Ha fallecido este viernes a los 92 años de edad, Antonio García Ramal, un hombre sensato, honesto y con la firme convicción de ayudar a un municipio al que decidió presentarse a la alcaldía en 1991 con las siglas de Unidad Granadina para intentar mejorar un pueblo que reclamaba un fuerte impulso modernizador.
Aquellas elecciones de 1991 que otorgaron 5 concejales al PSOE y 2 a Unidad Granadina sirvieron para que Antonio entendiera la oposición como una oportunidad de mejorar nuestro municipio poniéndose a disposición de un nuevo gobierno en el que la prioridad era generar unas necesarias infraestructuras para el importante cambio que debía dar Jun en esos cuatro años de gobierno.
De esta forma, se estudió la necesidad de que los grandes camiones de 40 toneladas no pasaran por el centro del pueblo para cargar materiales en las industrias cerámicas y se negoció con San Cayetano y la Diputación de Granada presidida por Pepe Olea la creación de la actual circunvalación desde el cementerio hasta Los Morquiles por un lugar que era prácticamente inaccesible. Al mismo tiempo se adquirió el lugar llamado hoy Parque Iundenia que entonces era el vertedero de mugre del pueblo en la misma entrada de Jun. Se adecuó y encauzó y posteriormente se rellenó de tierra de la vega granadina para plantar mas de 1.700 árboles de 72 especies diferentes creándose el primer pulmón de Jun. En esas mismas fechas, se empezó a negociar la entrada del agua de Granada a Jun pues la que se bebía en Los Morquiles y posteriormente en Aben Humeya era un agua muy dura y apenas se podía consumir. Hasta ese momento todavía existían los cortes de agua nocturnos debido a que no disponíamos de un depósito con la suficiente capacidad de almacenamiento. En esos mismos años y como aparece en la foto, pusimos la primera piedra del actual Ayuntamiento de Jun y además Antonio realizó un importante trabajo con los propietarios de San Cayetano para ampliar el cementerio de Jun y la cesión gratuita de una zona deportiva que se culminó en una cena solemne y emotiva en Granada en la que el responsable de dicha firma anunció que le quedaban muy pocos días de vida y quería corresponder con el pueblo de Jun las cesiones antes mencionadas.
Como se puede ver, en todos esos procesos estuvo siempre presente Antonio García Ramal a quien hoy todos recordamos con mucho cariño y a quien especialmente yo tengo que agradecerle no solo su apoyo incondicional y amistad inquebrantable sino mucho de lo que he aprendido hasta el momento.
Antonio era capitán jubilado de la policía nacional y tuvo grandes responsabilidades en tiempos difíciles pero siempre supo dar mucho mas de lo que recibió y nuestro pueblo siempre estará en deuda con el. Hoy hemos perdido a una gran persona y a un gran benefactor que forma parte de la historia mas reformista y modernizadora de Jun.