NO ESTAMOS LOCOS. 4º Aniversario de La Ciudad Comprometida (IV)

«La Ciudad Comprometida»

El uso del transporte publico y los medios sostenibles como la bicicleta es un tema recurrente en La Ciudad Comprometida. Como muestra recuperamos un articulo donde se reflexionaba sobre el papel de la bcicleta en una ciudad media como Granada, con titulo «NO ESTAMOS LOCOS«:

Aquello que cantaban los Ketama  es lo que  parecía decirme mi madre hace unos meses, todavía con cierto asombro por su parte, cuando me reconocía que cada vez veía a más personas de todas las edades circulando en bici por Granada. Y seguro que no estamos tan locos los que todos los días usamos en Granada este divertido, limpio, económico, saludable  y eficaz medio de transporte.

Seguramente el adjetivo “divertido” sea el más sorprendente para los que no son usuarios de la bici, pero es mi preferido. Que la curiosidad produzca su beneficioso efecto y cada cual descubra por sí mismo lo divertido del asunto, y aunque solo sea por eso, por curiosidad, tome una bicicleta y empiece a ir de un sitio a otro de la ciudad, no digo sin rumbo fijo como lo hacía Nanni Moretti en Vespa circulando por Roma en su deliciosa película “Caro Diario”, pero sí con ese desenfado con el que él lo hacía, descubriendo otra ciudad a una velocidad más lenta. De este modo, por simple curiosidad, descubrirá que ir en bici llevando al cole a los niños, ir en bici a casa de un amigo, ir en bici al trabajo o a la facultad, permite descubrir la ciudad de otro modo insospechado (de forma más lenta que Moretti, seguro), pero se sorprenderá al descubrir que lo hace más rápido que en coche o que en autobús, que aparcará antes y que llegará con mejor humor.

Marcha Ciclista por Granada el domingo 23 de septiembre
Marcha Ciclista por Granada el domingo 23 de septiembre

Que es un medio de transporte amable, o sea, que crea cierto efecto positivo en los que nos observan, a mí me resulta evidente. Esa sensación de amabilidad que produce  la sigo descubriendo en la sonrisa que despierta en los labios de muchos viandantes que nos miran a los ciclistas urbanos con un punto de admiración, sorpresa y hasta con un poco de envidia sana. Ver a alguien como yo, con muchas canas, pedaleando por el bulevar de la Avenida de la Constitución o por Bib-Rambla ya no es tan raro, puede que ya empecemos a ser muchos los que lo hacemos, y que por tanto, lleve razón mi madre en su apreciación.  Pero todavía pueden ser muchos más los que se sumen, dejen aparcados en casa, junto al coche, algunos prejuicios y se suban a la bici, desinhibidos y felices, con su uniforme, con su falda o con su traje y su corbata.

Como estamos celebrando la semana de la Movilidad aprovecho para compartir esta reflexión personal, poco técnica, muy subjetiva, y no dirigida a ninguna administración sino a cualquiera que se sienta interpelado y que quiera sumarse a este creciente número de los no tan locos que nos gusta cambiar las cosas cotidianas con pequeños gestos. Mis deseos para que una ciudad como Granada, de tamaño medio, con una amplia población universitaria y con una superficie más o menos llana (exceptuando las colinas de la Alhambra y el Albaicín, aunque allí también subimos…faltaría más), pero con un área metropolitana, ésta sí, muy llana en la que ya vivimos medio millón de habitantes pueda llegar a alcanzar el mismo éxito que Barcelona o Sevilla en el uso cotidiano de la bici:

1)      Más y mejores kilómetros:  Hay que seguir insistiendo para que construyamos más kilómetros de carril bici no solo en la ciudad sino extendiéndolos en una red metropolitana que (¡ojo! muy importante) no quede interrumpida al llegar a los pueblos o ciudades de la periferia sino que continúe a través de ellos. Cualquier red de carril bici, sea municipal o metropolitana, interrumpida acaba siendo inservible y será una inversión inútil. Voy en bici, con cierta frecuencia, a Santa Fe desde Granada y a pesar de algunas interrupciones, que las hay, tengo comprobado que tardo menos así que usando el transporte público. Pero queda aún pendiente darle continuidad a los tramos que existen ahora, darle seguridad a las travesías urbanas continuando el carril bici dentro de Purchil, de Belicena y de Santa Fe, y creando recorridos que eviten cruces con carreteras.

