Cada día que pasa tengo el mayor convencimiento de que la pasada temporada tuvieron que pasar cosas muy, muy raras en el vestuario del Granada 74 SAD. Viene esto a cuento porque el miércoles pasado me llamaron de le revista Mediapunta para preguntarme si era verdad que el entrenador Antonio Tapia había sido víctima de la desidia y, las malas artes, de sus propios jugadores. Según me dijo su redactor, así se lo había dejado caer Carlos Marsá. «Pues mira, la verdad es que no lo sé, porque yo por entonces me ocupaba de la información del Granada CF. Pero eso mismo es lo que me aseguran algunas personas que vivieron la situación desde muy cerca», le contesté. Y la verdad es que no engañé al compañero de esa publicación que es de tirada nacional, y distribución gratuita, en los campos de Primera. Y es que su pregunta me hizo recordar el comentario que sobre este particular me hizo un alto cargo del club justo el día en el que se presentaba la plantilla de Segunda B acompañada por los jugadores de la anterior que no habían llegado a un acuerdo de rescisión con la entidad. «Fíjate tú la pena …- me acuerdo que me dijo- que con Tapia seguro que nos hubiéramos salvado si esos c…. no se lo hubieran cargado».
En otras circunstancias aquella declaración me hubiera resultado ‘la bomba’. Pero, insisto, si hubiesen sido otras las circunstancias. Porque ya semanas antes, afanado de lleno en conocer en qué iba a acabar aquel invento de la compra de plaza del Ciudad de Murcia, hubo algunos jugadores que se me ‘desnudaron’, y me dejaron entrever que el año pasado hubo ‘tiros y puñaladas’ en el vestuario rojillo. Incluso, hubo alguien que me dijo: «mira Sergio, un día no llegamos a las manos porque nos separaron. Pero algunos (de los que fueron sus compañeros) se tienen que acordar todavía de lo que nos han hecho a los demás. Yo, con el descenso, he perdido un contrato espectacular. Y que no te extrañe si un día te enteras que alguno de mis ex compañeros sale de un campo lesionado. Porque aunque no voy a ser yo quien me lo lleve por delante, ya tendré quien lo haga por mí«. Que yo sepa, aún no se ha cumplido esta profecía ni ha pasado nada raro. Pero tampoco aquí podría asegurar, porque ya tengo mi particular ración de crudeza con estar pendiente de lo que sucede ahora en el ‘74′.
No hay que ser un lince para saber que la plantila se la jugo a tapia y al propio marsa.Esa epidemia de lesiones durante toda la temporada no se la traga nadie.Por otra parte no creo que fuera contra tapia directamente sino contra el club que los tuvo engañados y arruinados toda la temporada y que tambien les engaño a ustedes los periodistas que durante toda ella vendieron que el club estaba al dia con los emolumentos cuando al finalizar la temporada nos enteramos de la realidad que era que la mayoria solo cobraron el 20% de su ficha y encima amenazandoles con no dejarlos marchar la proxima si no rebajaban su deuda.
En esas condiciones,primero el club ofreciendoles sueldos estratosfericos, luego teniendo que jugar casi gratis sin pagarles casi nada en toda la temporada y encima bajo amenazas para la proxima temporada ¿que crees que podia pasar ? pues lo que paso ,todos lesionados y descenso a 2ªB y encima el club metio la gamba al destituir a un buen entrenador como Tapia
Bueno, amigo justicia y fútbol, sucede que para realizar en periodismo una afirmación comprometida necesitas una buena base documental. De lo contrario, te puedes ver sentado en un juzgado. De ahí a que muchas veces no se digan cosas que se saben o se intuyen, pero que no se pueden demostrar.
Difiero con usted respecto al tema de las lesiones. A mi juicio, las lesiones en el ‘74′ vinieron porque casi todos los días hubo que entrenar en un campo diferente, a lo que este año cabe unir el problema de no poder disponer de un ‘fisio’ en todas las sesiones de entrenamiento.
También discrepo en aquello de que el club los tuvo “arruinados”. El club dejó de pagarles en marzo, dicho por los propios protagonistas, aunque algunos vieron cortados el grifo antes. Y lo que cobraban, creame, no era precisamente para estar arruinados. Además, si repasa hemerotecas verá los medios empezaron a denunciar esta situación justo cuando comenzó a producirse de manera notoria: en marzo. Quizás a usted le parezca tarde eso, pero es que antes no se pudo denunciar (salvo, insisto, casos muy puntuales como el de Javi Guerra).
Acerca de esta coyuntura periodística con la que le veo tan sensibilizado le digo que para que un profesional de la información se entere de una situación de este tipo es preceptivo que alguien (llámese futbolistas, por ejemplo),la denuncie previamente. O, al menos, no ponga empeño en ocultarla. Y eso justo es lo que me cuentan que sucedió.
Con respecto a lo de los sueldos ‘estratosféricos’ estoy de acuerdo con usted. Marsá quiso asegurar la base de la plantilla del Ciudad y sobrevaloró económicamente a muchos profesionales.
Reciba un cordial saludo.