LAS CIUDADES NO SE ATREVEN CON LOS COCHES

«La Ciudad Comprometida»

Hemos encontrado en la prensa digital este interesante artículo sobre el Plan Nacional de Mejora de Calidad del Aire que aprobó Consejo de Ministros en noviembre y su difícil implantación en nuestras ciudades a día de hoy por múltiples motivos, que en el texto quedan claramente expuestos.   Pero en nuestra opinión, su dificultad no debe ser impedimento para caminar en esta dirección aplicando con valentía las medidas necesarias:

Los tubos de escape son los principales causantes de la polución en las grandes urbes, pero los Gobiernos no quieren, no pueden o no se atreven a frenar su proliferación de forma tajante.

El plan del Ministerio de Medio Ambiente es un Libro Blanco lleno de buenos propósitos que en su mayoría competen a autonomías y, sobre todo, a los municipios. Las Administraciones locales y autónomas lo miran como un manual de buenas prácticas que puede servir como referencia, pero no como una hoja de ruta a la que seguir punto por punto. Consta de 90 medidas, pero carece de memoria económica. «Es ideal. Es muy bonito y muy bueno, pero cuesta dinero y hay que ver quién lo financia», resume el director general de Calidad Ambiental de la Comunidad Valenciana, Vicente Tejedo. Aunque ha sido consensuado con comunidades autónomas y municipios, los del PP -es decir, la mayoría-, echan en falta una financiación que lo sustente, porque muchas de las propuestas verdes que incluye -renovación de flotas de vehículos, creación de aparcamientos disuasorios, aumento en la frecuencia del transporte público, abaratamiento de sus títulos, creación de carriles bici, por poner unos cuantos ejemplos- son costosas. Consultadas las grandes ciudades españolas, las que más polución soportan y por tanto las que más necesitan mejorar la calidad de su aire, ninguna apuesta por desarrollar actuaciones inmediatas ni un cambio apremiante en su planificación medioambiental como consecuencia del plan.

FUENTE: elpais.com
FUENTE: elpais.com

Las pegas de índole económica por parte de las Administraciones responden a una visión cortoplacista, según la mayoría de los expertos consultados. Argumentan que el ahorro que se produce a medio y largo plazo en gasto sanitario compensa con creces las inversiones para reducir la polución.

Más allá de inconvenientes puramente contables y de las penurias en las cuentas de las Administraciones, José María Baldasano, catedrático de Ingeniería Ambiental de la Universidad Politécnica de Barcelona, asegura que hay una clara falta de voluntad política para ejecutar verdaderos cambios. «Falta decisión con los coches. Hay una prevención excesiva por parte de las comunidades y municipios de abordar el tema del tráfico y ahí hay un problema serio. Es verdad que hubo un momento que se necesitaba el coche como motor de dinamización, pero el péndulo ha pasado al lado opuesto y ahora las ciudades están saturadas». Propone dos soluciones que califica de muy efectivas y baratas: limitación de la velocidad y restricción de los vehículos a determinadas zonas. «No se trata de atacar al coche, como se pretende hacer creer desde el ámbito neoliberal. Son medidas efectivas y de coste limitado que, eso sí, se tienen que complementar con otras, como la mejora del transporte público o la modernización de la flota circulante».

El que las competencias para gestionar estas mejoras del aire conciernan a varias Administraciones y, dentro de ellas, a diferentes organismos, tampoco ayuda a que las medidas se puedan concretar de la noche a la mañana. La legislación y la normativa están en poder de las comunidades autónomas y el Gobierno central, pero son las ciudades las que tienen que ejecutar buena parte de las acciones. Una de las medidas más visibles para los ciudadanos dentro del plan del aire es la creación de etiquetado para los automóviles en función de cuánto contaminan y la restricción al tráfico rodado en determinadas zonas de las ciudades siguiendo esta clasificación. Sobre las pegatinas, todavía nadie sabe cómo se van a arbitrar y colocar. «El plan está recién creado y ahora se están reuniendo los técnicos de los departamentos competentes para ver cómo se desarrolla», asegura una portavoz del Ministerio de Industria. Respecto a las Zonas Urbanas de Atmósfera Protegida, aquellas en donde las localidades podrán restringir el acceso a determinado tipo de vehículos, tampoco habrá grandes cambios en el corto y medio plazo, a tenor de la respuesta que dieron los Consistorios.

