Las ciudades, el gran reto del siglo.

«La Ciudad Comprometida»

 

Las ciudades se han convertido en los actores clave del desarrollo y de la vida mundial. Basta con mirar los números. Según las estadísticas del banco mundial, en el año 2013, el 53% de la población mundial vive en zonas urbanas, lo que supone unos 3.763 millones de personas aproximadamente. Y todas las proyecciones  apuntan a que en los próximos años esta cifra seguirá creciendo, hasta el punto que algunos autores, como Leo Hollis, afirman que a finales de este siglo un 99% de la población mundial será urbana.

Esto nos lleva obligatoriamente a pensar en las ciudades con una visión de futuro, tanto en su crecimiento y ordenación, como en ciertas variables importantes como la sustentabilidad, la eficiencia energética, la innovación en múltiples áreas, la apuesta por la cultura y la creación, la planificación de los espacios con mirada holística y la capacidad de resiliencia. Y todo ello desde el “urbanismo social”, es decir pensar en las millones de personas que las habitan. Así, el crecimiento de las grandes urbes, así como el cambio climático son dos de los desafíos que se nos presentan en el nuevo siglo.

Medellín, Colombia. Un ejemplo de ciudad innovadora. Fuente: radiosantafe.com

Las ciudades se han convertido en actores propios, incluso a veces con dinámicas tan concretas que interactúan con otras grandes urbes por encima de los gobiernos nacionales. Esto viene dado porque las son el principal generador de riqueza y consumidor número uno del planeta, así como los focos de los grandes problemas climáticos, como la contaminación. La necesidad de ordenación de estos grandes monstruos es esencial para garantizar la habitabilidad de sus moradores, y las soluciones beben de estas relaciones interurbanas internacionales, exportando y compartiendo experiencias, ideas y soluciones entre ellas. Por ejemplo el plan de basuras de San Francisco, el Metrobus colombiano, la eficiencia en materia de transporte de Seúl o Londres, son ejemplos para otras ciudades de cómo poner solución a problemas concretos, salvando las características propias de cada una de ellas.

Ciudad de San Francisco. Fuente: fotos.org

Por otro lado, cada vez se tienen más en cuenta como grandes centros de intercambio y generación de cultura, ideas, tecnología y cambios y fragmentación social. Además las propias necesidades de las personas que vivimos en ellas han cambiado sustancialmente desde hace un siglo, demandando, con más fuerza, espacios verdes, vías de movilidad en bicicleta, etc. Por ello otra cualidad indispensable del nuevo planteamiento urbano, es la capacidad de las propias urbes de reinvertarse  y adaptarse a las nuevas demandas, ya que al fin al cabo una ciudad es sus habitantes.

En conclusión las nuevas macrociudades del siglo XXI crecen más allá de sus propios países ya que son los principales actores políticos, sociales, económicos, consumidores y contaminadores, y nuestro gran reto es empezar a desmigar las claves para ponernos trabajar en su ordenación, ya que nuestra calidad de vida, y la de millones de personas depende de ello.

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