Dura. Muy dura. Demasiado, quizá. Y, sin embargo, a la gente le está gustando. De hecho, al salir del cine, no te vas apesadumbrado, hundido y deprimido. Te vas tocado, eso sí. Porque la película cuenta muchas cosas, la mayor parte de ellas, malas. Por desgracia. Porque funciona como reflejo de una terrible realidad.
Comienza «Precious» de una forma dura, seca y descarnada, mostrando todas las cartas al espectador, sin intentar engañarle: la protagonista de la película es inmensamente gorda. Y fea. Y desagradable. Y no tiene ningún talento o aptitud que la haga simpática al público. No canta. No baila. No es simpática. No cuenta chistes. No es graciosa. Y, claro, no cae en gracia. Sólo cuando le da un mojicón a un compañero de clase nos hace sonreír. Y, de inmediato, conocemos su situación vital: abusada por su padre, tiene un hijo fruto de la incestuosa relación. Y vuelve a estar embarazada. De su padre otra vez. Y, además, su hogar sigue siendo un infierno, conviviendo con una madre monstruosa que la insulta, le pega y la veja constantemente.
Así, a los diez minutos de proyección, te encuentras retorcido en la butaca del cine, retrepado, echado hacia atrás, como intentando que lo que ocurre en la pantalla no te salpique, no te golpee. Lo que, en realidad, es imposible. Porque la vida de Precious, aunque seas un adoquín y un tarugo insensible, te conmueve hasta el extremo.
Y eso es lo mejor de la película. Que toda la parte de los abusos está apenas sugerida, sin que las imágenes se recreen en ello. La cámara pone el acento en la madre, ese ser ignominioso que mira a otro sitio. Y en los Servicios Sociales. En ese sistema que, cuando no funciona bien, sólo sirve para producir los más letales parásitos.
Y, por supuesto, la película se centra en el espíritu de superación del personaje principal, en su crecimiento como ser humano, en la importancia de la educación a la hora de salir adelante. En el compromiso de algunas personas que, trabajando para el estado, se desviven por cumplir con su labor, implicándose mucho más allá de lo que su contrato les exigiría.
Pero, ojo, no estamos en «Fama», «Rocky» o alguna otra historia fantástica por el estilo. En «Precious» todo es más básico, más sencillo, más humano. El éxito no pasa por hacerse millonario, ganar un título mundial de los pesos pesados de boxeo o conseguir el rol protagonista de un gran musical. No. El éxito pasa por poder acceder a una educación general básica, a tener una relación normal con un puñado de amigos y a disfrutar de la crianza de unos hijos.
Es lo mejor de «Precious»: empezando como un brutal dramón, la película intenta mostrar los anhelos de normalidad de la protagonista, su fuerza y coraje para sobreponerse a las más adversas circunstancias, mostrando el reverso más oscuro y tenebroso del sueño americano.
Valoración: 7
Lo mejor: los actores. Todos.
Lo peor: que de tan brutal y dura como se anuncia, hay muchos espectadores que pasan de ir a verla.
Comentarios
11 respuestas a «PRECIOUS»
va en gustos, en cuanto pise la tecla de enviar voy a ver por enesima vez el hombre que mato a liberty valance… en dvd pirata (creo)
Pues sí que da un poco de recelo pero eso que explicas es la realidad de millones de personas, aunque no siempre nos demos cuenta y los tengamos muy cerca. Valoraré si ir a verla y gracias por la reseña, estaba entre mis favoritas y ahora por lo menos se a que atenerme.
Como dice Woody Allen, la vida puede es horrible, para aquellos que tienen algún tipo de traba o grave problema de este tipo y trágica para todos los demás. Afortunados de vivir en un mundo trágico. Creo que pasaré de verla. Ya tengo suficientes dosis de realidad
A ver Jesús,la protagonista de la película es obesa y poco agraciada, pero no es ningún monsturo¿?,a mi, personalmente, me resulta una persona tierna y sensible pero que, por todo lo que ha vivido, no es capaz de mostrar, reacciona ante lo que supone violencia (verbal o física) y, por temor, no se atreve a mostrar sus verdaderos sentimientos… es una acitud de defensa. Y sí que tiene talentos. Pero bueno, es mejor que la genete la vea, es dura sí, pero merece la pena.
¿Y quién dice lo contrario? Esa es la grandeza de la película: mos presenta a una persona, al principio, sin ningún atractivo. Y poco a poca la vamos queriendo, por como ella es, precisamente.
No existen personas sin atractivo, todos los seres humanos, incluso los que nos parecen más absurdos, deleznables, mezquinos,… tienen algún atractivo y, sobre todo, tienen derecho a una vida digna.
Creo que ése es el mensaje de una película que a mí me ha gustado y me ha sorprendido casi a partes iguales.
No he visto la peli pero por lo que he leído creo que la ponen demasiado drámatica. Han mezclado distintos problemas, pero realmente es la obesidad de la protagonista lo que mueva la peli.
No nos engañemos,no nos gustan las personas gordas,los pocos listos,los que tienen una minusvalía… Pero claro hay que sacar dinero a costa de enternecer a la sociedad un ratín en una sala y sacar dinero a costa de todo esto. MORBO, PURO MORBO.
Y no amiga silvia, las personas que están gordas no tienen ningún atrativo( ninguna para esta sociedad), seamos realistas.
Nadie quiere a los gordos, dejémonos de sentimentalismos.
Uf, tienes que ver la película Pinar, porque te has hecho una idea de ella que nada tiene que ver. La gordura es una cosa más en esa mujer, no es lo principal, es sosa, corta, torpe, gris,…
Insisto, todos tenemos atractivo, TODOS.
Pinar,no hay persona que no tenga «algo» bonito,la belleza no es solamente algo físico.
¿Acaso tú SOLO valoras a las personas por su apariencia exterior?…
Sinceramente,quedarse en la superficie de las personas… lo considero un error.
Por otra parte, coincido con Silviña, mejor que veas la película antes de opinar, me da que te estás equivocando de plano, el tema de fondo NO es la obesidad de la protagonista.
Tercio en esta polémica con las palabras de Edurne Uriarte, esta mañana, en la revista Mujer Hoy que se vende con IDEAL: «En Precious, la obesidad mórbida es un problema más, que viene a sumarse a la pobreza, la marginalidad, la violencia sexual y la falta de amor en el seno de la familia. Y la esperanza toma la forma de una mujer dispuesta a enfrentarse a todos los obstáculos».
Pinar: TIENES QUE VERLA.
Más de Uriarte: «Algunos que conocen la película de oidas se han confundido y han pensado que la fascinación por la protagonista tiene que ver con los kilos. No es el caso en absoluto».
Insisto: hay que verla.
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