EXCURSIÓN DE GRarquitectos: LORCA, “LA CIUDAD DEL SOL” Y PICÓN DE JÉREZ

«Noticias y Actualidad»

“En la hierba que cubra
causas y consecuencias
seguro que habrá alguien tumbado,
con una espiga entre los dientes,
mirando las nubes.

(Wislawa Szymborska)

Llego a Granada el sábado por la tarde, y mientras la puesta de sol y el retrovisor me van alejando de dos intensos días, mis pensamientos ordenan el acopio visual y emocional vivido junto a un grupo de personas que me hacen crecer día a día: mis compañeros.

Viernes por la mañana; dos coches con los “chicos de GRarquitectos” viajan a Lorca…no narraremos lo que nuestros ojos fueron constatando y reconociendo con los vídeos y material que habíamos manejado; la naturaleza estalló en un lugar equivocado; se enfadó con una ciudad que le había dedicado su frase insignia: “Lorca, de suelo grato…” y ahora, la tragedia de magnitud “ruina” ha dejado los sonidos del corazón de los lorquinos como ruido de fondo, pero en ningún caso ha permitido entrar por la puerta al lamento.

Convento de las Clarisas tras el terremoto
Convento de las Clarisas tras el terremoto

Hemos conocido a Pedro Sánchez (Dinamo Instalaciones), del cual impacta su inquieta mirada. Desde el momento cero tuvo que hacer un ejercicio de responsabilidad y elevar la vista a la cota del sentido común, donde aún se mantiene, con la encantadora cercanía y complicidad de un héroe. Nos hizo un recorrido selectivo con su inestimable aportación, ubicándonos en las coordenadas exactas del giro del ángulo geodésico, de dónde está situada Lorca ahora mismo, y, sobre todo, (esa es la diferencia…) a dónde quiere que esté.

Recorrimos el Convento de las Clarisas, sus encantadoras Madres nos obsequiaron ofreciendo una perfecta receta de serenidad (ejemplar como la de su sorbete de limón). Una crónica sensata de lo ocurrido donde, de forma natural, borraron todos los adjetivos lastimeros, sorprendiéndonos su actitud: intrépidas en sus actuaciones, inteligentes en sus planteamientos y sublimes entre los escombros, rescatando lo mejor de ellas mismas y de lo que las rodea. Por nuestra parte intentamos corresponderles y saben que estamos incondicionalmente a su disposición para sus altruistas fines.

Elena, Raquel y Juan Carlos junto a las hermanas
Elena, Raquel y Juan Carlos junto a las hermanas

Compartimos comida con nuestra querida arquitecta Ana Dolores Fernández Martínez, antigua compañera, y su equipo de “Lorca en Pie”; intentando congeniar, su innata inquietud, con la demandada solidaridad del momento en un bonito proyecto que pronto daremos a conocer.

La reflexión que yo me hacía a la vuelta es si aquéllos a los que se les encomendaron las tareas de legislar, ejecutar, programar, resolver, etc, van a aprovechar la oportunidad de hacer lo que Muñoz Molina nos recordaba hace unos días, “cada uno a lo suyo, en lo suyo, por fin ciudadanos y adultos, no adolescentes perpetuos, entre el letargo y la queja” o, por el contrario, van a erigirse en estandartes antisistemas y seguir empeñados en esa infructuosa espiral que se asienta en fracasos recíprocos a la que tanto nos tienen acostumbrados.

Anochece en el Molino de San Antonio (Ferreira) donde las estrellas, las canciones, la complicidad, el “asado argentino” que nos prepararon Cristina Pérez Sánchez y Sergio Ratzlass (arquitectos argentinos-lorquinos también de “Lorca en Pie”), nuestro ya citado Pedro y Jerusalén ayudaron a deshacer los nudos que traíamos desde los derribos del terremoto.

Y el sábado: encuentro de la gran familia de GR para seguir escalando juntos nuestros ochomiles de alegría compartida, por más que el altímetro nos sitúe geográficamente a dos mil metros.

Comenzamos una empinada senda a prueba de gemelos poco entrenados hasta el refugio de El Postero Alto, desayunamos y continuamos la subida hasta llegar casi al nacimiento del Rio Alhorí; la quintaesencia de los manantiales, que se ha dibujado un descenso de diseño para ir saltando de aquí para allá, para disfrute de las gélidas gotas de agua que la forman. Su discurrir es como el de los niños pequeños, incapaces de seguir en línea recta y marcando un recorrido tan divertido como disfrutable…tanto que algunos no pudimos resistirnos a la tentación de remojar nuestros pocos o muchos años en sus aguas; indescriptible…

Parte del equipo de GRarquitectos con el Picón de Jérez al fondo.
Parte del equipo de GRarquitectos con el Picón de Jérez al fondo.

Volvemos en grupos aprovechando la calma de la bajada para contarnos esas importantes confidencias que se nos escapan en el quehacer cotidiano, con la amable carpa de los pinares, de los majuelos, de las manchas de los neveros, de las vistas sobrecogedoras que alcanzamos y de las miradas de tus compañeros que reconoces como parte de tu particular motivador entorno
vital. …

Y de nuevo en el refugio; comida (y bebida) para náufragos rescatados: ensaladas, entremeses, carnes y frutas aliñadas con bromas, risas, carcajadas, comentarios brillantes, agudos, intrascendentes, cómplices y distendidos.

Por último, unas palabras para Juan Carlos García de los Reyes y Elena Palomares Rodríguez , que cada día empeñan el tesoro que tienen, con un tesón hasta la extenuación, en aquello en lo que creen.

Por ello he puesto los versos de mi querida Wislawita como encabezado, de un poema que se llama “Fin y principio” y que recomiendo encarecidamente su lectura.

A todos ellos, mi homenaje y mi gratitud.

Raquel Solano López, Subdirectora de GRarquitectos