Rumores de un terremoto con el sabor de cervezas y helados

Todos aseguraban que varios periódicos nacionales habían publicado el anuncio de que un violento terremoto, el mayor de los vividos hasta la fecha, destruiría la ciudad. A pesar de que nadie dijo haberlo leído por sí mismo, eran capaces de dar el día concreto del suceso e incluso, algunas versiones, la hora exacta de la catástrofe. Sería la noche del domingo 26 de abril de 1964. Para dar autenticidad a la mentira, se atribuyó la revelación al adivino que predijo el asesinato de Kennedy que, al parecer también anunció el temblor de tierra que destruyó la población marroquí de Agadir en 1960.  Para una ciudad que comenzaba a disfrutar de las mieles del incipiente turismo, aquel bulo sentó bastante mal. IDEAL desmintió la noticia y durante unos días publicó imágenes de la felicidad de los granadinos que vivían «un terremoto de alegría y de animación en las calles y terrazas» y que, mientras festejaban el día del libro en un fin de semana primaveral, se reían «a mandíbula batiente de los bulistas y los necios que les prestaron oídos».

Ambiente en la terraza del Café Granada aquel sábado de abril del 64. Torres Molina/Archivo de IDEAL
Ambiente en la terraza del Café Granada aquel sábado de abril del 64. Torres Molina/Archivo de IDEAL

La Clínica de San Rafael inaugura un hospital para los enfermos más pequeños

Imagen clinica_san_rafael

 

Los granadinos se implicaron desde el principio con el cuidado de los niños internos en hospital de los Hermanos de San Juan de Dios. Inaugurado el 26 de marzo de 1944, el edificio, construido junto al asilo del mismo nombre, se levantó gracias a la caridad. Tenía capacidad para 45 niños, afectados por enfermedades óseas o deformaciones, que se alojaban en tres amplios «bien instalados e higiénicos» dormitorios a los que llamaban de San Juan de Dios, de San Rafael y del Niño Jesús de Granada, aunque el día de su inauguración solo había 14 enfermos. Tenía consultas externas, sala para oculista y dentista y un comedor especial para los niños recién operados. Los doctores que pasaban consulta en la clínica lo hacían de forma desinteresada. Como solo los pequeños más pobres tenían derecho a la estancia, una vez a la semana se pasaba consulta para estudiar los casos entre los chicos de seis a catorce años que lo solicitaban. Para colaborar en su mantenimiento, se hicieron muy populares la Tómbola y la Subasta de las Ilusiones en la que se pujaba, por ejemplo, por un pavo que los ganadores compartían con los convalecientes.

Los granadinos que volvieron en el ‘Semíramis’

El 27 de marzo de 1954 la Oficina Diplomática del Ministerio de Asuntos Exteriores hizo pública una nota que decía: «El Gobierno tiene la satisfacción de comunicar al país que ayer, día 26, han salido de territorio de la Unión Soviética, rumbo a España, 286 españoles que se hallaban internados en Rusia desde la última gran guerra mundial. Se cree que el contingente principal de estos repatriados es de combatientes de la gloriosa División Azul». Los repatriados embarcaron en el ‘Semíramis’ rumbo a Estambul, donde recibieron atención médica, ropa y alimentos. Radio Nacional leía una y otra vez los nombres de los «hermanos liberados del cautiverio en las estepas rusas» entre los que se encontraban varios granadinos a los que su familiares incluso habían dado por muertos: Antonio Izquierdo, de Purullerna; Cecilio Laborda, José López García, Joaquín Mallada de Moreda; Antonio Moreno, de Moclín, Francisco Rosaleny… uno de ellos, Diego Bailón dejó a su esposa embarazada y a su vuelta conoció a su hija de doce años. El 24 de abril el ayuntamiento les entregó la Medalla de Plata de la ciudad.

Manuel Sola, alcalde de Granada, junto a otras autoridades municipales, se fotografían junto a los seis granadinos repatriados de Rusia donde permanecían detenidos desde el final de la Segunda Guerra Mundial. 24/04/1954 Torres Molina / IDEAL
Manuel Sola, alcalde de Granada, junto a otras autoridades municipales, se fotografían junto a los seis granadinos repatriados de Rusia donde permanecían detenidos desde el final de la Segunda Guerra Mundial. 24/04/1954 Torres Molina / IDEAL

Mariana Pineda ‘vuelve’ a Granada

Cuentan las crónicas que el 26 de mayo de 1831, el día que ejecutaron a Mariana Pineda, diluviaba. El jueves, 16 de marzo de 1984, los encargados de rodar la película sobre la heroína granadina habían requerido los servicios de un camión de bomberos para que hiciera un simulacro de la lluvia. No hizo falta, porque en el cruel momento del rodaje de la ejecución empezó a llover. Poco antes de que Rafael Moreno Alba, el director de la serie, ordenara «acción», una desgarrada Pepa Flores, que puso piel y rostro a Mariana, abrigada con un visón mientras esperaba el inicio de la escena, se concentraba en su papel sentada en el garrote mientras el maquillador avejentaba y demacraba su rostro como lo tendría Mariana cuando murió con veintisiete años y una belleza esplendorosa madurada por el sufrimiento.

