Las primarias andaluzas a golpe de tuit
Tan importante como saber entrar es saber salir. Siempre he escuchado esta valiosa frase que determina la actitud de una persona que se presta a servir al pueblo y que pasado un tiempo prudencial tiene que dejar pasar a otra generación de personas que impriman otra forma de hacer las cosas.
No hace todavía un año, el 7 de julio de 2012 voté a favor de un secretario general que se suponía iba a representarnos durante 4 años no solo al frente del PSOE-A sino al frente de una institución que rige el futuro de todos los andaluces y andaluzas.
Sin embargo, el anuncio precipitado y meteórico de convocatoria de primarias nos ha dejado perplejos a quienes llevamos reclamando este proceso durante años, no solo para buscar una persona idónea sino quizás algo mucho mas importante como es el rumbo que tiene que adoptar un partido que necesariamente debe pasar por la ITV de la autocrítica y repensar que algo no habremos hecho bien cuando hemos ido perdiendo poco a poco la confianza de los andaluces por mas que queramos maquillar los datos electorales.
¿El huevo o la gallina?
Probablemente unos dirán que debemos buscar primero a la persona y después hablar de ese buen rumbo que necesitamos y otros diremos que primero busquemos rumbo y después busquemos a ese timonel que sepa maniobrar las velas para llegar a ese destino. En cualquier caso, lo que no es muy entendible es que a tres años de las próximas elecciones de pronto tengamos unas prisas desproporcionadas y meteóricas para buscar un candidato en menos de un mes, salvo que la última intención sea que la candidata se materialice en el círculo mas cercano del propio Presidente y por tanto las primarias solo sirvan para aclamar a una Consejera que lo quiere todo: Secretaria General del PSOE de Sevilla, Consejera de la Presidencia y número 2 de la Dirección del PSOE de Andalucía, o lo que es lo mismo, la niña en el bautizo, la novia en la boda y el muerto en el entierro.
Algo debemos cambiar. Vivimos en la era de la inteligencia colectiva y los/as militantes del PSOE no somos precisamente tontos. No estamos en política para decir amén a todo lo que se proponga desde arriba para mas tarde ir a pegar carteles y asistir como apoderados e interventores a las mesas electorales. Eso se acabó en el mismo momento en que empezó la sociedad del minuto, una sociedad que exige participación, que tiene capacidad de expresarse y demandar opiniones cada día y no exclusivamente en los procesos congresuales de los partidos. Esta nueva sociedad no es conformista, sino participativa y ha calado fuertemente en una militancia que necesita respirar y sentirse orgullosa del partido en el que milita y como estamos viendo a través de las redes sociales no le gusta las primarias meteóricas.
El debate no envenena, mas bien purifica y anima a realizar podas quirúrgicas necesarias en un bosque en donde ha crecido en exceso la maleza y hay que realizar una importante limpia.