La Junta declara la guerra a las mafias de la vivienda de la Zona Norte

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La junta municipal de distrito de la zona Norte correspondiente al mes de noviembre tuvo mucho contenido, trajo frases para la intrahistoria local y la presentación de respuestas y proyectos para un conjunto de barrios a menudo olvidados, sordos, en el borde de la invisibilidad.

Presidida la cita por la concejala de Movilidad y Seguridad Ciudadana, Telesfora Ruiz (PP), contó con la presencia de los presidentes de las asociaciones de vecinos que integran el distrito: Campo Verde, Casería Montijo, Parque Nueva Granada, La Paz, Cartuja, Almanjáyar y Rey Badis.

La novedad es que también asistió Manuel Morales (IU), delegado de Vivienda de la Consejería de la Junta de Andalucía y vecino del distrito. Esta comparecencia, dado que el tema de la vivienda es uno de los caballos de batalla de estos vecinos, era de lo más esperada. De hecho, la concejala socialista Jemi Sánchez la viene reclamando desde hace ya muchos meses.

Al fin, el delegado Manuel Morales asistió y lo hizo acompañado de dos de sus técnicos: el jefe de servicio de Vivienda y el director de la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía (AVRA). Como anécdota, contada por el propio delegado, es de destacar el detalle autobiográfico.

La primera vez que se solicitó la presencia del delegado de Vivienda de la Junta en este distrito ocurrió hace quince años: «Cuando yo mismo era vocal por Izquierda Unida aquí en la zona Norte», explica Morales. «Todavía le estamos esperando», recuerda no sin ironía. «Y ha tenido que ser ahora cuando ha venido, porque da la casualidad que soy yo. Ydije que iba a venir y aquí estamos», se explica como cumplidor de promesas políticas.

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En el transcurso de la reunión de la junta de distrito se detallaron los planes de viviendas y de rehabilitación y, no sin tensión, surgieron muchas preguntas y también muchos problemas.

«Explicamos todo», comenta Morales. «Por ejemplo, que hemos multiplicado la inversión». Tras repasar todos los datos y los planes, Morales reconoce que «salió un problema que nos afecta mucho». «Se trata –prosiguió–, de un conflicto social muy potente en estos barrios, porque hay grupos que extorsionan a familias para quitarles su casa».

Con dureza pero firme, el delegado de Vivienda de la Junta explicó que «son mafias, son grupos organizados que operan con intensidad en zonas muy concretas del Polígono, como el Hotel Luz, las Parcelas, el Poblado y Molino Nuevo».

Una vez enunciado el problema, avanzó: «Desde la Junta de Andalucía estamos persiguiendo estos temas. Lo hemos hecho ya en varias ocasiones y lo vamos a extender porque es intolerable. Es una vulneración de un derecho fundamental».

«Esta injusticia, además, persigue a las familias que son expulsadas porque, con los papeles en la mano, consta que ya son titulares de una vivienda social». En consecuencia, confirma Manuel Morales, «como administración no lo vamos a tolerar en ningún caso».

«Es un problema –continúa–, que ha existido siempre pero que ahora nosotros estamos denunciando. La solución pasa por una intervención contundente de las administraciones. Es un tema de justicia».

El primer paso que se va a seguir y que se avanzó en el transcurso de la junta de distrito de la zona Norte es «aplicar un plan extraordinario de revisión de la titularidad de las viviendas, de la adjudicación. Es decir, para entendernos claramente, para saber quién está dentro de los pisos viviendo de verdad y si son los autorizados».

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De las fotografías: Ramón L. Pérez

Una cita en la rive gauche del Genil

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A veces me gustar mirar por una ventana. Sí. Es curiosidad, de la que mató al gato pero al mismo tiempo inventó al periodista. Ese tipo que desconfía de su madre cuando le dice que le quiere y que todo lo tiene que confirmar, hasta la cena de Nochebuena. Y ese tipo que cuenta cosas que la gente quiere saber de alguna manera. Acudiendo a las citas, escuchando y mirando.

