EL CAMINO SE DEMUESTRA ANDANDO… EN UNA CIUDAD ACCESIBLE PARA TODOS

Buenos días, como dicen en nuestra tierra… “El camino se demuestra andando” y traigo esto a colación porque para casi cualquier cuestión, como por ejemplo mejorar nuestras ciudades, tantas veces no hay nada mejor que crear una buena norma, bien práctica y con claras intenciones didácticas… Y os cuento esto, porque acabo de analizar un estupendo Manual elaborado por el Ayuntamiento de Madrid sobre ACCESIBILIDAD PARA ESPACIOS PÚBLICOS URBANIZADOS, pero que como las cosas bien hechas, y esta lo es, seguro que va a servir de referencia no solo al resto de los municipios españoles, sino también con alcance internacional, lo veréis…

Aunque constituye un documento que integra los avances de otros prestigiosos autores y organizaciones, yo quiero enfatizar su carácter didáctico y práctico, por lo que empieza recordando la definición precisa de los tres conceptos fundamentales:
“ACCESIBILIDAD UNIVERSAL: Es la condición que deben cumplir los entornos, procesos, bienes, productos y servicios, así como los objetos, instrumentos, herramientas y dispositivos, para ser comprensibles, utilizables y practicables por todas las personas en condiciones de seguridad y comodidad y de la forma más autónoma y natural posible. Presupone la estrategia de «diseño universal o diseño para todas las personas», y se entiende sin perjuicio de los ajustes razonables que deban adoptarse.

DISEÑO UNIVERSAL o diseño para todas las personas: Es la actividad por la que se conciben o proyectan desde el origen, y siempre que ello sea posible, entornos, procesos, bienes, productos, servicios, objetos, instrumentos, programas, dispositivos o herramientas, de tal forma que puedan ser utilizados por todas las personas, en la mayor extensión posible, sin necesidad de adaptación ni diseño especializado. El «diseño universal o diseño para todas las personas» no excluirá los productos de apoyo para grupos particulares de personas con discapacidad, cuando lo necesiten.
DISCAPACIDAD: es una situación que resulta de la interacción entre las personas con deficiencias previsiblemente permanentes y cualquier tipo de barreras que limiten o impidan su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con las demás.”

De las anteriores definiciones pueden deducirse fácilmente las ideas fuerza que inspiran este manual:
– La accesibilidad universal como sinónimo de calidad de vida.
– La reducción de la brecha de la discapacidad está directamente relacionada con la mejora en las condiciones de accesibilidad de los entornos urbanizados.

Y es que “La aplicación del criterio de diseño universal como premisa fundamental en el trabajo de todas aquellas personas con responsabilidad en el diseño, gestión y mantenimiento del espacio público urbanizado, ha dejado de ser una opción. No solo ya por el imperativo legal, ni tampoco por el inminente escenario de población notablemente envejecida sino que directamente debe considerarse como algo ineludible en el ejercicio de una buena práctica profesional. Y así lo exige la ciudadanía. “

Y volviendo de nuevo al contenido didáctico de este manual, aunque incluye una amplia colección de soluciones tipo,  sin embargo no debe ser considerado solo como eso, ya que “la complejidad del espacio urbano existente colocará al profesional frente a innumerables situaciones a resolver o, al menos, mejorar”, por lo que serán “la formación, el sentido común, y la orientación hacia las personas, como usuarios finales del espacio público, unida a una buena práctica profesional conducirán a la adopción de las mejores soluciones posibles en cada caso que, en muchas ocasiones, abrirán camino a la innovación.”

Como de la misma manera, nada mejor que su aplicación efectiva, con los aportes de los procesos participativos, para que con su renovación y actualización constante avancemos día a día, que es como se consiguen las cosas, para lograr el objetivo de una ciudad accesible para todos…