Un valiente jugándosela por el Camino  Bajo de Huétor entre tráfico denso y al anochecer. Y aquí cabe perfectamente un carril bici, que bien diseñado, comunicaría  Monachil, Cájar, Huétor Vega y Granada.
Un valiente jugándosela por el Camino Bajo de Huétor entre tráfico denso y al anochecer. Y aquí cabe perfectamente un carril bici, que bien diseñado, comunicaría Monachil, Cájar, Huétor Vega y Granada.

            2)      Compartir, pero sin arriesgar: Una vía de tráfico denso no puede ser compatible con el tráfico ciclista porque siempre estaremos en desventaja y seremos expulsados de ella. No hay más que ver la Gran Vía granadina tan bonita y tan insufrible por el ruido y por el humo del tráfico de autobuses más denso de la ciudad. Yo ya he sido expulsado y ahora me acogen otras calles menos “bonitas” pero más seguras y menos ruidosas. Estamos deseando que se inaugure el Camino de Ronda, y que se una por fin el norte y el sur de la ciudad con un carril bici, aunque quepa alguna mejora en su trazado. Éste tendrá carácter sobre todo urbano pero acabará sirviendo de vía metropolitana si se engarza bien con Maracena y Armilla, asunto nada complejo.

Convivencia bici-peatón por calles peatonales del centro de Granada
Convivencia bici-peatón por calles peatonales del centro de Granada

3)      Bicis y ciudad histórica: El centro de la ciudad debe ser cada vez más de la bici y menos del coche. En la ciudad histórica hay que señalizar las calles aptas para que la bici las comparta bien con el peatón, adaptándose a su paso, bien con el coche siendo éste el que se adapte a la bici. En ambos casos acompasando la velocidad de la marcha. Se puede y se debe compartir el espacio público de ciertas calles siempre que prime la educación y el respeto por el tráfico más débil. Circular por las aceras que no sean suficientemente anchas no hace más que crearnos furibundos opositores, y con toda la razón.

4)      Aparcar-Ahorrar: Hay que dotar de aparcamientos de bicicleta a todos los barrios de la ciudad, no se olvide que en el lugar que ocupa un coche caben cinco o seis bicis, en el lugar de una moto casi dos bicis. Se trata de ahorrar espacio. Y hay que aparcar donde se haya habilitado un espacio para ello. Aparcar la bici en cualquier árbol o señal de tráfico tampoco dice nada bueno de los ciclistas. Pidamos más aparcamientos en nuestras facultades, en el cole de nuestros hijos, en nuestras empresas, en los parques, en las plazas, en las calles.  Y hagamos uso de ellos cuando existan.

                

Plaza de los Lobos: aparcamiento para motos y bicis, mal diseñado y por tanto saturado de motos. La bici acaba mal aparcada.
Plaza de los Lobos: aparcamiento para motos y bicis, mal diseñado y por tanto saturado de motos. La bici acaba mal aparcada.

   5)      Negocio sano: Hay que incentivar a empresas de alquiler de bicicletas  para que se instalen en la ciudad y generen esa sana adición que han generado ya Sebici o Bicing en Sevilla y Barcelona. Ya hay quien, en Granada, está haciendo negocio, sanísimo negocio, con las bicis de alquiler para turistas, cada día abren más tiendas de bicis, más talleres en los que hay colas y lista de espera, y nuevos empresarios que resucitan ideas familiares, como ya hemos visto con Rabasa que vuelve a montar bicis, ahora urbanas. Bienvenidos empresarios audaces.

Está muy bien el “día de la bicicleta” (allí estaremos como otros año), es muy divertido para niños y mayores, pero está mejor y puedo garantizar que es igual de divertido hacer que todos los días del año sean “días de bicicleta”.

Y por supuesto todo lo ya sabido y hasta muy manido: es ecológica, económica, eficaz, saludable,…muy sostenible. Pero insisto, es muy divertida y muy recomendable también por el buen humor que genera…ya se sabe: las endorfinas.