FUENTE: marm.es
FUENTE: marm.es

Todos los pasos, por pequeños que sean, son positivos en opinión de los expertos consultados, que ven en el plan un buen modelo si se llegase a implementar. Pero en su opinión hace falta decisión para seguirlo. «El panorama es desolador. No hay ninguna voluntad real», afirma Paco Segura, de Ecologistas en Acción. Pone el ejemplo de la limitación de velocidad que se puso en marcha en el entorno metropolitano de Barcelona en 2007 que, «pese a suponer un descenso de la contaminación del 15%, la Generalitat se lo ha cargado». «Los carriles de acceso a las ciudades preferentes para autobuses y vehículos de alta ocupación (VAO) son un gran ejemplo, pero solo tenemos el de la A-6 de entrada a Madrid. El Gobierno, que ahora quiere fomentarlos, no ha hecho nuevos desde 1995, se dedica a los AVE y las autovías. Las restricciones de tráfico a las zonas más saturadas de polución funcionan en 400 ciudades europeas, aquí ninguna de las importantes, de las que realmente lo necesitan, lo ejecuta», resume.

Tomás Santacecilia, del Real Automóvil Club de España (RACE), comparte soluciones como los carriles bus-VAO, pero no otras como la restricción de vehículos a determinadas zonas de las ciudades: «Con esta medida lo único que estamos haciendo es trasladar el problema de la contaminación a zonas periféricas de la ciudad, en otras palabras, trasladar el problema a otro sitio. Como medida eficiente se trataría de potenciar, fomentar e incentivar la compra y adquisición de vehículos nuevos, menos contaminantes y más respetuosos con el medio ambiente».

Esto último también está en el plan del ministerio: continuar con las subvenciones a los vehículos eléctricos y hacer un llamamiento a las ciudades para que faciliten su circulación y aparcamiento, para que los conductores con coches verdes tengan ventajas añadidas. Paradójicamente, al mismo tiempo, el Gobierno también ha primado la adquisición de vehículos diésel, los que más dióxido de nitrógeno generan, al grabar este combustible con menos impuestos que la gasolina

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LA FISCALÍA INVESTIGA SI LAS URBES MAQUILLAN LA POLUCIÓN

Hoy os hacemos participes de un artículo publicado en la web Publico.es bastante interesante sobre la contaminación en las ciudades y las “acciones” que se están llevando a cabo por sus representantes políticos. Esperamos que sea de vuestro agrado.

«noticias y actualidad»

El fiscal coordinador de Medio Ambiente, Antonio Vercher, ha iniciado una macro investigación para comprobar si las grandes ciudades españolas están maquillando sus índices de contaminación, según informaron ayer fuentes del Ministerio Fiscal a Público. Al menos Barcelona, Sevilla y Valencia, además de Madrid, ya estarían siendo vigiladas. Vercher ya atacó en un oficio el 28 de enero al Ayuntamiento de Madrid por intentar disfrazar la contaminación de la capital cambiando las estaciones de medición de polución desde las carreteras a zonas verdes.

Durante meses, la Fiscalía y el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil midieron la contaminación del aire del municipio madrileño para contrastar los datos de Ruiz-Gallardón, que presumió de una mejora de los niveles de contaminación tras el cambio de estaciones. «Ni siquiera la reubicación de algunas estaciones de medición ha servido para maquillar un resultado que a todas luces cabe calificar de grave», espetaba el fiscal al Área de Gobierno de Medio Ambiente del consistorio, dirigida por Ana Botella, esposa del expresidente conservador José María Aznar.

Estacion meteorologica en Madrid. fuente: http://eco.microsiervos.com
Estacion meteorologica en Madrid. fuente: http://eco.microsiervos.com

Vercher quiere saber ahora si este supuesto fraude es generalizado. «Es una investigación conjunta con el Seprona en las principales ciudades», detallan desde la Fiscalía.

Ecologistas en Acción denunció el miércoles que, en la última década, muchas ciudades han optado por «maquillar» la contaminación «reubicando las estaciones». La ONG señala a Valencia, Valladolid, Córdoba, Granada, Oviedo y Madrid. También apunta a Ávila, Burgos, León, Palencia, Ponferrada, Salamanca y Zaragoza. «Los movimientos de estaciones se han hecho de forma subrepticia desde 2001, cuando comenzó Valladolid», explica el portavoz de Ecologistas en Acción, Paco Segura.

«En Castilla y León no queda ni una de las estaciones que registraban contaminación por encima de los límites legales», añade Javier Gutiérrez, representante de la ONG en la comunidad autónoma y profesor en la Universidad de Valladolid. En junio del año pasado, los socialistas valencianos denunciaron que la alcaldesa, Rita Barberá, había quitado una estación de medición de la calle Linares, con mucho tráfico, y se la había llevado al cementerio de la ciudad.

