LA HUERTA DE LORCA

«La Arquitectura Comprometida»

El Parque García Lorca  alberga en su interior uno de los museos más atractivos de Granada. Es más, dicho inmueble fue la excusa para el diseño  y ubicación en alquel lugar de este parque urbano, cuando la ciudad absorbió  otro rinconcito de Vega…

La finca llamada “Huerta de San Vicente” fue adquirida en el año 1925 por el padre de Federico García Lorca. Fue la residencia de verano de la familia desde 1926 hasta 1936. Se inauguró con el conjunto de bienes muebles, cuadros y enseres que había en la casa en el momento de su compra por parte del Ayuntamiento de Granada. En 1995, los únicos documentos fiables que existían sobre la disposición de este conjunto mobiliario eran una serie de fotografías realizadas en el período 1926-1936. Estas fotografías permiten delimitar con precisión el calificativo de “originales” aplicado a los muebles que la decoran actualmente y que conforman el espacio de la Casa-Museo: en ellas vemos el escritorio del poeta, el gramófono y su pie, el piano de media cola, el diván, las mecedoras y las sillas Thonet, la reproducción de La primavera de Botticelli, el espejo con marco art decó, entre otros enseres de menor entidad.

Fuente: www.culturaandalucia.com
Fuente: www.culturaandalucia.com

El resto de los muebles, así como los enseres y otros documentos y obras de arte que hoy pueden verse en la Casa-Museo fueron o bien parte del mobiliario de la Huerta en alguna de sus épocas entre 1926 y 1936, o bien pertenecieron en algún momento a la familia Lorca.

Lugar de memoria histórica y literaria, además de lugar de vida y creación (1926-1936), el paseo por la Casa-Museo de la Huerta de San Vicente permite entonces recordar y comprender aspectos como:

– Ambiente y decoración de una casa granadina de campo de principios de siglo XX.

– Elementos concretos de la vida cotidiana de la familia García Lorca.

– Las obras escritas en la Huerta por Federico García Lorca.

– Las relaciones artísticas y de amistad del poeta, puestas en relación con los fondos expuestos en la Casa-Museo (obras de arte, objetos, etc.).

– Relación paisajística y emocional entre la Huerta y la ciudad, a través de la mirada y las obras del poeta.

– Los acontecimientos que tuvieron lugar entre el 14 de julio y el 9 de agosto de 1936.

Entendidas como acción cultural, las visitas a la Casa-Museo no se limitan al hecho de franquear un espacio físico y simbólico para su contemplación. Por ello las personas pasean en grupos reducidos, acompañados del guía y durante aproximadamente 30 minutos. Los visitantes reciben una adecuada información, graduada en función de sus características e intereses, que abarca datos relativos al mobiliario, obras de arte y objetos de decoración, historia de la Huerta de San Vicente, vida y obra de Federico García Lorca, el contexto histórico y cultural de su época, etcétera.

La Casa-Museo muestra al público dos áreas diferenciadas: Estancias y Sala de Exposiciones.

Estancias

Recibidor, Sala del Piano, Comedor, Cocina y Dormitorio de Federico García Lorca forman las Estancias; muestran muebles, utensilios, suelo y decoración originales, además de obra plástica de artistas coetáneos, Salvador Dalí, Rafael Alberti, Rafael Barradas, Manuel Ángeles Ortiz, Hermenegildo Lanz y Santiago Ontañón, entre otros.

Fuente: www.culturaandalucia.com
Fuente: www.culturaandalucia.com

Sala de Exposiciones

Sin alterar la estructura interior original, la Sala de Exposiciones ocupa tres habitaciones del piso alto que en su día fueron cuarto de baño y dormitorios de diversos miembros de la familia. Esta Sala ofrece desde 1995 dos tipos de muestras: Exposiciones Temporales y Exposición Permanente; esta última ofrece todo el año una importante selección de dibujos, manuscritos y fotografías originales de Federico García Lorca pertenecientes a los fondos de la Fundación Federico García Lorca, así como una selección del archivo fotográfico histórico propiedad del Patronato Municipal Huerta de San Vicente y el conjunto de figurines originales de Federico García Lorca para el entremés La cueva de Salamanca, de Miguel de Cervantes, representado por la compañía La Barraca en 1932.

Información de interés

Horarios: De martes a domingos de 9.15 a 14.15 y de 16 a 19 h

Precios: Niños, pensionistas y estudiantes 1€; Adultos 3 €. Miercoles no festivos entrada gratuita.

Realizado por Santiago Salas Martín, Arquitecto de GRarquitectos.

ARQUITECTURA Y DERECHOS HUMANOS

“La Arquitectura Comprometida”

Transcribimos el texto con el que el Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España celebraba el Día Mundial de la Arquitectura hace un par de años como uno de los actos dentro de la Semana de la Arquitectura. En el mismo se vinculaba la arquitectura con la Declaración de los Derechos Humanos de la ONU, lo cual nos recuerda nuestra serie Arquiderechos Humanos, motivo por el que lo rescatamos. Para este año se ha elegido el lema Cultura-Arquitectura, que podéis leer AQUÍ.

