Animado por la buena acogida de Iré a Santiago, decidí buscar una galería en Madrid que gestionara profesionalmente mi obra. Reuní en una carpeta dibujos, fotos de cuadros, catálogos y recortes de prensa y me lancé a la aventura. Después de dos o tres larguísimos días recibiendo excusas de todo tipo, me acogieron en la efervescente Galería Ovidio, dirigida Carmen Romero, en el número 28 de la calle Covarrubias. Allí expuse Cielo desde un navío (1984), una colección desigual que, no obstante, fue reseñada –foto incluída– en las páginas culturales del El País por Fernando Huici. La imprenta Servigraf me regaló el catálogo y Muñoz Molina un texto titulado Mirar el cielo desde los navíos. Estos son dos de los cuadros allí expuestos.
Vuelve hecho luna (1983) Acrílico sobre lienzo. 180 x 140 cm.
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Nostalgia (1984), Acrílico sobre lienzo. 150 x 160 cm.
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