Las artimañas de los alcaldes no han sido suficientes. La Comisión Europea decidió el 24 de noviembre de 2010 llevar a España ante el Tribunal de Justicia de la UE por incumplir las normas de calidad del aire y «no hacer frente con eficacia hasta ahora al exceso de emisiones de PM10». Estas micropartículas, en suspensión en el aire, proceden de las emisiones de la industria, los coches y la calefacción de las casas. Según recordó la comisión, «pueden provocar asma, problemas cardiovasculares, cáncer de pulmón y muerte prematura».

Fuentes del Ministerio de Medio Ambiente aseguran que, más de dos meses después de la denuncia europea, todavía no han recibido una notificación oficial.

En teoría, España tenía que haber cumplido esta legislación en 2005, pero podía pedir prórrogas hasta junio de 2011 si demostraba que estaba tomando medidas para atajar la contaminación. El Gobierno pidió una prórroga, pero la Comisión Europea, instada por el comisario de Medio Ambiente, Janez Potocnik, consideró que las acciones contra la polución no eran en absoluto suficientes y ha llevado a España ante la justicia europea.

La contaminación atmosférica provoca cada año unas 370.000 muertes prematuras en la UE, 16.000 de ellas en España, según recuerda la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica. El tráfico, las centrales térmicas y las plantas industriales son los principales culpables de la contaminación.

Manuel Ansede. publico.es

EL PACTO DE LOS ALCALDES, UNA APUESTA POR UNA ENERGÍA SOSTENIBLE LOCAL

«La sociedad Comprometida»

Contaminación en Granada
Contaminación en Granada

En 2007 la UE aprobó el paquete de medidas “Energía para un mundo en Transformación”, con el objetivo de reducir las emisiones de CO2 en un 20% para el año 2020, a través de dos intervenciones: aumentar en un 20% la eficiencia energética y cubrir un 20% la demanda con renovables.
Para abordar dicho asunto, la UE considera imprescindible implicar a la Administración Local, la institución que mejor puede dar ejemplo a la ciudadanía por su proximidad. Así surge el Pacto de los Alcaldes, por el que sus municipios se comprometen a llevar a cabo algunas de las siguientes medidas:
•    Reducción del consumo en edificios públicos.
•    Optimizar el transporte y el alumbrado público.
•    Orientar la planificación urbana y la organización del transporte.
•    Incorporar las energías renovables en los nuevos edificios.
•    Favorecer la producción local de energía.
•    Concienciar a la ciudadanía.
•    Adoptar modelos de excelencia mundiales sobre desarrollo energético sostenible.

Para ello deberán elaborar un inventario de emisiones de referencia (documento Huella del Carbono), en el que se analicen los consumos eléctricos y de combustibles de los vehículos e instalaciones municipales, a raíz del cual se desarrollará un Plan de Acción para la Energía Sostenible (PAES), que se promoverá internamente mediante estudios específicos, y externamente a través de ordenanzas, campañas de concienciación o bonificaciones fiscales.
Hasta la presente, en Andalucía se han adherido el 65% de los municipios (sólo el 40% de los granadinos), con el apoyo de la Consejería de Medio Ambiente para los más grandes, y el apoyo de las Diputaciones para los más pequeños, institución que en el caso de Granada ya viene realizando actuaciones en tal sentido a través del Plan Provincial por el Clima, por el que se han sustituido lámparas de bajo consumo en el alumbrado público, se ha favorecido la producción fotovoltaica, se ha cambiado a calderas de biomasa y se han confeccionado estudios de movilidad.
Se está por tanto ante una nueva declaración de buenas intenciones para atajar el cambio climático, aunque en esta ocasión atacando donde más  se puede hacer, en el cuerpo a cuerpo que ciudadanos y ayuntamientos mantienen en el día a día. Por eso hay que celebrar la iniciativa e instar desde los distintos frentes a que todos los municipios se adhieran a la propuesta y desarrollen los citados documentos Huella del Carbono y Plan de Acción, para lo que sería muy conveniente, especialmente de cara a optimizar los recursos públicos, que dichas iniciativas se incorporasen en los documentos de Agenda 21 Local y PGOU correspondientes, evitando así la proliferación de información descoordinada, que confunda a ciudadanos, y favoreciendo soluciones integradas, que garanticen el éxito.

Juan Garrido Clavero, Asesor Ambiental de GRarquitectos