PUEBLO BUSCA GENTE

«La Arquitectura Comprometida»

Un viaje siempre es una experiencia enriquecedora en la que descubrimos nuevos lugares y gentes. Hace poco tuve la oportunidad de disfrutar de uno por tierras castellano-leonesas y visitar una tierra llena de paisajes bellos y con una historia tan rica a sus espaldas.  Visité algunos municipios de la provincia de Burgos, como Santo Domingo de Silos, con la serenidad del monasterio benedictino que le da nombre, y de la provincia de Soria como San Esteban de Gormaz, el Burgo de Osma o Berlanga de Duero. Cada uno de ellos te descubre algo nuevo y eso lo hace especial. Por suerte estos municipios no son objeto de este post, aunque es cierto que se merecerían uno en el que se plasmara todo lo bueno que tienen.

A lo largo de la ruta teníamos prevista la visita a algunos pueblos abandonados de los muchos que hay por la provincia de Soria. El objetivo era investigar el estado en que se encontraban, si es posible descubrir por qué han llegado a esa situación, y pensar en qué pasará con ellos en un futuro inmediato. Navapalos es uno de ellos.  Se trata de un despoblado que en su día fue una pequeña población perteneciente al Burgo de Osma, al suroeste de la provincia española de Soria, junto al río Duero. Nunca fue  grande, todo lo contrario, en el censo de 1879, ordenado por el Conde de Floridablanca, contaba con  treinta y siete habitantes. Sin embargo, a pesar de estar relativamente bien comunicado y disponer de agua en abundancia, hacia 1960 Navapalos estaba completamente deshabitado, y en los siguientes años sus edificaciones de adobe y tapial acabaron convirtiéndose en ruinas.

Vista de una calle del poblado
Vista de una calle del poblado
Edificación en ruina.
Edificación en ruina.

Llegar a un lugar así es una experiencia desalentadora. Una vez que te desvías de la carretera principal, después de haber cruzado el río Duero,  pasas a una carretera con el firme en mal estado y con los quitamiedos y las señales de tráfico casi ocultas por la vegetación. Sus calles, sus casas, su iglesia y su plaza: todo abandonado. En Navapalos además se encuentra una atalaya musulmana construida en mampostería de planta circular con un acceso en alto y un rebotadero en la base, que comunica visualmente con las atalayas del entorno del Burgo.[ A pesar de que tiene iniciado expediente como Bien de Interés Cultural desde el 23 de mayo de 1983, su estado es de completo abandono.

Aunque a día de hoy el poblado se encuentra así, en 1985 la ONG Inter Acción, que había sido creada en 1982 con el propósito de proteger y restaurar el patrimonio cultural y arquitectónico, además de la reconstrucción de pueblos abandonados usando materiales tradicionales y autóctonos, emprendió un proyecto de rehabilitación de la aldea de Navapalos con el objetivo de convertirla en un centro de estudios sobre arquitectura bioclimática, donde se fomentara el turismo sostenible y el uso de energías renovables.

Vistas de Navapalos
Vistas de Navapalos

Más de dos décadas de trabajos permitieron que muchos edificios fueran completamente restaurados, combinando técnicas constructivas tradicionales con energías limpias. El pueblo contaba con dos aerogeneradores y grandes paneles solares que lo abastecían de electricidad y agua caliente. Navapalos era un excelente ejemplo de lo que se puede conseguir haciendo un uso racional de los recursos naturales. Sin embargo en los últimos años la ONG que lideraba este proyecto no consiguió los fondos suficientes para continuar las obras, por lo que sus actividades se vieron reducidas al mínimo y el pueblo volvió a ser abandonado.

Cuando estas allí, rodeado de edificios en  ruina, prefieres imaginarlo con niños jugando en su plaza, con el cura abriendo la puerta de la iglesia y esperando a que sus vecinos lleguen a la misa de los domingos o con una pequeña verbena en la plaza principal. Te preguntas si quedará alguien que aún recuerde haber vivido allí.  También puedes imaginar los talleres que organizaba la ONG Inter-acción, y decenas de jóvenes llenos de ilusión por reconstruir un pueblo que había sido injustamente abandonado. Pero ya no queda nada de eso. Sólo restos de lo que fue y de lo que quiso ser.

Como arquitecto (o como no arquitecto) ver algo así te hace pensar que hay algo que no se ha hecho bien.  Si es triste que un lugar sea abandonado una vez, más triste es que lo abandonen dos veces.

Como mensaje esperanzador podemos pensar que algún día, bien a través de una ONG, de un grupo de nietos de antiguos vecinos o de un inversor concienciado, será recuperado y volverá la alegría a las calles y casas de esta aldea y de otras muchas que también lo esperan.

Algunos enlaces de interés, además de Google Street View:

http://www.ctv.es/USER/interacc/home.html

http://www.pueblosabandonados.com/2008/03/navapalos-soria.html

Jesús Rubio Gómez, arquitecto de GRarquitectos