Hoy políticos y empresarios granadinos se han reunido en la Cámara de Comercio para debatir sobre el AVE. En la fotografía que veo en   ideal.es cuento más de una veintena de representantes de las principales fuerzas políticas y de la clase empresarial granadina. De entrada creo que es bueno que nuestros políticos se reúnan y hablen, lo que no acabo de entender es que de un acto público en el que participan representantes de la sociedad, y un acto que organiza un organismo público, se eche a los periodistas. Parece obvio que lo hacen para impedir que los profesionales de la información puedan contar después a los ciudadanos lo que dio de sí la reunión y lo que dan de sí algunos de nuestros políticos cuando se trata de proponer ideas y alcanzar acuerdos en beneficio del conjunto de los granadinos.
Todos esos que se han sentado hoy en la Cámara de Comercio, los que decidieron expulsar a los medios y los cómplices que callaron y lo permitieron, olvidan que ellos se deben a la sociedad que los vota y les paga, y que los ciudadanos tienen todo el derecho del mundo a saber si cumplen o no con sus compromisos. Tienen el derecho a saberlo y hacerlo sin mensajes interesados y manipulados que una y otra vez aportan confusión y crispación.
¿A qué temen nuestros los políticos granadinos para impedir la presencia de los periodistas en una reunión sobre el AVE? Quizás a que se sepa que buena parte del encuentro se la pasaron entre reproches personales y divagaciones de partido. Quizás a que se sepa que son expertos en el discurso del ‘Y tú más’ con el que juegan cuando hablan del AVE, las autovías y los proyectos de futuro de la provincia. Temen quizás que los oigamos divagar sobre la maldad de mantener la actual estación de Andaluces para el AVE, aunque sea en contra de casi todo el mundo, y vender las excelencias de un proyecto nuevo en Cerrillo de Maracena en el que solo creen los palmeros agradecidos. Y temerán, quizás, que sus electores averiguen que son incapaces del sentido común y negados para el diálogo y el consenso, aunque con ello pierda Granada.