Categoría: Local

Obras en el cauce del Genil

En los últimos días de septiembre de 1952, el ministro de Obras Públicas, Conde de Vallellano, adjudicó las obras de construcción del encauzamiento del tramo del río Genil comprendido entre el puente de su nombre y el Camino de Ronda. Por un precio de 3.322.495 pesetas, se encargaron a la empresa del vecino de Albolote Antonio Morales Martín. El proyecto planteaba la construcción de un canal de 25 metros de anchura y muros de nueve metros de alto por donde iría el río. De esta manera se ganarían 12.000 metros cuadrados de terreno que pasarían a ser de vía pública, en especial en el margen del Paseo de San Sebastián. El Ayuntamiento ya tenía planificado el uso que le daría al solar: la construcción de un amplio ferial ganadero. Las obras comenzaron en enero de 1953, fecha a la que corresponde esta fotografía.

[* Torres Molina]

El primer mitin de Santiago Carrillo en Granada

«Que esta noche me presente aquí demuestra hasta qué punto España ha cambiado». Las quince mil personas (según IDEAL) que se dieron cita en el estadio Sánchez Herrera del Zaidín aplaudieron las primeras palabras que Santiago Carrillo pronunció en un mitin en Granada, era un domingo, 30 de mayo de 1977. Una fecha histórica para el comunismo en la provincia como lo había sido, hacía poco más de un mes, el histórico ‘Sábado Rojo’, cuando en plena Semana Santa el presidente Suárez legalizó el PCE.

Con el comunismo recién legalizado, la seguridad en torno a este acto para las elecciones legislativas del 15 de junio  fue muy minuciosa y todos los asistentes fueron registrados a la entrada.  El público, con claveles rojos, pegatinas y otros distintivos (el servicio de seguridad del propio partido se encargó  de retirar una bandera republicana) se entusiasmó con la presencia de Carrillo que contó que, a pesar de empezar tarde su punto de salida para explicar a la ciudadanía qué es el Partido Comunista  «tomaremos parte del tiempo perdido». «Nuestro primer adversario es el miedo», aseguró. Si embargo fue la tercera fuerza política más votada detrás de la UCD de Adolfo Suárez y el PSOE de Felipe González.

Un año más tarde, Santiago Carrillo volvió a Granada y pidió el ‘sí’ para la Constitución en un mitin celebrado en el estadio del Granada 74 ante seis mil personas.

Y volvió en 1980 para protagonizar, junto a Rafael Alberti, un mitin para pedir el ‘sí’ andaluz en el referéndum del 28 de febrero. El encuentro del poeta con las quince mil personas que se dieron cita en Bibrambla fue muy emotivo, ya que suponía la vuelta del gaditano a la ciudad tras cuarenta años de ausencia.

Muchos recuerdan esta imagen que publicó IDEAL en su portada del 17 de marzo de 1985. El secretario comarcal del PCA intentaba matar a las avispas que se posaban en la cabeza de Carrillo durante el mitin que pronunció en Maracena. Parece que ninguna picó al político que terminó el discurso agotado por tener que lidiar con los amenazantes insectos.

El ex secretario general del PCE visitó por última vez la provincia en octubre de 2006 donde participó  en el ciclo ‘Recuperar la memoria histórica’  organizadas por el ayuntamiento Loja. Unos años antes, en 2003,  acompañaba a Juan José Ibarretxe en un acto en la facultad de Derecho, aquel en el que el líder vasco fue acorralado por un grupo de jóvenes.  Carrillo no pudo pronunciar su conferencia debido a una gripe pero contestó a las preguntas de los asistentes y al finalizar la conferencia, se fundió en un abrazo con el lehendakari.

 

Granada se construye

«Granada crece por días», cuenta una información de IDEAL publicada el 17 de septiembre de 1947. Sus edificios se han quedado muy pequeños y estrechos y hacen falta unas 6.000 viviendas en la capital. Leído con la distancia de los años, parece que se trata del principio de la construcción desmedida, del fin de algunos edificios que eran patrimonio de la ciudad y de las aberraciones urbanísticas que han dado lugar a algunas barriadas que todos tenemos en mente. Había algo bueno: el redactor destaca que el paro en la albañilería era nulo. En la Acera del Casino se estaba construyendo el teatro Isabel la Católica y, junto a él, faltaban por terminar dos edificios de nueve plantas. A la entrada del Camino de la Sierra, se edificaba un bloque de viviendas de «tipo económico» con cabida para 100 familias. Los dos últimos solares que quedaban libres de la calle Ganivet se habían vendido y se preveía que en un plazo no superior a dos años, a falta de la Casa de Correos, sus vecinos estuvieran instalados y los negocios funcionando. Hasta IDEAL estaba construyendo su casa en la calle San Juan de Dios.

