Antes de la columna de hoy viernes en IDEAL, de inequívoco carácter soñador, una recomendación muy terrenal: si podéis, no dejéis de ir. CA-LI-DAD y CA-LI-DEZ a raudales…
Y, ahora sí, la Columna:
El pasado domingo, hojeando IDEAL, tuve un sueño. ¡Qué sueño! Soñaba que, al borde de la jubilación, allá por el año del señor 2032, Granada era capital cultural europea. Por fin.
No sé si leyeron el excepcional reportaje de Andrés Cárdenas en que se desgranaba el cúmulo de despropósitos por el cuál Granada, la gran esperanza blanca de la cultura andaluza, no había presentado su candidatura, precisamente, a la Capitalidad Europea de la Cultura del año 2016, algo que sí han hecho tanto Córdoba como Málaga, junto a otras diez ciudades españolas.
Dado que a España no le vuelve a tocar capitalidad cultural hasta el año 2032, a esperar toca. Lo cuál, bien pensado, debe ser considerado como un revulsivo y una gran oportunidad: si llevamos dos años y medio dándole vueltas al Milenio y todavía no tenemos ni un mísero cartel, logotipo o idea, ¿qué no necesitaremos para organizar una Capitalidad Cultural enterita y verdadera? (Más del Milenio AQUÍ)
Pero volvamos al sueño. Estaba sentado, a gusto, tomando mi primer café, cuando empecé a soñar con el 2032. Para entonces, salvo que la edad de jubilación haya subido hasta los setenta años gracias a alguna medida progresista y comprometida del gobierno de turno, estaré a punto de pasar a vivir de la Seguridad Social y, como los jóvenes cachorros de la empresa para la que trabaje me habrán arrumbado en alguna esquina, a modo de cactus decorativo, la Capitalidad Cultural se convertirá en uno de esos proyectos ilusionantes a los que tan acostumbrados estamos los granadinos.
Una vez inauguradas todas las autovías, AVEs y conexiones intercontinentales del aeropuerto Federico García Lorca de Granada y Jaén (que albergará los huesos del poeta, descubiertos años ha, para darles una dimensión internacional), los políticos de las más diversas tendencias volvieron a ponerse de acuerdo y, allá por el 2024, lanzaron la candidatura para Granada 2032.
Universidad, entidades financieras, sociedad civil y representantes de todas las administraciones locales, provinciales y autonómicas pusieron lo mejor de cada casa al servicio de un proyecto que, desde el principio, contó con las simpatías de la población granadina en su conjunto, rejuvenecida tras la reconversión urbanística de la ciudad, la peatonalización del centro y el acceso navegable al río Genil.
Todos a una, cuando el 2032 asoma por el horizonte, conseguimos que Granada se apreste a vivir un Fiestón, convertida por fin en una auténtica ciudad creativa que atrae a gente del arte, las letras y la cultura no sólo por su historia, sino también por lo mucho que tiene que ofrecer, aquí, ahora y en adelante.
Fue entonces cuando el camarero me sacó de mi ensimismamiento somnoliento, poniéndome el segundo café sobre la mesa. Efectivamente. ¡Qué sueño! Y seguí pasando las páginas del periódico.
Jesús Lens Espinosa de los Monteros.
Comentarios
11 respuestas a «¡QUÉ SUEÑO!»
Los sueños no son más que recreaciones de una realidad que la noción del tiempo esconde. Y como no creo en las casualidades, porque el azar también es tiempo, tu artículo, a buen seguro, ha sido el pistoletazo para que los burócratas de la imaginación empiecen a sentir el apremio del interés electoral, más allá de la evidencia de una capitalidad por derecho propio, porque la cultura ni se improvisa ni su realidad reclamarse debiera. Así que ¡¡..a trabajar señores !!
Lo que es imposible no es posible. ¿No comprendes que por razones de edad nuestro Torres no estaría en ese año? Y en su ausencia, como es posible? Imposible. Como es obvio.
!!! Ay !!!
¿ Dónde está ese restaurante? ¡qué tengo la comunión de Irene!.
¿Ya estás pensado en la jubilación? Ay madre!. Yo a este paso ni jubilación tendré…
bonito sueño,y ahora lo importante
¿dirección del chuletón de buey?
Eso, dónde está el restaurante ? !!!!!
Es La Fábula, del Hotel Villa Oniria, en Calle San Antón de Granada
Cuidado con los sueños de deseos que te veo como un cactus en un rincón de alguna oficina :P!!
Bromas aparte, los sueños son hasta casi necesarios, ¿quién no no sueña de vez en cuando?
aun siendo sueño podría ser un relato de ¿ciencia ficcion? porque es impepinable que si en la misma frase aparece:
«políticos de las más diversas tendencias»
y
«de acuerdo» es que es ciencia ficcion.
¿Te imaginas lo que sería que los políticos se pusieran de acuerdo?
En otros sitios sería posible pero aqui no podría ser..los granadinos nunca renunciariamos a nuestra capacidad «malafollil» suponga lo que suponga.
PUES IBA A DECIR UNA COSA PERO ME HE DESAUTORIZADO. !!! MENUDA BRONCA !!!
Álter, ya sabes lo que escribió Lorca sobre soñar en Granada. Y los poetas suelen decir la verdad…
Pero recordemos, como siempre, a Calderón. Porque los sueños, sueños son. Alter, ya sabes que yo soy prosaico por naturaleza…