Una de las actividades mas exitosas del Area de Cultura del Ayuntamiento de Jun que dirige Aurora Suárez, son las visitas guiadas que realizamos frecuentemente a la ciudad de Granada que tenemos a escasos 2 kms. Con un magnífico aliado, Antonio Montufo, experto en Arte y un gran enamorado de la Historia, realizará una vez mas una muestra del Museo Arqueológico y Etnológico de la ciudad.
El Museo Arqueológico de Granada fue uno de los primeros fundados en España, junto a los de Barcelona y Valladolid, siguiendo las huellas del Museo Arqueológico Nacional, creado en 1867. Entre los años 1842 y 1879 no existió como tal museo sino que fue un Gabinete de Antigüedades dependiente de la Comisión de Monumentos de Granada, a cargo del eminente pintor Manuel Gómez-Moreno González, que además se encargó de recoger los primeros restos que se hallaron en Atarfe pertenecientes a la antigua ciudad emiral-califal de Medina Elvira (siglo VIII-XI) y otros de distintas épocas que fueron donados a dicha Comisión. Los esfuerzos de la Comisión de Monumentos y del Ayuntamiento de la ciudad dieron como fruto la creación en el año 1879 del Museo Arqueológico Provincial de Granada, formando su primera colección con los fondos de la Comisión de Monumentos, con dos secciones: Arqueológica y de Bellas Artes. Desde esta fecha hasta mediados del siglo XX compartió local con la Comisión de Monumentos, o con la Academia de Nª Sª de las Angustias, y sufrió un largo peregrinaje por distintos edificios de la ciudad como el Convento de Santa Cruz la Real, unos bajos del Ayuntamiento, y un edificio en la Calle Arandas, ninguno de ellos apropiado para la función museística. En 1917 se adquirió la Casa de Castril, a los herederos del insigne arabista Leopoldo Eguilaz y Yanguas, para ubicar definitivamente el Museo.
Esta casa señorial está formada por un zaguán con escalera y ventanales de clara tradición renacentista desde el que se accede hasta el patio central con salas abiertas a las galerías baja y alta, y un bello jardín posterior. Sufrió una transformación radical para la instalación en ella del Museo. Además, sobre el edificio recae una vieja leyenda, de cuando era habitado en época árabe, la cual se refiere a una misteriosa dama de blanco que se aparece de vez en cuando, fruto de un desencuentro entre el padre de una bella muchacha que habitaba el edificio y su supuesto amante, que desencadenaron la furia del padre y posteriormente su ahorcamiento y emparedamiento en el balcón lateral del edificio. En él, se puede leer una consigna que dice: «Esperando la del cielo», lo que podría referirse a «esperando la justicia del cielo», que probablemente tuviese relación con las palabras que el supuesto amante pronunció antes de ser ahorcado.