Lo sé. Ustedes están esperando los versos de Ignacio, en esta entrega de los Cuaversos de Bitácora. Pero resulta que estoy de viaje y que el correo de Yahoo no funciona. Así que no puedo ponerles esos versos. Ni otros de Nicolás Guillén que una buena amiga quería compartir con todos nosotros. Podrían esperar más Cuaversos Visuales o ripios propios o incluso cánticos de fútbol… pero…
Estando de viaje, a orillas del Mediterráneo, permítanme un cambio, con que celebramos el viaje, la aventura, el descubrimiento y el ir siempre un poco más allá.
Cuando emprendas tu viaje hacia Ítaca
debes rogar que el viaje sea largo,
lleno de peripecias, lleno de experiencias.
No has de temer ni a los lestrigones ni a los cíclopes,
ni la cólera del airado Posidón.
Nunca tales monstruos hallarás en tu ruta
si tu pensamiento es elevado, si una exquisita
emoción penetra en tu alma y en tu cuerpo.
Los lestrigones y los cíclopes
y el feroz Posidón no podrán encontrarte
si tú no los llevas ya dentro, en tu alma,
si tu alma no los conjura ante ti.
Debes rogar que el viaje sea largo,
que sean muchos los días de verano;
que te vean arribar con gozo, alegremente,
a puertos que tú antes ignorabas.
Que puedas detenerte en los mercados de Fenicia,
y comprar unas bellas mercancías:
madreperlas, coral, ébano, y ámbar,
y perfumes placenteros de mil clases.
Acude a muchas ciudades del Egipto
para aprender, y aprender de quienes saben.
Conserva siempre en tu alma la idea de Ítaca:
llegar allí, he aquí tu destino.
Mas no hagas con prisas tu camino;
mejor será que dure muchos años,
y que llegues, ya viejo, a la pequeña isla,
rico de cuanto habrás ganado en el camino.
No has de esperar que Ítaca te enriquezca:
Ítaca te ha concedido ya un hermoso viaje.
Sin ellas, jamás habrías partido;
mas no tiene otra cosa que ofrecerte.
Y si la encuentras pobre, Ítaca no te ha engañado.
Y siendo ya tan viejo, con tanta experiencia,
sin duda sabrás ya qué significan las Ítacas.
Comentarios
14 respuestas a «CUAVERSOS VIAJEROS»
Jesús, hasta para leer poesía nos haces «viajar» de blog en blog. Buenas sugerencias del viajero aventurero como tú. Me ha gustado, de verdad. Encuentro cierto paralelismo con el viaje de la vida: disfruta con lo que encuentres a tu paso y no tengas prisa por llegar al final. Cuanto más tarde lo hagas, más habrás vivido. ¿O es la hora de acostarme porque el cerebro ya no da más de sí? Saludos.
Kaafis, creo. O Lluis Llach. En todo caso Ítaca es todo un síndrome y bien jodido: la vuelta a los orígenes, donde no te espera más que la decepción. Todos somos Odiseos.
Rigoletto
jajaja, Jesús, si es que derrochas aire viajero por todos tus poros.
Gracias por el poema de Kavafis, pero queremos tb los tuyos!
Disfruta del viaje.
Claro
P.D.: ah, me gusta el nuevo look. Es en wordpress, no?
Qué bonito el toque «Ulises». Creo que tú y él tenéis muchas cosas en común, amigo.
Me alegra Jesús verte evoluiconar en la estética de tu blog (algo que ya hemos comentado) y entrar en el mundo de la poesía para contaminar a los que de ella sienten necesidad y a los que aún no la han descubierto. Y puesto que te mostré la Itaca de Kavafis antes de uno de tus viajes, ahora te apunto un mundo más allá en las palabras de Luis Cernuda.
PEREGRINO
¿Volver? Vuelva el que tenga,
Tras largos años, tras un largo viaje,
Cansancio del camino y la codicia
De su tierra, su casa, sus amigos,
Del amor que al regreso fiel le espere.
Mas, ¿tú? ¿Volver? Regresar no piensas,
Sino seguir libre adelante,
Disponible por siempre, mozo o viejo,
Sin hijo que te busque, como a Ulises,
Sin Ítaca que aguarde y sin Penélope.
Sigue, sigue adelante y no regreses,
Fiel hasta el fin del camino y tu vida,
No eches de menos un destino más fácil,
Tus pies sobre la tierra antes no hollada,
Tus ojos frente a lo antes nunca visto.
Abrazos,
jomanalle.
Del mismo autor es este poema
En una esquina del café sonoro de murmullos confusos
un anciano sentado se inclina sobre la mesa,
leyendo un periódico, sin compañía.
Y en el ocaso de su miserable senectud
piensa cuan poco gozó en los años)
cuando tuvo la fuerza y el verbo y la belleza.
Sabe que está muy viejo, y lo siente, y lo ve.
Y, sin embargo, le parece que la juventud
fue ayer. ¡Corto intervalo, corto!
Y piensa en qué forma lo embaucó la prudencia,
cómo de ella se fió y qué locura
cuando la engañadora le decía: «Mañana.
Tienes todo tu tiempo».
Se acuerda de los impulsos que detuvo y cuántas
delicias sacrificó. Ocasiones perdidas
que burla ahora su prudencia insensata.
…A fuerza de rumiar pensamientos y recuerdos
el vértigo lo invade. Y se duerme
inclinado sobre la mesa del café.
¿Otro blog más Jesus?
¡Con lo chulo que estaba el de blogger!
Bueno bueno, nunca dejarás de sorprenderme
Un poema en donde el viaje se hace inenarrable.
No quisiera marchar a Ítaca sin conocer, cuántos viajes me gustaría hacer cada día y en cada momento. Aunque sólo fuese en la virtualidad.
Salud. Alfa79
P.D: este formato y colorido del blog es un poco más serio.
Amigos, creo que éste es mi puerto definitivo. por vaias razones. Que ya desgranaremos. Perdonadme estos días de desapego, pero es complicado estar en misa y repicando.
Un abrazo a todos.
eres el mejor, capitán…
jo que gozada de poema,invita al optimismo.Me gusta, me gusta mucho.
EL PERRO DE ULISES
Al regresar a Ítaca después de veinte años,
vestido con ropas de mendigo,
Ulises se enjugó una lágrima.
Argos, lleno de pulgas,
tendido en el estiércol,
alzó la cabeza y las orejas.
Fue el único que reconoció a su dueño.
Así nos pasa a los humanos
frente a la belleza, que nunca es fácil,
que nunca es benigna,
frente a la perfección camuflada y hambrienta.
Como el perro de Ulises
sólo algunos ladramos frente a ella
y movemos el rabo.
Veinte años esperando a su amo
y Argos poco después murió.
Siempre me ha gustado ese poema homérico de Kafavis, Alter. Preciosa elección.
Precioso poema de Itaca, un auténtico poema. Gracias Jesús por haberme hecho venir aqui.
Un beso.