Buenas, soy Emilio Calatayud. Desde la justicia de menores venimos alertando desde hace años de que no era buena la moda de comprar a los niños teléfonos móviles con conexión a Internet. El motivo de esa advertencia era doble: de un lado, los móviles pueden ser una droga y de otro, un arma para cometer un montón de delitos. Pero parece que el negocio es el negocio y ya hasta los bebés tienen móvil, lo cual es un disparate, pero bueno, hay que ser modernos: el móvil malo y antiguo para papá, y el bueno para el niño. Es que somos tontos. Ahora la Policía acaba de lanzar una voz de alerta en el mismo sentido. «Igual que no pueden beber ni conducir con menos de 18 años, con menos de 14 no deberían tener móvil», ha dicho una portavoz de dicho cuerpo. No podemos estar más de acuerdo, aunque nos tememos que ya llegamos tarde…, pero, en fin, más vale tarde que nunca. Como digo siempre, yo creo que no podemos establecer una edad mínima para tener móvil: la idea es que lo tengan cuando puedan pagárselo. Es decir, a los treinta o por ahí. Y, tal y como están las cosas del trabajo, igual me quedo corto.