Viviendas Sociales en Calle Ramon y Cajal de Sevilla. Fuente: vazquezconsuegra.com
Viviendas Sociales en Calle Ramon y Cajal de Sevilla. Fuente: vazquezconsuegra.com

ARQUITECTURA Y DERECHOS HUMANOS:

 “Toda persona tiene derecho a un nivel de vida que le asegure el acceso a la vivienda”, dice el artículo 25 de la Declaración de la ONU. 

 Con frecuencia olvidamos que el medio físico construido constituye el marco y el hábitat, el biotopo, donde se desarrolla la práctica totalidad de la vida cotidiana de las personas y del amplio espectro de conjuntos, grupos y clases sociales que constituyen las extremadamente diversas sociedades contemporáneas. El medio físico construido (es decir, la arquitectura, el paisaje) envuelve nuestra existencia, la protege (o no), introduce peculiaridades únicas y condiciona nuestra sensibilidad. Marca el devenir de nuestras vidas y también de nuestras relaciones. Entrelazado por conexiones
profundas, el medio físico construido (la arquitectura) es también memoria histórica y expresión de singularidades que a menudo hunden sus raíces en lejanos tiempos pasados. A esa arquitectura, que afianza los derechos humanos, tenemos todos derecho.

Lo arquitectónico expresa buena parte de nuestra vida y se confunde con ella. En su dimensión edificatoria, urbana o territorial, paisajística, ampara o dificulta la convivencia de los diferentes grupos sociales y étnicos y enmarca el disfrute de la vida cotidiana. La naturaleza pública del espacio (público), de la arquitectura y su necesaria calidad, nos lleva a solicitar con insistencia que la arquitectura se convierta en una política pública establecida y reconocida, permanente, como uno más de los derechos y obligaciones a los que las sociedades y las ciudades democráticas aspiran, un derecho que los poderes públicos deberían garantizar.

Sin embargo, a todos nos incumbe una responsabilidad en ello. Porque una transversalidad evidente e intensa recorre lo arquitectónico. Es así como el fomento de su calidad involucra tanto a las administraciones públicas como a las  instituciones privadas; a las amplias colectividades como a los profesionales; a los entornos formativos como a los gestores urbanos; al rigor científico-técnico y a la creación artística; a las decisiones políticas como a la mediación; a la gestión de conflictos o la participación ciudadana; buscando una convergencia de actuaciones que tengan como
objetivo un proyecto contemporáneo siempre vivo: unas “mejores ciudades, una vida mejor ”, en una dialéctica continua e interminable, transversal, entre lo público y lo privado.

Requerimos, pues, acciones permanentes y no fugaces llamamientos. Es preciso: elevar el nivel de conocimiento, sensibilidad y capacidad de exigencia de los diversos grupos de ciudadanos; la incorporación de la arquitectura y el urbanismo en las enseñanzas escolares; una activa defensa (por cierto, no exclusivamente arqueológica) del patrimonio edificado; una difusión incrementada de la dimensión cultural de la arquitectura; la urgente mejora de los concursos de arquitectura, etc. Y por fin, necesitamos algunas infraestructuras culturales para la arquitectura y una Ley que la proteja.

Es preciso, por tanto, divulgar el entendimiento de la arquitectura como una disciplina socialmente útil y no como un ejercicio de exhibicionismos diversos al servicio de fundamentalismos económicos también diversos, prisionera de un mercantilismo suicida. Cuestión que en nuestros días es preciso denunciar con insistencia, después de tan negativas experiencias, demasiado generalizadas, en los últimos años…

Nuevas palabras clave caracterizan el momento actual, comportando reflexiones que deben abrirse camino: utilidad social, reutilización, sostenibilidad, rehabilitación, participación, estética, racionalidad constructiva, oficio y diseño… Y austeridad. La rehabilitación y la energía se revelan, en nuestro ámbito territorial y cultural, como una estrategia de largo alcance, y resultan dos de las claves para definir un nuevo modelo, en una salida positiva e imprescindible a la actual crisis económica que nos atenaza.

Con ocasión del Día Mundial de la Arquitectura, la UIA y el CSCAE hacen un llamamiento a las administraciones públicas locales, autonómicas, estatales y europeas implicadas, a todas las instituciones y las empresas privadas, a todos los
profesionales de la arquitectura, a los responsables de formación y a los operadores y gestores culturales, y a los pensadores, para que adopten y apoyen iniciativas necesarias que permitan caminar en esta dirección, sumándonos así, activamente, útilmente, a una celebración comprometida del Día Mundial de la Arquitectura con el objetivo de afianzar uno de los derechos humanos fundamentales.

Enlace al comunicado original.