Acabo de estar por primera vez en la junta municipal de distrito Genil. Y, ciertamente, poco tiene que ver con otras de otros distritos de Granada, como, por citar así a voleo, Albaicín, Chana o Beiro.

-«Esto es una balsa de agua», me dice una de las vocales aquí en Genil
-«De aceite, mejor», le respondo.

La margen izquierda es un concepto magnífico acuñado en París. La margen izquierda del Sena marca el barrio burgués y bohemio, cultural y pacífico, bon vivant y educado. Charme es la palabra más que glamour. En famille, en familia, es la expresión francesa que marca el territorio.

Genil es parecido, admite la comparación. Está en la margen izquierda del Genil y, sin ser centro ni falta que hace, vota mayoritariamente al PP y UPyD y su junta de distrito se afana en el medio ambiente y en la organización de veladas culturales y actos para mayores y pequeños.

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A uno, que le gustan los detalles, se ha fijado entonces en los dos tablones de anuncios de la asociación de vecinos Cervantes. Refleja, describe, las preocupaciones, el ambiente, la atmósfera del distrito, supongo.

Lo comparto con vosotros: Tocan Los Panchos sus boleros. Un curso de danzaterapìa. Un taller de espalda sana. Fin de año en Aguadulce por 160 euros. Concurso de Belenes de Navidad. Premio de Pintura Joven. Viaje al Madrid Iluminado en el puente de diciembre por 155 euros. Exposición de grabados y por destacar algo más, gran gala de clausura de Granajoven en un clip.

 

Zaidín: ‘Desvial’ la atención

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Se apaga la protesta de Santa Adela en el Zaidín y la junta de distrito muta en cuasibalsa de aceite. Toques fucsias con propuestas de arreglos, intervenciones que convierten al genial director de cine Berlanga en un aficionado y arribistas con papeles que se trastabillan y se equivocan. De todo hay en este teatrico que es el Zaidín cuando el Barça se mide en Europa.

Atrás quedan justas rockeras, bibliotecas con libros y sin palomas y el metro que ni a caballo cruzaba la Hípica. Ahora, una vez que el soma que escribió Huxley ha llovido cual maná sobre Santa Adela apacenta la cesta de votos que el carril bici de la avenida de Dílar atesoró hace ya casi doce años, se necesita un nuevo Mordor.

Hagan sus apuestas. Hay ya un Sarumán y un Frodo. Hay un Legolas y un Gimli. Hay Princesas Elfas. Y hay un debate obtuso en la Avenida SIn Carril Bici donde una vez los comerciantes se juramentaron. Y donde casi doce años después, al menos tres mandatos de Torres Hurtado después, vuelven a repetir el mantra aquél que El Zaidín quita y pone alcaldes de Granada. Les falta decir «Podemos».

Y en el ínterín, tratan de ‘desvial’ la atención. Y que el vial de marras convierta la avenida de Dílar en la gran Kudam que entre en el Campus de la Salud para llenar las arcas de los comercios, sin saber que lo que empieza por un lado termina por el otro y lo que une no separa y lo que lleva a la avenida de Dílar también lleva a Armilla. Perdón. Al Centro Comercial Nevada Mordor,

O así.
¿Me siguen?
Lo que se trata es que se termine el metro, haya libros, se rehabilite Santa Adela, y el Zaidín vibre comercialmente con un plan que incluya aparcamientos, un buen transporte público y acciones de promoción. Para empezar.

CRÉDITOS
La foto la he sacado cinco minutos antes de que comenzara la junta de distrito Zaidín.

 

El éxito de la Mediación Vecinal en Granada

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La mediación municipal en Granada resuelve el 70% de las disputas vecinales denunciadas por motivos como ruidos, humos, el uso de zonas comunes, problemas con la música o con los animales.

De hecho, en estos dos últimos años se ha trabajado en 76 expedientes y se ha logrado solucionar el conflicto entre las partes implicadas sin necesidad de llegar a los tribunales. Los datos provienen de dos fuentes.

