Terraza de la heladería 'La Veneciana' (hoy 'Los Italianos') en la Gran Vía. 14 de julio de 1974. Torres Molina/Archivo de IDEAL
Terraza de la heladería ‘La Veneciana’ (hoy ‘Los Italianos’) en la Gran Vía. 14 de julio de 1974. Torres Molina/Archivo de IDEAL

Siempre que paso por los caracolillos de Vélez me acuerdo de aquella noche de copas», decía el padre de turno. Con el coche cargado hasta arriba, a la altura de aquellas curvas infames, solía escucharse el primer «¿queda mucho?» con la boca llena de chicles para el mareo. En aquel verano de crisis, en el que los precios no paraban de subir, la paga extra se empleó en el alquiler del piso de la playa. Se congelaron los sueldos y subieron el pan y la leche. Una botella de litro costaba 17,35 pesetas, una cifra rara teniendo en cuenta que habían desaparecido de la circulación las monedas de diez céntimos y las «perrillas», de cinco céntimos. También había quien veraneaba en la ciudad. Plaza Nueva, los bosques de la Alhambra, las fuentes del Triunfo… Y quien se escapaba Genil arriba, buscando agua y sombra y acordándose de aquel tranvía que subía hasta Maitena y El Charcón, y que ese año había dejado de funcionar.
Se puso de moda el Campo del Príncipe y los bares del Realejo se llenaban de jóvenes cada noche. El aburrimiento no se notó hasta bien entrado el mes de julio, porque el verano empezó con el Mundial de Fútbol de Alemania y, con la tele en color, vimos al anfitrión vencer a la «naranja mecánica» en el estadio olímpico de Múnich.
Ese mismo verano el Ayuntamiento aprovechó el «cerrado por vacaciones» para desmontar las vías del tranvía en la Carretera de la Sierra. Había obras en la avenida de Calvo Sotelo (hoy Constitución), que se estaba reformando, y en la avenida Carrero Blanco, como esperaban que nos acostumbráramos a llamar al Camino de Ronda. En Almuñécar se inauguró el paseo marítimo Taramay-Velilla-centro de Almuñécar, un paso de gigante para el desarrollo turístico de la ciudad a la que todos querían ir. Kiko Ledgard, famosísimo presentador del «Un, dos, tres» pasó unos días en el camping «El Paraíso» y se dejó ver en los conciertos del Festival de Música Moderna. También se rumoreaba que Cruyff se había comprado allí un chalé. Y en La Rábita, que no olvidaba a las víctimas de las inundaciones que habían destrozado el pueblo nueve meses antes, unos niños jugaban en la arena, lejos de aquellos días de otoño cuando la rambla les dejó desnudos.

1 comentario en El verano del 74

  1. Hola es muy bueno lo que publicais y mas para personas como yo que an vivido lejos de granada pero si que me gustaria que intetaran buscar mi trocito de historia ya os lo pregunten en octubre de 1957 fue mi nacimiento y salio la noticia de niña mostruo nacida en granada por mi elebado peso no se si lo haran pero tanto si lo hacen como sino muchas gracias por los recuerdos

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