«Desde la Carrera del Darro, á cuyo lado corre este río, se divisa en la orilla opuesta una torre poligonal y en ella el arranque de un suntuoso puente árabe construido con lajas de piedra franca, siendo de notar su angostura, que apenas dejaría paso para dos hombres a la vez». De esta manera Manuel Gómez Moreno comienza la descripción del Puente del Cadí en su «Guía de Granada». Construido en el siglo XI por Alí ben Mohamad ben Tauba, cadí del rey Badis, se desconoce con certeza la fecha y el motivo de su derribo. Sí se sabe que su destino era unir la Alhambra con la ciudad e incluso, en el machón, se distingue «una puertecilla y las ranuras del doble rastrillo» que impedía acceder a la fortaleza por el cauce del río. En 1932, el puente pertenecía a la Sociedad de Tranvías. Entre anuncios del servicio diario de autocares a Sierra Nevada, del salón de te de López Mezquita, en el 38 de la calle Zacatín o el elixir estomacal «Saiz de Carlos»; entre informaciones como la elección de la representación granadina que asistiría al Congreso Socialista de Madrid, el aplazamiento de una excursión turística a Sierra Nevada o el imprescindible «Carnet mundano» ( donde los granadinos se enteraban de las enfermedades de sus paisanos más ilustres, sus fiestas privadas y viajes), un breve, publicado el 25 de septiembre de 1932, informaba de la adquisición por parte del Estado del Puente del Cadí para reconstruirlo y facilitar una subida, la más corta, a la Alhambra. Un mes más tarde, en concreto el 29 de octubre, el periódico se hacía eco de varias disposiciones de Instrucción Pública por las que se libraba la cantidad de 36.000 pesetas con destino a Granada, que se repartirían entre obras de «reparación y exploración» en el citado puente y del Palacio de Dar al Horra, a la reconstrucción de albercas y muros en la Casa del Chapiz (donde ya se había planteado la construcción de una Escuela de Estudios Árabes) y, quizás la más importante, la reconstrucción del Arco de las Orejas (demolido el 3 de septiembre de 1873 y cuyas piedras se conservaban en el Museo Arqueológico), en el secano de la Alhambra. 10.000 pesetas del presupuesto se destinarían exclusivamente para la reparación de esta Puerta de Bibrambla.