacer cuando estos lugares han perdido su razón de ser y se convierten en eriales dentro de los núcleos de población? El cambio de uso o la reactivación del uso que les dio sentido es algo fundamental para mantener estos espacios vivos.

  4. ¿Y qué debemos hacer cuando estos lugares aún no han perdido su razón de ser y no se han convertido en eriales dentro de los núcleos de población?, si se responde a esta pregunta, se responde a la primera formulada por Mariela.
    Felices vacaciones!!

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