Ambiente urbano

“La Ciudad Comprometida”  

Además de la arquitectura tradicional, contribuyen a la creación del especial ambiente urbano de los pueblos de la Alpujarra-Sierra Nevada otros elementos: la textura del suelo resuelta con escalonado, con contrahuella encalada y atarjea central, la resolución de rampas con lajas de pizarra colocadas de canto para aumentar el rozamiento ante las fuertes pendientes, los juegos con la rasante de la calle estableciendo escalones de acceso a vivienda, o rampas según sea aquella alta o baja; bancos, farolas, barandas, la abundante vegetación en las fachadas y balcones, en incluso el sonido del agua que discurre por las acequias que atraviesan los pueblos, todos ellos generan una gramática que produce un resultado de verdadera arquitectura vernácula.

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El espacio vivido, el espacio sentido

«La Ciudad Comprometida»

Por Charo Pérez Oramas. Arquitecta

Cuando un arquitecto acomete un proyecto, ineludiblemente debe de pasar por el espacio, ya sea porque se entiende como soporte físico de la actuación donde técnicamente hay que desarrollar unos estudios geotécnicos para cimentar, o porque la topografía obliga a un diseño concreto de la edificación futura, o simplemente porque ese espacio será vivido y utilizado por personas, poniéndose de manifiesto  un claro carácter social. Continuar leyendo →

La silueta de nuestras ciudades

«La Ciudad Comprometida»

Por Rafaèle Genet Verney. Arquitecta

Los hitos urbanos diseñan la silueta de nuestras ciudades marcando sin duda nuestra manera de vivir en ella. Son referencias cargadas de sentidos y de sentimientos.

De mis años de estudiante en Barcelona conservo un estudio sobre mapas semióticas de la ciudad, en éste se analizan dibujos a mano alzada y esquemas de Barcelona. Destaca siempre la trama reticular de Cerdá, de la cual parten los grandes ejes vertebradores de la estructura urbana y los hitos más significantes para cada uno. Continuar leyendo →

Una imagen paisajística

«El Territorio Comprometido»

Por Almudena García Mezcua. Arquitecta

El crecimiento de los núcleos urbanos de la Alpujarra supuso una evolución de las zonas de cultivo asociadas a ellos. Así los bancales se fueron rodeando de edificaciones hasta convertirse en huertos urbanos. De ahí la clara presencia de estos espacios tan interesantes desde el punto de vista paisajístico, ya que forman parte de  la imagen de un pueblo blanco con viviendas de pequeña altura, con sus “terraos” de launa y sus chimeneas, en la que sólo sobresale la iglesia, y entre medio de todo eso aparecen los árboles de los huertos, proporcionando una nota de color y viveza. Continuar leyendo →