Ha muerto Celestino, un hombre que era considerado en Jun, como el Alma de la Fiesta. Recuerdo como si fuera ayer, estar en la escuela con Dª María y D. Manuel, nuestros maestros del alma y a Celestino que tenía un kiosco en la plaza de la Iglesia de Jun, justo al subir el primer tramo de escaleras en el borde mismo de la casa del Rector Marín Ocete en donde era muy conocido por haber sido el organizador de eventos, fiestas y viajes.

Esta misma mañana, algunos de mis compañeros de clase, me recordaban los viajes que organizaba a las playas granadinas o porque no, a Portugal.

Pero el recuerdo mas imborrable, fue su etapa de kiosquero en la plaza de la Iglesia, en donde siempre tenía el pletín superior de la plaza llena de gente que pasaba un rato muy agradable en pleno centro del pueblo, consumiendo sus célebres «chochitos» como me recordaba su propia hija, Lucre.

Mi mejor recuerdo para un hombre que ha vivido y sentido fuertemente su pueblo. Descansa en paz, Celestino…