Lo confieso. Fui culé hasta los huesos. Pero solo hasta el momento en el que comprobé que el FC Barcelona política y fútbol van de la mano. O hasta el instante en el que me dio la sensación de que los aficionados de fuera de Catalunya, los que realmente hacen del azulgrana más que un club, son considerados de segunda categoría. No sé qué fue antes.
Pero sí que desde el inicio de mi devoción por la escuadra catalana vengo comprando con asiduidad el diario AS. El periódico que se ocupa exhautivamente, con precisión periodística y pasión, del gran rival, pero uno de los más indicados para estar al loro también de todo lo que acontece en el balompié nacional e internacional. Especialmente, los lunes que es cuando ofrece un formidable ejercicio de seguimiento a todos los equipos, de Primera a Tercera con sus crónicas respectivas. Desde quién ha jugado en el Amurrio, hasta el portero por el que se decantó el técnico del San Fernando. Te enteras de todo, vamos.
Esta ardua labor recan sobre los hombros de sus magníficos profesionales, que aparte son excelentes compañeros. Siempre que los requieres para algo ahí están. Un dato, una opinión, un teléfono…
Y la muestra la tienen ustedes en el ejemplar de este sábado en IDEAL, que es donde se publica un reportaje creo que curioso a propósito del pasado madridista de Riki, Juan Carlos o Fran Rico. Algo que es muy fácil de atestiguar con las fenomenales fotografías que nos sirvieron al atender el requerimiento.
Me quito el sombrero.