Gabriel Fernández Adarve, Arquitecto de GRarquitectos

NOS QUEDA TANTO QUE HACER. 4º Aniversario de La Ciudad Comprometida (III)

«La Ciudad Comprometida»

Finalizamos la primera semana de aniversario de La Ciudad Comprometida releyendo la reflexión:» NOS QUEDA TANTO QUE HACER»:

Hace unos días pude leer en un artículo breve, de esos que incluyen las revistas de las compañías aéreas, en el cual, más allá de la precisión de los datos ofrecidos, se mostraba una semblanza bastante elocuente del mundo actual. Decía algo así:

Si pudiéramos reducir proporcionalmente la población de la Tierra a solo 100 personas, pasarían cosas como, por ejemplo, que habría 57 asiáticos, 21 europeos, 14 americanos y 8 africanos. Por otro lado, sólo de esos 30 habitantes serían blancos y, también, sólo 30 serían cristianos. En el plano social, las cifras son escalofriantes: 70 de los 100 serían analfabetos, 50 padecerían malnutrición y 80 habitarían viviendas precarias…

Región de Coquimbo
Región de Coquimbo

Como sabéis, desde La Ciudad Comprometida prestamos una atención especial a las cuestiones relacionadas con la calidad urbana y con el derecho a acceder a una vivienda digna. Y por ello solemos dar prioridad en la  elección de nuestros proyectos y planes a aquellos que pueden atender de una u otra manera a la mejora general de las ciudades. Y no es por casualidad que hayamos apostado decididamente intervenir en Latinoamérica bajo el concepto DESARROLLO DE CIUDADES COMPROMETIDAS. Ciudades como Cochabamba en Bolivia, Arequipa en Perú, y Copiapó, o Coquimbo en Chile, nos están permitiendo de una u otra manera contribuir en la calidad de vida de sus habitantes y en la promoción de ciudades democráticas, inclusivas, armónicas y sostenibles… en cuyas políticas urbanas, sin duda alguna, la erradicación de las viviendas precarias va vinculada no solo a la mejora general de la urbanización de los barrios, sino también a garantizar unas razonables dotaciones de proximidad y su adecuada articulación con el resto de la ciudad.

Por eso, como os decía, ¡Nos queda tanto por hacer!

Loteado en Arequipa
Loteado en Arequipa

¿MI CIUDAD ESTÁ PREPARADA FRENTE A LOS RIESGOS QUE LA ACECHAN?. 4º Aniversario de La Ciudad Comprometida (II)

«La Arquitectura Comprometida»

Seguimos con la recopilación de articulos mas destacados del blog de este ultimo año. Hoy compartimos el articulo ¿MI CIUDAD ESTÁ PREPARADA FRENTE A LOS RIESGOS QUE LA ACECHAN?, donde se trata el tema de como desarrollar ciudades más resilientes:

 

“Actualmente, más de la mitad de la población mundial vive en ciudades, por lo que lograr que nuestras ciudades sean más seguras es un reto a largo plazo que podemos alcanzar… así, la resiliencia y la reducción del riesgo de desastres deben formar parte del diseño y estrategias urbanas para lograr un desarrollo sostenible”.

Con estas palabras comienza el manual que para líderes de los gobiernos locales ha elaborado Naciones Unidas a fin de desarrollar ciudades más resilientes, mejor preparadas ante los riesgos que la acechan, dentro de la Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres (UNISDR), y la correspondiente campaña mundial de difusión 2010-2015.

Este manual ha de proporcionar a los distintos regidores del mundo un marco genérico para la reducción de riesgos y la identificación de buenas prácticas y herramientas ya experimentadas, y para ello crea este foro para el intercambio de conocimientos.

Captura de la web de UNISDR. FUENTE: unisdr.org
Captura de la web de UNISDR. FUENTE: unisdr.org

Pero para saber en qué situación está cada ciudad, el citado manual desglosa una lista de comprobación con 10 aspectos básicos, con los que se podrá establecer el nivel o estatus en que se hallan cada una de las ciudades que quieran adherirse al programa, o que simplemente quieran conocer en qué posición se encuentran ante la prevención e intervención frente a riesgos.