Pepa Flores se prepara para la escena de la ejecución de Mariana. Torres Molina/Archivo de IDEAL
Pepa Flores se prepara para la escena de la ejecución de Mariana. Juan Ortiz/Archivo de IDEAL

La escena de la ejecución se rodó en tres horas y fue necesaria la colaboración de una extra de Pepa Flores mientras se hacían las oportunas pruebas ante el garrote.

Rodaje de Mariana

 

La miniserie, de cinco capítulos, se estrenó en Televisión Española el 13 de noviembre de ese año. Se emitía los martes, a las 9.30 horas, después de «El hombre y la tierra».

mariana_2
Espectación durante el rodaje en los Jardines del Triunfo. Juan Ortiz/Ideal

El primer paso para la desaparición de la Manigua

Faltaría poco más de un año para que Gallego Burín escenificara, piqueta en mano, el derribo del legendario barrio, pero el 24 de febrero de 1939, hace ahora ochenta años, el pleno municipal aprobó uno de los proyectos de reforma urbana más importantes de Granada. En el derribo de la zona baja de la Manigua, cuenta la crónica publicada en IDEAL «Se construirán nuevas calles. Una de las nuevas vías comunicará la Puerta Real con el Campillo Alto y otra será transversal desde la Acera del Casino a la calle Navas».

Manigua

 

También se ensancharía Puerta Real, «construyéndose una amplia rotonda con la nueva línea que formará la esquina de Reyes Católicos y la Acera del Casino».

390224_manigua

390225_manigua1

El barrio, un laberinto de callejuelas que se extendían entre Puerta Real y San Matías, acogía los prostíbulos de Granada y su derribo era una vieja aspiración de la ciudad, incluso se adoptaron medidas un poco ingenuas para su demolición, como aquel alcalde que mandaba cada noche a los bomberos para ver sin los chorros de agua acababan con las desvencijadas casuchas.

 

El aljibe de la Alhambra se visita tras 27 años cerrado

Tras permanecer 27 años herméticamente cerrado, el 17 de febrero de 1944 unos pocos afortunados pudieron conocer el famoso depósito del siglo XVI, cuyas aguas gozaban de popular predilección entre los granadinos, especialmente durante los días de calor. La visita se realizó tras la limpieza del aljibe ordenada por el arquitecto Francisco Prieto Moreno.
Formado por dos grandes naves paralelas de treinta y cuatro metros de longitud por seis de ancho y con capacidad para unos cuatro millones de metros cúbicos de agua, el aspecto interior recordaba al de un grandioso templo. Ocho hombres se emplearon durante tres días en las tareas de desagüe y limpieza y se tardaron cinco días más en volver a llenarlo hasta una altura de unos cinco metros, con el agua de la acequia Real, que vertió a sus depósitos en un chorro de unos quince centímetros de diámetro.

Se contaba que en una limpieza anterior un turista alemán se coló en el tanque y murió ahogado sin que nadie escuchara sus gritos de auxilio. Su cadáver se descubrió más de treinta años después.

Aljibe_Alhambra

Adiós al tranvía

Hace 40 años que la provincia se despidió de sus tranvías. Su desmantelamiento definitivo comenzó el día 19 de enero de 1974, cuando dejó de prestar servicio el añorado tranvía de Sierra Nevada. Tras él y en unos días, dejaron de prestar servicio las líneas de Dúrcal y Pinos Puente, sacrificadas por estar muy viejas y porque habían dejado de ser rentables por la feroz competencia de los autobuses. Según una información publicada en IDEAL, FEVE, la empresa responsable de los tranvías, aseguraba que el levantamiento de la vía de la Sierra obedecía a que unos ocho kilómetros del trazado discurrían por la zona de las obras de la presa de Canales. Para salvar la línea se planteó la construcción de un túnel pero era tan caro, que no hacía rentable el trayecto. No eran más que excusas.

Tranvía de Sierra Nevada
Tranvía de la línea de Granada a Sierra Nevada a su paso por el pantano de Canales. Cedida por José Manuel Fernández

 

Aquel día, muchos granadinos acudieron a despedirse de su tranvía e hicieron el recorrido entre aplausos.

portada_tranvia1 portada_tranvia2

El 14 de febrero, hace cuarenta años, dejaron de funcionar las líneas de La Zubia y Fuente Vaqueros. Granada se despedía de sus tranvías tras casi tres cuartos de siglo de existencia.

