Impresionado estoy

Ya tiene mérito impresionarse por algo a estas alturas de la película, pero me ha producido una piadosa impresión la fervorosa presencia del diputado Cañamero junto al Papa Francisco en el Vaticano. En este año de la Misericordia, su señoría, oriunda del Sindicato Andaluz de Trabajadores –hoy en la lucha de Podemos– ha pedido la intercesión de S.S., para que sea liberado de presidio un tal Bódalo, que como se puede intuir es un animal no domesticado cuyo salvaje instinto le llevó, entre otras agresiones en la vecina Úbeda, a golpear y tirar al suelo a una mujer embarazada de seis meses en un acto de servicio

‘podemita’. Recordemos las palabras del mesiánico Pablo Iglesias que al ser preguntado al respecto por la ‘canallesca’ afirmó, a plumillas y cámaras: «Las patadas y los puñetazos son derecho a la protesta». En fin, que pese al aplauso de las fuerzas reformistas y regeneradoras de la vida política y social de esta España nuestra y el misterioso silencio de las feministas de la cosa, la Justicia –sabido es que por donde menos se espera salta la liebre–, la Audiencia de Jaén lo envió a la sombra tres años y medio y le impuso 1.800 eurípides de multa por considerarlo culpable de atentado y una falta de lesiones tras agredir al teniente de alcalde del Ayuntamiento de Jódar en 2012. Otro golpe. El chico tiene un historial impecable como líder de las mareas, por lo que yo comparto la petición del diputado Cañamero de sacarlo de la cárcel, pero con la condición de que sea ingresado en un zoo, convenientemente vigilado, porque es capaz de dejar ‘knock out’ al gorila.

La impresión, de paños menores, vino cuando un extraño fetichista pagó, en subasta pública de la casa Philip Serrell, en el Reino Unido, más de dos mil euros por unas bragas de Eva Braun, la amada, tal vez musa, de Adolfo Hitler. Las bragas, aunque de distinguida lencería de la época, no eran las últimas bragas que hubiesen olido a ácido prúsico. Lo que le habrían dado un carácter histórico morboso a tan íntima prenda de aquella primera y última dama que convivió en la opacidad del malvado dictador nazi

hasta su final. Impresionante el espécimen que se ha quedado a la una, a las dos y a las tres con las bragas de Eva, probablemente inducido por el popular dicho de «Al que no está acostumbrado a bragas, las costuras le hacen llagas». Estoy impresionado porque los norteamericanos han elegido a Trump como relevo de Obama, que no habrá ilusionado a su pueblo durante su mandato pero que ha sido, a mi juicio, uno de los más discretos y normales presidentes que han ocupado transitoriamente, pese a ser negro, la Casa Blanca. Sobre todo cuando se reaviva el racista odio del K.K.K. Pero, la verdad, es que no ha llegado la inteligencia en el relevo. Lo único que envidio,como alopécico ciudadano del mundo, es su peluca de muñeca ‘chochona’ que luce septuagenariamente.

 

Y termino impresionado a la vista del retrato, al óleo, que se ha encargado el todavía director general de la Guardia Civil, Fernández de Mesa, que circula por las redes con chaqué, banda, medallas, escarapelas, insignias y bastón de mando. Todo ello irregular y contradictorio con lo señalado en la praxis protocolaria, pero ha sido un capricho de narcisismo que a mí me ha recordado a aquel limpiabotas granadino, ‘El Mananas’, que a su regreso, como miembro de la División Azul, tal vez afectado por la metralla y la nieve de la ‘estepeña’ superficie del campo de batalla, lucía variadas condecoraciones en su chaqueta mientras le daba lustre a los escarpines.

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