De manera resumida, los 10 aspectos esenciales para lograr ciudades resilientes son:

  1. Mi ciudad está organizada y coordinada: Desde cómo debe participar la sociedad  civil, al conocimiento de cúal es el papel que cada departamento municipal debe jugar.
  2. Mi ciudad asigna un presupuesto a la reducción del riesgo de desastres y ofrece incentivos a los distintos agentes sociales para ello.
  3. Mi ciudad mantiene información actualizada y pública sobre las amenazas y vulnerabilidades de la que es presa, elaborando evaluaciones de riesgo y utilizándola como base para sus planes y decisiones relativas al desarrollo urbano.
  4. Mi ciudad invierte en infraestructuras para reducir el riesgo, ajustándolas incluso al cambio climático.
  5. Mi ciudad ha evaluado la seguridad de sus instalaciones educativas y de salud, mejorándola cuando es necesario.
  6. Mi ciudad aplica sus reglamentos de construcción y de planificación del uso del suelo en cuanto a los aspectos relativos al riesgo, identificando terrenos seguros y, cuando sea factible, modernizando los asentamientos informales.
  7. Mi ciudad lleva a cabo programas educativos, de sensibilización y capacitación, sobre la reducción de riesgos.
  8. Mi ciudad protege las zonas naturales de amortiguación frente a riesgos.
  9. Mi ciudad tiene establecidos sistemas de alerta temprana y desarrolla capacidades para la gestión de emergencias a través de simulacros regulares.
  10. Mi ciudad, tras un desastre, atiende de manera prioritaria a los damnificados, ofertando la reconstrucción de sus hogares y medios de sustento.
Ciudades Resilientes. FUENTE: uimunicipalistas.net
Ciudades Resilientes. FUENTE: uimunicipalistas.net

Con estas simples propuestas, cada ciudadano, en el derecho que tiene de exigir a sus gobernantes que gestionen bien sus intereses, pero también en el deber que tiene de participar en el beneficio de su comunidad, pueden en apenas unos minutos fijar en qué situación se encuentra su ciudad respecto a la reducción de riesgos de desastres, algo a lo que desde estas líneas invitamos y caso de observar deficiencias en su ciudad lo haga saber a sus regidores.

Y si tus inquietudes te llevan más allá, entre el 7 de noviembre y el 9 de diciembre del presente se celebrará en Panamá el I Curso Taller Internacional sobre Gestión de Riesgos de Desastres y Promoción del Desarrollo Sostenible en los Gobiernos Locales, auspiciado por la UIM (Unión Iberoamericana de Municipalistas) y la propia Oficina de Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres.

Para más información sobre el Manual se puede consultar la página web www.unisdr.org/campaign y hacer cuantas sugerencias se consideren oportunas a isdr-campaign@un.org. Mientras que si lo que quieres es informarte sobre el curso lo puedes hacer en www.uimunicipalistas.org

Juan Garrido Clavero, geógrafo de GRarquitectos

4º ANIVERSARIO DE LA CIUDAD COMPROMETIDA (I)

“La Ciudad Comprometida”

Esta semana este blog cumple 4 años. En un momento donde todo cambia y nada permanece, nos tenemos que alegrar que esta aventura continúe ofreciendo un espacio de difusión y debate para todo aquel que quiera acercarse a los principios que mueven La Ciudad Comprometida. Prueba de ello son los casi 1.000 artículos y más de 3.300 comentarios que alberga la web.

Para celebrar este aniversario os proponemos recordar durante las siguientes dos semanas algunos de los artículos más destacados del último año.

Hoy comenzamos recordando el artículo titulado “¿Degradación o revitalización? ¿Ruptura o integración?

¿DEGRADACIÓN O REVITALIZACIÓN? ¿RUPTURA O INTEGRACIÓN?

En «La Ciudad Comprometida» hablamos bastante, como sabéis, sobre la necesidad de  reciclar los edificios. Y lo hacemos desde una triple perspectiva: primero desde el punto de vista de la sostenibilidad, ya que la rehabilitación permite alargar la vida útil de los edificios y reducir por tanto su huella ecológica; segundo porque la rehabilitación nos permite conservar y revitalizar los mejores ejemplos de la arquitectura heredada (sea de interés monumental, tipológico o ambiental, y ya se trate de bienes culturales de valor histórico, defensivo, industrial, o etnológico), a modo de pequeñas joyas que con su  presencia cualifican nuestros entornos urbanos y rurales; y tercero porque en el caso de los centros históricos las estrategias de rehabilitación urbana son imprescindibles para garantizar su autenticidad cultural, como alternativa a la práctica lamentablemente utilizada en tantas ciudades que consienten la sustitución progresiva de sus inmuebles  lo que suele llevar a una transformación  tipológica y también social, que los despoja de valor cultural y de vida…

