EL COMPROMISO DE LOS ILURQUENSES CON SU PATRIMONIO SIGUE DANDO FRUTOS

«La Arquitectura Comprometida»

El año pasado os hicimos partícipes de la primera fase del proyecto de restauración de la de la  Iglesia de la Encarnación de Íllora, en concreto de su torre, y hoy queremos compartir los resultados de la segunda fase de este trabajo.

Un trabajo que tuvo su germen, como ya os contamos en el artículo «Unos vecinos pro-patrimonio», en el ejemplo de colaboración que los miembros de la Plataforma Pro Restauración de la Iglesia de Íllora tuvieron, a través de la asociación, para buscar fondos y concienciar al resto de vecinos, así como implicarlos en el proyecto de la restauración de este templo.

Este gérmen se materializó en un convenio entre la parroquia de la Encarnación y el Ayuntamiento, basándose en un proyecto redactado por la Conserjería de Cultura. Una actuación modélica, en el que aunaron fuerzas  todos los entes sociales (Arzobispado, la Parroquia de la Encarnación, vecinos y Ayuntamiento), en pro de esta Iglesia, que constituye uno de los elementos arquitectónicos más importantes de la provincia de Granada.

Esta segunda fase del proyecto se ha centrado en la restauración de las portadas escultóricas de la Anunciación y San Pedro y la cubierta de las capillas laterales del templo.

Imágenes de las portadas de San Pedro y de la Anunciación. Iglesia de la Encarnación (Íllora). Fuente: Plataforma pro restauración y elaboración propia

Las actuaciones que se realizaron en la portada de la Anunciación fueron las siguientes
1) Limpieza superficial, mediante cepillos de cerda blanda.
2) Antes de proceder a la limpieza se procedió a la preconsolidación puntual de los elementos pétreos que presentaban problemas de cohesión importantes. Para esa labor se consideraron dos tipos de alteraciones: pequeñas grietas y arenizaciones.
3) En las zonas que sufrían ataques biológicos se aplicó un biocida que actuaba conjuntamente sobre los líquenes, bacterias, hongos y algas.
4) Se realizó una limpieza mecánica para eliminar los restos de materiales añadidos al original. La limpieza química se utilizó con objeto de eliminar la suciedad adherida, costras negras y sales insolubles.

5) Se revisaron todos los rejuntados de mortero entre materiales para
determinar su estado de conservación y de este modo, las zonas abolsadas o bofadas fueron saneadas picando con un cincel.
6) La reintegración del soporte se realizó con un mortero de cal y árido calcítico, pigmentado en masa.
7) Posteriormente se realizó una consolidación en la que se mejoró la cohesión interna del material, la adhesión entre las pequeñas partes dañadas y aquellas no alteradas.
8) Por último se utilizó un hidrofugante que actúa disminuyendo la tensión superficial del soporte y permite la respiración del material y el intercambio de vapor con el ambiente.

En las cubiertas de las capillas laterales, dado el mal estado en el que se encontraban, se aconsejó una intervención integral que solucionara el problema de filtración de agua, mediante el refuerzo e impermeabilización de los paños de cubierta existentes, con idénticas características volumétricas a las actuales.

 Las actuaciones que se realizaron en las cubiertas laterales fueron las siguientes:

1) Se levantó
y limpió toda la teja para su posterior aprovechamiento.
2) Desmonte de la capa más superficial del relleno actual, que se encuentra menos compactada, hasta una profundidad de aproximadamente 15-20 cm, de manera que consiga una base regular de apoyo del nuevo relleno.
3) Ejecución de una nueva capa de hormigón de cal aligerado del espesor antes ocupado por el relleno desmontado, mejorando así la estabilidad y homogeneidad de la base del faldón.

4) Colocación de fieltro de geotextil impermeable al paso de agua y permeable a la salida del vapor de agua.
5) Bajo la zona de caída de agua de la cubierta de la nave, se repitió el retejado anterior, reforzando la cubierta en su parte mas vulnerable por recibir gran cantidad de agua proviniente de la cubierta superior de la nave.
6) Limpieza y reparación de la cornisa de piedra. En aquellos casos en que existian pequeñas zonas deterioradas, se procedió a la reconstrucción de la cornisa con mortero de cal y marmolina pigmentado con pigmentos naturales.
7) Por último, cuando fué estrictamente necesario, se planteó la sustitución de las piezas que se encontraban totalmente deterioradas, mediante entresacado de la parte deteriorada hasta aproximadamente entre 10 y 15 cm por dentro de la línea de fachada, labrado de la forma de la cornisa en piedra similar a la existente y colocación en obra.

Para ver el folleto completo de la intervención de pincha aquí