EXPERIENCIA 1
Jesús Cañavate Carmona, presidente del Colegio de Administradores de Fincas de Granada, quien recuerda que «en la mano tenemos la Ley de Propiedad Horizontal, por un lado;y la Ordenanza Municipal de Convivencia, por otro». Estas normativas permiten a una comunidad encarar un problema de ruidos y molestias entre vecinos.

EXPERIENCIA 2
Mariola Aguilar Garzón –junto a Soledad Oña y Purificación Sotelo– gestionó durante un año el proyecto piloto de la Fundación Mediara. «Los objetivos eran dinamizar a la comunidad para que no haya roces insalvables y darles herramientas para abordar y superar conflictos», recuerdan ahora. La conclusión del año de trabajo fue que «contar con un servicio de mediación comunitaria en Granada aporta un gran valor añadido a la gestión municipal porque permite a los ciudadanos resolver sus conflictos de forma pacífica».

EXPERIENCIA 3
Manuel Martín García y Juan Antonio Mérida, Defensor del Ciudadano y concejal de Medio Ambiente, respectivamente, explican por su parte, el protocolo. «Se trata de un nuevo procedimiento que tiene como objetivo solucionar las discrepancias vecinales utilizando fundamentalmente la mediación entre las partes, ofreciendo los recursos de ambos servicios y aportando soluciones técnicas o planteamientos alternativos desde el punto de vista legal».
Los resultados, también aquí, «son excelentes».

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MÁS INFORMACIÓN
-Los problemas entre los vecinos: Del maldito reloj de cuco al gato de Angora meón. Lee en este link el reportaje con los casos más curiosos de mediación vecinal
 -El protocolo entre la Concejalía de Medio Ambiente y el Defensor del Ciudadano para la mediación vecinal. Lee las características en este link, donde también te decimos cómo y dónde acudir.

CRÉDITOS
-De la ilustración: Ibarrola
-De la fotografía: El presidente del Colegio de Administradores de Fincas, la responsable del proyecto piloto de mediación comunitaria, el Defensor del Ciudadano y el concejal de Medio Ambiente, en el patio de la Corrala de Santiago. / GONZÁLEZ MOLERO

Un mapa para conocer el infierno de los granadinos en Burkina Faso

A pro-democracy protesters holds up a Burkina Faso flag at Place de la Nation in Ouagadougou

Seis granadinos y un gallego se encuentran atrapados en el infierno de Burkina Faso, país africano que vive una convulsión política y en el que la inseguridad se ha adueñado de las ciudades y carreteras. Trabajan en una mina de manganeso para la empresa Parquigran, con sede en Santa Fe.

Los trabajadores llegaron a Burkina Faso de la mano de la empresa Parquigran, firma que trata de evacuarlos del país y que se está encargando para ello de las negociaciones necesarias con el Ministerio de Asuntos Exteriores y las embajadas y consulados cercanos.

«Hay un alto riesgo de que tomen el campamento, es un infierno», comentaron los responsables de la empresa que añadieron que sin ebargo se encuentran bien.

Si haces click en la image del mapa inferior accederás a la geolocalización que hemos preparado con los puntos calientes de esta odisea. La siguiente imagen muestra a los trabajadores granadinos en el campamento en Burkina Faso.

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Uno de los responsables de la empresa, Raúl Romero, ha detallado que los españoles, que comparten refugio con otros siete trabajadores de Francia, Inglaterra y Australia, han pasado la noche encerrados en la mina y custodiados por quince personas de la seguridad privada contratada previamente, que carecen de armas para abortar un posible ataque, pero desarrollan tareas de vigilancia.

La mina, a 400 kilómetros y ocho horas de trayecto de la capital de Burkina Faso, se encuentra en una zona conflictiva con fuerte presencia de talibanes, a los que se suman tuaregs que consideraron un ataque la explotación del yacimiento minero.

En este mapa hemos geolocalizado la odisea de estos granadinos, las principales localidades, las posibilidades de rescate.