GRANADA INICIA UNA NUEVA ERA CON LA LLEGADA DE SU METROPOLITANO

Ayer fue un gran día sin duda para Granada y su área metropolitana, ya que ayer empezó a visualizarse, al fin, la modernidad en cuanto se refiere a la manera de desplazarnos los ciudadanos sin que el vehículo privado fuese prácticamente la única opción… Y es que ayer, Granada adoptó, tras largos años de espera, un modo de transporte eficiente, puntual, no contaminante y masivo…. Esencial, por tanto, para avanzar progresivamente en la tan cacareada movilidad sostenible que toda ciudad debiera tener… ¡Perdón, que me voy por las ramas! Quería celebrar con vosotros que, en efecto, ayer se inauguró la Linea 1 del Metropolitano de Granada, uniendo las poblaciones de Armilla, Granada, Maracena y Albolote.

Pero hagamos un poquito de historia para así poder apreciar el impresionante camino (y también absurdo en muchos de sus avatares) que ha debido recorrerse hasta conseguir su puesta en marcha:
– En 1.999 fue aprobado por unanimidad el Plan de Ordenación del Territorio de la Aglomeración Urbana de Granada (POTAUG) que significó la primera experiencia en Andalucía –y de las primeras en todo el país- entre cuyas determinaciones se incluía la adopción de un “metro ligero en superficie”, esto es, de un “tranvía moderno” como sistema masivo de transporte metropolitano. Diseñándose una red de itinerarios principales que articularían toda la metrópoli, y cuya línea prioritaria sería la que uniría Armilla y Albolote, a través del centro de Granada (principal emisor y receptor de viajes).
– En los años siguientes se iniciaron por la Junta de Andalucía los estudios preliminares de la Línea Troncal, si bien el Ayuntamiento de Granada cambió de actitud y decidió empezar a “hacer la guerra por su cuenta” con la reurbanización de la Avenida de La Constitución y C/Gran Vía, impidiendo que el “metro” discurriese por allí y anunciando la creación de una línea de buses que recorrerían el eje central de la ciudad (los famosos LAC).
– Esta es el origen del tránsito de la línea 1 por el Camino de Ronda, con una sucesión de piedras en el camino desde Granada para encarecer y ralentizar a la postre las obras: discusión de los trazados, exigencias de soterrados en diversos tramos… que exigieron años de gestiones interminables…
– Y después 15 larguísimos y tediosos años para la ejecución de la Línea que ayer concluyeron felizmente con su inauguración.

Yo he tenido el honor de haber participado junto con mi equipo de GRarquitectos en muchos de esos momentos de gestación, debate, diseño y ejecución de la Línea primera (coautoría del POTAUG; estudio alternativo del trazado de la Línea 1, distribución de las paradas y su diseño arquitectónico, proyecto parcial de la urbanización de la línea 1, apoyo técnico general de las obras…) y por tanto quiero celebrar junto con el medio millón de habitantes de la Granada metropolitana que al fin se empezará a visualizar por los ciudadanos que otra ciudad es posible gracias a la mejor articulación entre los 32 municipios metropolitanos que ayer se inició.
Ahora Granada, sus ciudadanos y sus representantes políticos debieran aprender esta costosísima y tediosa lección de su historia reciente:
– se ha traducido en 17 años para llevar a cabo algo que nunca debió consumir más de la mitad;
– además de que la línea ahora inaugurada ya nace con el pecado original de no discurrir por el centro de la ciudad, algo que antes o después habrá que rectificar o rehacer…
– que los debates estériles y a destiempo (de los que en Granada se sabe más que en ningún sitio) se traducen siempre en retrasos absurdos y en la elección de soluciones casi siempre peores y que a la postre supondrán mayores costes económicos y sociales;
– y que lo peor de todo es que la falta de colaboración y trabajo conjunto entre las diferentes administraciones siempre, siempre es perjudicial para los ciudadanos y para la ciudad.

Pero ayer, decía al principio, fue sin duda alguna un gran día para Granada y para el urbanismo comprometido.

Y para concluir, quisiera tener un recuerdo muy agradecido para ROBERT ROMO, un excelente hombre y extraordinario profesional que ya nos dejó demasiado pronto, que ha sido el verdadero artífice de la ejecución de esta primera línea.