Estoy en las antípodas de quienes piensan, y dicen, que Susana Díaz ha convocado elecciones anticipadas por interés personal y con un ojo puesto en las generales para liderar su partido. No hay que ser un experto politólogo por la universidad de Harvard para entender y comprender, ?sobre todo después de los datos indicativos de intención de voto del CIS? que la señora Díaz ha tomado la decisión inmediata y compulsiva en el momento oportuno.
La formación de Izquierda Unida, mayormente formada por miembros del partido comunista, encontró un lecho de confort y desarrollo en la coyunda política de mantener la gobernanza andaluza entre perdedores por un plato de lentejas. Pero el matrimonio, como toda relación, tiene con frecuencia, sus desavenencias y desencuentros e incluso deslealtades. Todo lo hubiera soportado la primera dama con estoicismo y tragándose en ayunas el sapo de la mañana hasta el final de la legislatura. Pero es que, hoy, IU ya no es IU. Es Podemos.
Decía que era oportuna la precipitada convocatoria electoral porque hay, había, que evitar que la formación de repudiados y resentidos, por los suyos, provenientes del movimiento comunista, ya fagocitados, fuese tomando cuerpo y poder de convocatoria. La verdad es que desconozco dónde está el límite de la techumbre de abducidos con este fenómeno nacido del rencor, el odio y la falsedad. Eso lo dirá el nivel de inteligencia en las urnas.
Estoy en las antípodas de quienes piensan y dicen que Susana Díaz, si no logra la mayoría, pactará con Podemos, sencillamente, porque no hubiera tenido sentido el adelanto electoral. Lo tenía fácil? dejarse arrastrar por la corriente y esperar. Ella sabía que venía el lobo y ha preferido de manera, responsablemente institucional, intentar un refrendo de su electorado y tratar de buscar la mejor solución para la gobernabilidad de Andalucía. Pero, ciertamente, el futuro no está escrito.
Sigo en las antípodas con quienes piensan y dicen que el joven Juanma Moreno no ganará las elecciones. No olvidemos que es el albacea de los mejores resultados que obtuvo históricamente el Partido Popular, que fue ganador, en la anterior consulta. Juanma Moreno es un hombre que transmite transparencia y confianza. Como todo líder político su aspiración y objetivo es ganar las próximas elecciones, pero también ha dicho algo que le honra y lo define política y humanamente. Ha tendido la mano, antes del escrutinio, a Susana Díaz a favor de nuestra tierra.
En democracia todas las opciones políticas son legítimas, pero no me ofrecen demasiadas garantías quienes proclaman revoluciones pendientes. PSOE y PP deberían enterrar el hacha de guerra, corregir errores, dar ejemplo de unidad a sus correligionarios y votantes, ofrecerles propuestas realistas y comprometidas, creando ilusión social por un futuro mejor y no perder el tiempo en discordias inútiles de un pasado judicializado o archivado en la oficina de objetos perdidos. Abandónese la demagogia. Ni estamos para experimentos, ni estamos para farsas. Que cada partido venda su peine. Y el que venda más peines, que peine.