Pero en el presente artículo querría centrarme en la polémica que muchas veces suscitan algunas intervenciones «supuestamente rehabilitadoras» en los círculos profesionales o en los colectivos  más sensibilizados con el patrimonio histórico, sea por la excesiva transformación arquitectónica que proponen, sea por proponer un cambio de uso del edificio original, sea por propiciar la transformación del carácter del entorno originario…. Es decir, ¿Hasta dónde debemos llegar con la rehabilitación de los edificios?

Convento Jesus del Valle. Granada

Convento Jesus del Valle. Granada

Y para ilustrar este tema propongo rescatar una polémica que cíclicamente se abre en mi ciudad de Granada (Andalucía, España) sobre la rehabilitación/transformación para uso hotelero del antiguo Convento de Jesús del Valle, en las riberas del río Darro, y a la sazón en el entorno territorial de La Alhambra, que siempre suscita una fuerte oposición por parte de los sectores sociales relacionados con la defensa del patrimonio o los de corte ecologista… Recordaremos que se trata de un conjunto conventual inscrito recientemente en el Catálogo General del Patrimonio de Andalucía pero que tras años de abandono (y, porqué no decirlo, de expolio) hoy sufre un alto deterioro físico y patrimonial que amenaza incluso a la integridad de sus estructuras… y que ha supuesto la «desaparición» de la práctica totalidad de sus bienes muebles (carpinterías, armaduras, rejería, etc) y de su valor cultural arquitectónico. Y recordemos asimismo que se encuentra ubicado en un contexto rural de alto valor cultural al estar relacionado con la captación de la Acequia Real de La Alhambra y por constituir un memorable paisaje lleno de matices históricos y ambientales.

Patrimonio de la Aglomeración Urbana de Granada, con Jesus del Valle al fondo
Patrimonio de la Aglomeración Urbana de Granada, con Jesus del Valle al fondo

Pero mientras que se dirime el larguísimo debate sobre todas esas cuestiones que sin duda son esenciales para definir las características de la intervención, tales como la definición de los valores patrimoniales de este conjunto arquitectónico, si debería expropiarse o no, a que uso o usos podría destinarse, sobre la mayor o menor compatibilidad para ampliar su superficie construida, o incluso si su recuperación podría afectar negativamente a su entorno paisajístico…. La realidad es entre tanto y tanto debate sobre qué hacer finalmente con este inmueble, sus valores patrimoniales van degradándose paulatinamente tanto por la inacción de sus propietarios (que ya sea por dificultades económicas, sea por la indefinición sobre su destino final, sea por intereses especulativos, están incumpliendo el deber por imperativo legal de su conservación); como, obviamente, también de las administraciones (en este caso la municipal, Granada, y la regional, Andalucía) que subsidiariamente podrían intervenir acometiendo al menos obras de consolidación y de conservación, ya que la legislación cultural así lo prevé, pero… está claro que ya sea porque no se trate de una actuación prioritaria para una u otra administración, o ya sea porque los recursos económicos y la capacidad de gestión de las administraciones públicas en general son limitados y por tanto insuficientes para atender desde lo público a tanta riqueza patrimonial existente, la realidad es la que es y cada vez nos queda menos edificio y menos patrimonio, y por tanto  menos necesidad de rehabilitar… Y como este caso, decenas de situaciones en todas las ciudades y en todos los países, por supuesto. De modo que junto a las dificultades económicas y/o de gestión de las administraciones que ni tan siquiera cuentan con recursos suficientes para atender a las necesidades de conservación de sus propios edificios, nos encontramos una y otra vez con tediosos debates en los que muchas veces se sobreactúa, y que se vuelven irracionales, ineficaces y, por qué no llamarlo así, perniciosos para la defensa del patrimonio que supuestamente buscan.