740215_portada

Cabalgata de Reyes en plena guerra

¿Cómo fue la cabalgata de Reyes Magos de 1939? Así lo contó IDEAL en su crónica del cortejo el 6 de enero de ese año, hace 80 años.

Como venía haciendo desde 1912, el Centro Artístico preparaba el desfile de los Reyes Magos por las calles de la capital. En aquel 1939, con España sumida en una dura Guerra Civil, el cortejo de la fantasía era más necesario que nunca. Lo difícil era conseguir los juguetes, pero la magia de sus Majestades de Oriente tocó la solidaridad de los granadinos que se volcaron con los niños. Durante todas las navidades, los salones del Centro Artístico se llenaron de objetos donados por los socios que eran subastados para recaudar fondos. Por ejemplo, aquel año alguien pagó 126 pesetas por una pequeña acuarela de Apperley. Además había una suscripción que no paraba de recibir donaciones y también se aceptaban donativos de caramelos y golosinas para la cabalgata.
El 5 de enero a las seis de la tarde, las puertas de la plaza de toros del Triunfo se abrieron para dar paso al desfile real. Triunfo, San Juan de Dios, Duquesa, Plaza de la Trinidad, Mesones, Puerta Real Reyes Católicos, Sierpe Alta, Plaza de las Descalzas, con parada en el Gobierno Militar, calle Colcha y vuelta por la Gran Vía hasta el Triunfo, ese fue el recorrido. Una sección de la guardia municipal montada con uniforme abría el cortejo, seguido por clarines, gastadores, palafreneros y la estrella, acompañada por coros de pastorcillos. Cuentan las crónicas que la emoción de los niños fue sorprendente ante la fastuosidad del espectáculo, pues creían tener delante a los auténticos Magos de Oriente con su brillante corte. Después del recorrido, los Reyes Magos se dirigieron en dos autobuses al Orfelinato de la Diputación en los Ogíjares donde repartieron juguetes entre los más de seiscientos niños que había allí acogidos.
Aquel año los voluntarios del Centro Artístico consiguieron más de diez mil juguetes, que repartieron entre las escuelas nacionales, comedores de Auxilio Social, Asociación Granadina de la Caridad, Escuelas del Ave María y demás hospicios y hospitales.

El cortejo a su paso por la calle Reyes Católicos. Torres Molina/Archivo de IDEAL
Reyes Magos y pajes posan antes de la salida de la Cabalgata de Reyes Magos en la Plaza de Toros del Triunfo. 6 de enero de 1940 Torres Molina/Archivo de IDEAL
Cabalgata de Reyes Magos en Granada: en la imagen, sua Majestades entregan los regalos a los niños del orfelinato de la Divina Infantita. 6 de enero de 1949 Torres Molina/Archivo de IDEAL
Un grupo de niños admiran los juguetes en un escaparate de un comercio granadino. 5 de enero de 1950 Torres Molina/Archivo de IDEAL

¡¡¡Feliz año nuevo!!!

Bib Rambla, zoco de Pascua

El recuerdo que hoy describe esta sección se remonta a los años cuarenta, pero el aire que se respira en este rincón de la ciudad, no ha cambiado tanto. Entonces, la plaza se llenaba en sus cuatro costados de puestos de roscos de vino y aguardiente, de mantecados, de peladillas, de polvorones… y de juguetes baratos. El lugar perdía ese engolamiento de plaza oficial y ganaba en colorido, en alegría. Los niños se convertían en los dueños del sitio. Eso no ha cambiado aún. Tampoco la sencillez que caracterizaba a los puestos, como los cercanos de la Trinidad, con los pavos, pollos y chotos agrupados en corralillos. Pero los pequeños seguían buscando la zambomba más escandalosa, o la figurilla que les faltaba en su Nacimiento. Ya solo les quedaba esperar impacientes, como alguna vez relató Juan Bustos, a que sus padres les llevaran a la estación de Andaluces para coger de la escoria sobrante de los trenes, los trozos de carbón de piedra que, convenientemente «nevados» después con bicarbonato, simularían las montañas del Belén, o que en el paseo junto al río, convertido en aventura, trajeran a casa el musgo que convertiría en un campo verde el aparador.

Decoración navideña en Puerta Real en una imagen de los años 60. Torres Molina/Archivo de IDEAL
Decoración navideña en Puerta Real en una imagen de los años 60. Torres Molina/Archivo de IDEAL
Panderetas en el Embovedado.jpg
Puestos navideños en Puerta Real. Fecha desconocida/ Archivo de IDEAL
PAVOS1
Venta de pavos en la plaza de la Trinidad. Fecha desconocida. Torres Molina/Archivo de IDEAL

ZAMBOBA
Puesto ambulante de zambombas en el centro de Granada. Fecha desconocida. Torres Molina/ Archivo de IDEAL