Una vez acabada la Guerra Civil y con Antonio Gallego Burín al frente de la alcaldía (ocupó el cargo entre el 3 de junio de 1938 y el 31 de agosto de 1951, salvo un breve paréntesis de gobernador civil durante los meses que van del 20 de octubre de 1940 al mismo día y mes de 1941), comenzaron a ejecutarse importantes proyectos de reforma urbana que cambiaron la imagen de la ciudad. En 1940, se iniciaron las obras para el aplanamiento del Embovedado en Puerta Real, las del derribo del barrio de la Manigua (que inauguró Franco en 1943) y el traslado de la fuente de los Tritones (o de los Gigantones) del Salón a Bibrambla para reemplazar el monumento de Fray Luis de Granada que, a su vez, se instalaría en el atrio de Santo Domingo.

Bibrambla en 1932. Torres Molina/IDEAL
Bibrambla en 1932. Torres Molina/IDEAL

 

En 1942 se prolongó la avenida de la Constitución (entonces de Calvo Sotelo) desde el cruce de Andaluces hasta la Caleta y un año después se cambiaría el trazado de la plaza de Gran Capitán y la ordenación del Triunfo, así como la plaza de los Tiros y se trasladó la verja que aislaba la Capilla Real, que pasaría a la entrada de la calle Oficios desde la Gran Vía.

En 1946 se reformó la Plaza de las Pasiegas, la de San Isidro y se construye la rotonda que separa los Paseos del Salón y de la Bomba… «Durmiendo o vigilando, no ha dejado de pensar un solo día en su ciudad, soñándola», decía Fernández Almagro sobre la actividad del primer edil que en 1949, consiguió para el ayuntamiento la Medalla de Oro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Entre las reformas emprendidas bajo el mandato del hombre que solía decir que «regir una ciudad no es, únicamente, administrarla, es, también, algo más y más hondo. Es darle alma, darle tono, darle estilo», se cumple este mes de octubre el setenta y cinco aniversario de la de la castiza Plaza de Santa Ana, una operación urbanística no muy complicada en su ejecución, pero que destacó por la sensibilidad con la que fue llevada a cabo.

Gallego Burin
Un poco de historia

En 1504 Alí de Mediana inició las primeras obras para el cubrimiento del río Darro. Ensanchó el puente de los Leñadores o de los Barberos que Manuel Gómez Moreno describiría en su ‘Guía de Granada’ «como de lajas y piedra blanca, uniendo la plaza de Hatabín o de San Gil con la calle de los Cuchilleros». Mediana tardó nueve años en la construcción de este primer proyecto de embovedado del río que medía unos 72 metros desde el puente hasta la casa del conde de Ureña. La llamaron Plaza Nueva del Hatabin, o simplemente, Plaza Nueva. En 1515 se amplió la cubierta frente a la Chancillería, se construyeron viviendas y el ayuntamiento instaló una fuente renacentista de mármol pardo que se destruyó en las inundaciones de 1835. En 1868 cayó la iglesia de San Gil pero aquel puente de los Barberos subsitió hasta 1880 cuando se cubrió el Darro en este punto. La antigua mezquita Almanzora, o iglesia de Santa Ana, dio nombre a la plaza.

MANUEL DE FALLA 6

Una nueva Santa Ana

Se emplearon diez mil pesetas en la instalación del pretil del río en forma de banco, dividido en tres tramos por medio de pilares rematados en bolas. Se arregló la entrada a la iglesia y se plantaron árboles. En el centro de la plaza se construyó una acera para peatones, y para organizar el tráfico, una farola con cuatro brazos. El aspecto más importante de la reforma consistió en salvar el desnivel del acceso a la calle de Santa Ana para el que se construyó un muro y unas escalinatas hechas a base de bordillo calizo. En el centro de este muro se colocó el pilar del Toro.

Aparcamiento público

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En 1970 se presentó un nuevo proyecto de reforma de la plaza para dar fluidez al tráfico que poco a poco la había transformado en un parking público. En los ochenta se habló de su conexión con la Cuesta de los Chinos por un camino que bordeara el Darro en su margen izquierda para que los transeúntes «no paseen agobiados por el tráfico de la Carrera y puedan disfrutar de las vistas de San Pedro». Los aparcamientos no se eliminaron hasta 1993 fecha en la que una reforma restringió el tráfico y peatonalizó el entorno de Plaza Nueva.

Imagen de la plaza en 2004. Ramón L. Pérez
Imagen de la plaza en 2004. Ramón L. Pérez

[**] He leído:

‘Miscelánea de Granada’ César Girón. Editorial Comares

‘Guía de Granada’, Manuel Gómez Montero. Editorial Universidad de Granada

‘La Granada de Gómez Moreno, un siglo Después’. Varios autores. IDEAL

3 comentarios en Una nueva plaza para Santa Ana

  1. Es un recuerdo imborrable en mi memoria. Esta plaza de Santa Ana, quizás la más granadina de todas (sin olvidar la de Bib Rambla). Y recordar la figura de Don Antonio Gallego y Burín saliendo de su casa en Santa Ana 20. Y el tranvía en la puerta. Y las señoras asistiendo con su velo a Misa en la Iglesia de Santa Ana. Y dicen que no soy mayor…. Con estos recuerdos en mi retina y en mi memoria. Gracias a Amanda que nos trae estos recuerdos ilustrados con estas imágenes tan granadinas.

  2. Es una lastima que en nuestros tiempos no podamos disfrutar de Plaza Nueva y Santa Ana por culpa de la invasión de las terrazas de los bares y los vehículos de alquiler de dos ruedas que no dejan de molestar.
    Además de lo mismo en toda la ciudad…

  3. En su tiempo fue criticada la decisión de llevar el Pilar de Toro desde la calle de Elvira a donde se llevó, delante de la casa de Gallego Burín. De todas maneras, qué fácil es hacer reformas en dictadurad.

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