Por tanto, difícil panorama para la preservación y la puesta en valor de este bien patrimonial (como podría ser de cualquier otro ejemplo), porque a todo lo anterior habría que añadir la notable dificultad, y esta si que es real, para conciliar los puntos de vista de los tres agentes implicados: propietario (empresarial), municipio  (urbanístico y social) y administración cultural (tutela patrimonial).

En fin, os he narrado uno de tantísimos ejemplos que demuestran una gran ineficiencia social, atribuible desde mi punto de vista a todas las partes, fruto de la dificultad/incapacidad de concertación entre las administraciones públicas, de sistemas de toma de decisiones claramente mejorables, y con seguridad de déficit en la planificación urbanística y patrimonial de nuestras ciudades y territorios, lo que impide que ciertas cuestiones esenciales sobre el alcance de la intervención  en este tipo de bienes, ya esté predeterminado en lo posible  de antemano. Por tanto, en general, y no solo en este caso que nos sirve de ejemplo, se necesario exigir a los tres agentes implicados que actúen con responsabilidad, claro, pero también con flexibilidad: ya que corresponderá a los propietarios y a sus arquitectos (y demás asesores claro) intervenciones ejemplares; como corresponderá a las administraciones claridad en sus planteamientos de protección de modo que una vez establecidos sus criterios no se modifiquen y que sean estables, racionalidad a la hora de establecer las exigencias específicas de protección, eficacia para evitar la superposición de competencias de unas y otras, capacidad de concertar soluciones con otros organismos, y agilidad, toda la agilidad posible, porque no hay actuación empresarial que soporte varios años de tramitación… (¡Con la que está cayendo!) Y porque, en definitiva, el daño del abandono, de la rigidez, o de la demora en la intervención lo sufre en última instancia el patrimonio.

La experiencia nos dice que los mejores edificios históricos suelen ser además magníficos contenedores para usos bien diversos, y que incluso muchos de ellos ya lo han experimentado a lo largo de su vida útil. De ahí que, sin negar que en muchos casos pueda ser conveniente que diversos edificios patrimoniales se destinen a usos equipamentales, no deberíamos obcecarnos con esta medida dado que ni los recursos públicos son ilimitados, ni está claro que el mejor destino para dotar de nueva vida a todos los inmuebles que han quedado obsoletos pase por su uso público. Mas bien al contrario, porque no es tan fácil dotar de nuevo uso a los edificios cuyas funciones originales quedaron obsoletas, sobre todo si se trata de complejos de cierta envergadura. Y, claro, no es posible destinarlos todos a usos museísticos o culturales…

De ahí que, desde mi punto de vista, la clave estaría en determinar, a ser posible a priori, los parámetros específicos que garantizarían la bondad de una intervención futura, obviamente dando prioridad a las cuestiones patrimoniales, y dejar lo más abierto posible el uso final en la medida en que su implantación pueda ser compatible con las necesidades de protección y de conservación de sus valores específicos. Es decir, controlar las intervenciones arquitectónicas y funcionales que los vuelvan a llenar de vida, y no tanto en perdernos en los debates que a la postre impidan su regeneración…

Junto a buenos ejemplos de buenas intervenciones de recuperación y cambio de uso, tenemos lamentablemente otros menos ejemplares, pero sobre todo tenemos innumerables casos de edificios abandonados, sin uso, degradándose a marchas forzadas, en lo que sin duda es un pecado por inacción o por rigidez que no deberíamos permitirnos….

Antiguo Convento de Santa Paula, actualmente con uso hotelero
Antiguo Convento de Santa Paula, actualmente con uso hotelero

Para ello, la experiencia demuestra que los planes específicos para la protección de los centros históricos, los planes directores de los monumentos y bienes más complejos, junto con la elaboración de los catálogos de protección del patrimonio, constituyen adecuadas herramientas para la tutela y también para el impulso de la revitalización del patrimonio heredado.

Plan Especial de Protección y Catalogo del Sector Alhambra. Granada
Plan Especial de Protección y Catalogo del Sector Alhambra. Granada
Plan Director del Conjunto Conventual de San Antón. Granada
Plan Director del Conjunto Conventual de San Antón. Granada
Ejemplo de Ficha de Catálogo de Protección del Patrimonio Cultural
Ejemplo de Ficha de Catálogo de Protección del Patrimonio Cultural