La tarea de ensanchar las calles era prioritaria y, sigue contando el redactor, «es mucha la necesidad de viviendas. Quienes a ello se dediquen hacen una obra social al tiempo que procuran una buena inversión para su dinero». Es cierto que el estado adelantaba hasta el 60 por 100 del valor de la obra en las llamadas viviendas de «clase media» y eximía del pago de impuestos, pero había otros problemas que afectaban a la construcción, como la escasez de hierro y cemento. Por doquier, desde el centro a las afueras, se veían, entre «modernas» obras de hormigón armado, trabajar a los albañiles «artífices encargados de vestir de ciudad lo que hasta hace poco fueron huertas y campos». A finales de los cuarenta todos lo celebraban, pronto, cuando la ciudad casi no se reconocía, los mismos cambiarían de opinión.

Aparcamientos ‘Plaza del Carmen’

[*] Torres Molina/Archivo de IDEAL

Esta foto cumple ahora 55 años y, como ven,  el problema del tráfico en la ciudad comenzaba a ser preocupante.  Coches y motos por doquier buscaban un lugar donde aparcar y, a falta de garajes,  recorrían manzanas enteras en su búsqueda. Uno de los lugares más cómodos, era la plaza del Carmen, donde el estacionamiento estaba limitado a una hora. A pesar de eso,  la tarea de búsqueda de un lugar donde dejar el coche se complicaba más cuando llegaban los autobuses cargados de turistas… entonces era misión imposible.

El 11-S en Granada

Otra portada de IDEAL para la la historia, la del 12-S.  El día anterior, en todas las miradas del planeta se congeló la imagen del ataque a las torres gemelas de Nueva York. En ese desdichado día, todo cambió. El mundo no volvería a ser el mismo.

Granada, también se paralizó, pero… tan solo como curiosidad, ¿recuerdan que pasó ese día en la ciudad? ¿Han cambiado tanto las cosas? El 11 de septiembre fue martes. El día anterior el alcalde, José Moratalla, había presentado en el Ayuntamiento el proyecto definitivo de Granada 2012 que incluía una villa olímpica, palacio de hielo, hockey, saltos… en total una inversión de 135.000 millones de pesetas. El mismo día 11, Jesús Quero, delegado provincial del gobierno andaluz, presentó en rueda de prensa los tres grandes objetivos que se marcó la Junta para el inicio del nuevo curso político; el impulso del Campus de la Salud, la constitución del Consorcio de Transportes del Área Metropolitana y la segunda circunvalación. La General ratificó en un consejo de administración las retribuciones del presidente de la entidad. Antonio María Claret recibiría 17 millones de pesetas brutas anuales y el vicepresidente primero, Manuel Martín, recibiría un millón menos. Y, en deportes, el CB de Antonio Gómez Nieto se preparaba para el encuentro con el Estudiantes. Y tú, ¿qué hacías el 11-S?

 

Petróleo en Guadix y aviones sin aeropuerto

Dos curiosas noticias abrían el periódico de los días 12 y 13 de septiembre de 1957 respectivamente. Eso sí, se trata de dos informaciones a las que pronto se les pierde la pista y de las que, en apenas unos días, IDEAL dejó de informar. La primera, abría teñido de oro negro los paisajes áridos del Altiplano, colocado sombreros tejanos y llenado los bolsillos de algún que otro accitano: ¡Buscan petróleo en Guadix! La noticia se publica con «toda clase de reservas» pero, había serios indicios de que en Alcudia y Hernán Valle había yacimientos petrolíferos. IDEAL cita como fuente al investigador francés M. Philip Rondanet que había visitado la zona y, según sus cálculos, localizado bolsas petrolíferas. El crudo podría encontrarse a una profundidad de 900 metros, en un terreno de fácil perforación, muy parecido a las características geológicas del Cañón del Colorado. Según el científico, había posibilidad de obtener unos cien barriles diarios por un tiempo indefinido. Pero? aquí quedo esta historia.

 

Por otro lado, si bien en la actualidad se construyen aeropuertos sin aviones, en el 57 una nueva línea aérea enlazaría ciudades sin aeropuertos, entre ellas Granada. La compañía bilbaína «Trabajos Aéreos y Enlaces» T.A.E, realizó una exhibición en el aeródromo de Armilla del modelo «Twin Pionner» en un vuelo que, procedente de Jerez de la Frontera, dio varias pasadas a menos de veinte metros de altura antes de tomar tierra. Este avión, que apenas necesitaba 120 metros de terreno para maniobrar, disponía de dieciséis plazas y la idea de la compañía era establecer un servicio que enlazara a Granada con Córdoba, Málaga, Sevilla y Algeciras y, en un futuro, que llegara hasta Marruecos.

 

Una tribuna para la poli

El 20 de agosto de 1952, IDEAL publicaba en su portada una fotografía de las tribunas que les habían colocado a los guardias urbanos que dirigían el tráfico en Madrid. Era una novedad de la capital, y todavía no teníamos tanto tráfico en Granada,  pero el diario insistía en que, ya que mejoraba la vista de los agentes y, además, protegía al guardia de posibles atropellos, no estaría mal colocarlo en nuestras calles, sobre todo frente a Correos (en la actual plaza Isabel la Católica) y en Puerta Real.

