No se puede decir que hoy he hecho la digestión de forma distendida. Eran las 16 horas de esta tarde de lunes y como siempre mi madre me estaba regañando por llegar tarde al almuerzo. De pronto un joven trabajador de una empresa que trabaja para telefónica y que aparece en la instantánea estaba tocando al timbre desesperado porque dos o tres individuos le habían sustraído su portatil de trabajo con el cual estaba realizando comprobaciones de las distintas instalaciones que la operadora dispone en Jun. De esta forma hemos creado un pequeño operativo para poder encontrar a los jóvenes delincuentes y he empezado por comprobar yo mismo, el acceso a la carretera de Alfacar. Efectivamente, la corazonada era buena, a unos 300 metros había tres jóvenes y uno de ellos parecía ocultar un bulto en el pecho. Cuando le he preguntado qué tenía dentro, han empezado a correr campo a través. Precisamente hoy me había propuesto hacer algo de ejercicio para rebajar los excesos de estos días de Navidad y creo que ha sido un buen inicio. Casi 800 metros despues, y sin apenas aliento, el portador del portatil cuando ya lo tenía a mi alcance y despues de un pequeño forjeceo, finalmente ha soltado el portatil y aunque han logrado escapar se puede compensar por la cara del joven trabajador de telefónica cuando ha visto que traía de regreso su portatil, sin ningun rasguño y con solo una pequeña mancha de barro.
La cuestión es: ¿tendrán las mismas agujetas que estoy empezando a tener yo?.