LA CIUDAD COMPROMETIDA: EL TÍTULO

«La Ciudad Comprometida»

Hace unas semanas publicamos una artículo sobre la asociación «La Mujer Construye», a la que pedimos su colaboración en nuestro blog «La Ciudad Comprometida» a través de una serie de reflexiones, de las cuales esta es la primera, de lo que esperamos sea una interesante serie.

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De todas las acepciones que he encontrado en distintos diccionarios españoles sobre el significado de la palabra compromiso, este es el que más me gusta: “Acuerdo por el que dos partes enfrentadas reducen sus demandas o cambian sus opiniones en un intento de llegar a un entendimiento.”

Yo incluso lo mejoraría para llegar a decir que es un:

Acuerdo por el que dos o más partes, responsable y libremente,  intentan llegar a un entendimiento con objeto de  mejorar su relación -entre ellos y con los demás-,  buscando una dirección común que les indique el camino a seguir.

 Una ciudad comprometida, entonces, sería aquella en la que su ciudadanía desea encontrar acuerdos que justifiquen su esencia como ciudadanos para mejorar aspectos como son el derecho de la palabra, el reparto de la riqueza o el cobijo necesario, mediante la creación de viviendas dignas para todos y espacios públicos abiertos y participativos, así como de infraestructuras y de servicios comunes.

 El compromiso tiene que ver con la palabra dada. Con el honor y con aspectos de la vida que hoy no todos suscriben, como es la no necesidad de documentos o firmas para llegar a un acuerdo. Basta con un apretón de manos.

 Por eso y como primera colaboración en este portal, donde se tratan tantos temas, -muchos de ellos ligados a la planificación de las ciudades, otros al paisaje, algunos a la poesía y todos dirigidos a las personas y al compromiso con ellas,- creo que lo primero es lo primero. Titular es fundamental. Y doy la enhorabuena a Juan Carlos García de los Reyes y a su equipo por tan acertada elección del título de su blog.

 Noviembre 2014

Cristina García-Rosales

Arquitecta

La Mujer Construye