En algunas zonas de Almería y Granada se puede encontrar, aunque en su forma silvestre
Puede que hayas pasado por su lado, que pensaras que es un arbusto bajo más, pero en algunas zonas de Almería y Granada existe el guayule (Parthenium argentatum). Ahora, la compañía automovilística Ford ha anunciado que va a experimentar con ello por sus propiedades, mucho más prometedoras que las de la goma que viene utilizando hasta la fecha, ahorrando hasta un cincuenta por ciento.
Según Ford, el interior de un coche pequeño como el Ford Fiesta tiene hasta tres kilos de goma, un material que tiene un alto grado contaminante y que sufre oscilaciones de precio que lo pueden llevar de 2 a 8 dólares el kilo. Por esta razón, la compañía ha decidido investigar si puede fabricar sus vehículos con otros materiales más baratos y más ecológicos. Y parece ser que el guayule es el que mejor resultado le está dando hasta la fecha, ya que saben que se está utilizando con éxito en trajes de neopreno y en guantes médicos. Ford ha puesto la mira en este arbusto, que crece en Arizona y en México.
Fue desde México desde donde llegó esta planta a España, concretamente al sureste español. Como destacan Francisco Rodríguez, Luis Posadas, Jesús Vilchez, Andrés Ivorra y Agustín Lahora en un estudio sobre el guayule, la planta llegó a España entre los años 1949 y 1952. «Se establecieron viveros y parcelas experimentales en Berja (Almería), Lanjarón (Granada) y Almonte (Huelva). En el año 1953 se crea el Servicio de Explotación y Mejora de las Zonas Áridas del Sudeste de Español (SEMZASE), al que se le encarga la elaboración de un plan para plantar unas 9.000 hectáreas de guayule, con el que estimaba obtener 1.500 toneladas anuales de caucho», se argumenta en el estudio, subrayando el potencial económico que podía tener esta planta.
Sin duda, a donde mejor se adaptó la planta fue a tierras almerienses. Así, los autores del estudio cuentan como en en 1955 se instaló un vivero central de 10 hectáreas en el Cortijo El Boticario (Almería) y entre 1956 y 1957 se plantaron 327 ha en Los Merinos (Cabo de Gata), estando prevista la plantación de otras 500 ha anuales entre 1958 y 1959 en los campos de Dalías, Níjar y Tabernas.
A pesar de la inversión realizada y de la previsión, el guayule nunca se transformó en un producto para poder comerciar con él, por lo que su camino fue tan prometedor como corto. No fue hasta 2009 cuando se abrió una plantación en Cartagena. Puede que ahora Ford se fije en ellos, y que se abra de esta manera una nueva vía de negocio que puede tener mucho futuro en la industria automovilística.