La fotografía de más abajo es del archivo de IDEAL. No he podido localizar la fecha exacta de su publicación, pero podemos ver como las autoridades hicieron caso y le colocaron una tribuna al guardia de Puerta Real, que cada vez debía de lidiar con más tráfico.

Buscadores de oro

Su fotografía, en la contraportada de IDEAL, me recuerda a un personaje de un cuento de Jack London. Enrique González era un motrileño que llevaba más de treinta años subiendo a la ciudad para probar suerte en la cuenca del Darro o del Genil. Hacía tiempo que había enseñando el oficio a sus hijos, que esa primavera del año 50 trabajaban a su lado. Viejo y cansado, con la piel oscura de tantos soles, lavaba la arena del río con una vieja sartén en el recodo de San Pedro, su lugar favorito, donde el agua hace un remanso, y las arenas son más ricas en partículas doradas. Todavía tenía la ilusión de que un golpe de suerte le liberara de su modesta posición social. Desde Plaza Nueva hasta Jesús del Valle hay oro procedente de la colina del Generalífe, y no era extraño encontrar en la batea, si no el mineral, sí trozos de monedas y objetos de adorno musulmanes erosionados por la acción de las aguas y el tiempo. Hoy ganará unas 20 o 30 pesetas, jornal modesto para el duro día de trabajo. El gramo se pagaba a 52,50 pesetas y no era raro extraer dos gramos y medio o tres cada seis días. Mark Twain no contó su historia, pero cuando ya el oficio en la ciudad ha desaparecido, la silueta del buscador de oro junto al Paseo de los Tristes se me antojo irresistiblemente romántica.

[* Buscadores de oro en el río Darro. Torres Molina/Archivo de IDEAL 22 de julio de 1948]

Casi cuarenta años después, en el verano de 1987, un grupo de cinco personas se afanaban en la búsqueda de oro en las aguas del río Genil, en las cercanías de la Fuente de la Bicha. Empleaban doce horas diarias en lavar la arena aurífera. Utilizaban como herramientas una sartén, para sacar la tierra y una tabla escalonada, que la filtraba y dejaba adheridas en su superficie las partículas de oro. Y todo por un jornal de entre dos y tres mil pesetas, que conseguían de la venta de pequeños frascos cargados de partículas de oro puro en los establecimientos de compra-venta de metales preciosos. Con ese dinero subsistían varias familias que, ante la falta de trabajo, optaron por este método para ganarse la vida, como ya lo hicieron sus antepasados en las aguas del Darro aunque, tal y como contaba uno de los buscadores de oro ,“allí no nos atrevemos a ir por miedo a que nos atraquen”. Ya quedaban pocos, pero en años anteriores, durante los meses de estío, se vivió una auténtica “fiebre del oro”. Sin embargo el trabajo era tan duro, que no muchos aguantaban más de una jornada. Tampoco la Policía lo ponía fácil, pues las ordenanzas municipales prohibían esa actividad. Así, junto a un asentamiento de gitanos nómadas acampados en la ribera del río, los nuevos buscadores de oro del siglo XX arañaban el caudal hasta la llegada de las lluvias.

[* Eduardo Martos, ‘El Fontanero’ busca oro en el cauce del río Genil a la altura de la Fuente de la Bicha González Molero/Archivo de IDEAL 23 de agosto de 1987]

La parada de Pinos Genil

Esta es una foto que subo al blog simplemente por darme un gustazo. Bueno, reconozco que he ido a buscarla porque ayer me dí un homenaje en Los Cazadores y, a la salida, un familiar me hablo de la parada del tranvía de la Sierra en el pueblo.

Esta fotografía es de enero de 1964, tras la restauración y limpieza de la estación. Cuenta la crónica de IDEAL que acompaña a la foto que, tras la de Pinos, se procedería al arreglo de la estación de «Cenes y andén de partida del Ferrocarril situado a la entrada de la Carretera General, frente a la Cruz de los Caídos, mejoras todas que aumentarán el atractivo turístico de la más alta carretera de Europa»

[*]Foto de Torres Molina

Comienza el derribo de la plaza de toros del Triunfo

En la portada del periódico IDEAL de hace 64 años unas fotografías recuerdan ahora otro de los momentos históricos de esta ciudad: el inicio del derribo de la plaza de toros del Triunfo.

Los trabajos comenzaron con la demolición de la techumbre de los palcos de sombra. Cuenta el periódico que «en los solares resultantes se proyecta construir cuatro grandes bloques de viviendas con una plaza circular en el centro, donde se instalará con el mayor decoro, el monumento de la Inmaculada».

La plaza del Triunfo fue construida por iniciativa del empresario cordobés Pedro Álvarez de Moya. La primera corrida se celebró el 3 de abril de 1880, alternando Lagartijo, Frascuelo y Caraancha, con toros de Miura. En sus 68 años de vida la plaza fue reformada en dos ocasiones; una, poco después de ser inaugurada, ya que un ciclón derribó las andanadas que eran de madera, la otra, en 1913. En su ruedo encontró la muerte ‘Atarfeño’ y solo vio una alternativa, la del torero almeriense Antonio Guerrero ‘Guerrerito’.