En julio de 1997, Felipe Benítez Reyes escribió el poema “Planeta Juan Vida”. En él hacía un recorrido por las persona, animales y cosas que poblaban mis cuadros: bañistas linfáticos en mares que giraban como el tiempo, hombres de oscuro pasado, tigres elásticos, pezuñas de ciervos, frutas amargas y un perrito altanero que custodiaba la Nada. Ahora, para “Un cuento chino”, Felipe ha vuelto a sacar de su chistera de duende al perrillo hecho memoria para que acompañe a mi hija de cuadro en cuadro en su trayecto de la Nada a la plenitud.
.
Chinoiserie
.
En primavera,
Julia Vida juega a ser volátil
entre los pájaros que saben rimar
una égloga en el aire frondoso.
.
En verano,
¿las estrellas son más de diamante
o más de agua, arcángeles o sirenas?
Las estrellas de su pelota añil,
en cualquier caso,
son doradas, como los ornamentos
de las pagodas susurrantes.
.
En los otoños,
la niña equilibrista
corretea sobre la hojarasca de oro cansado
sin pisarla.
.
En el invierno, recoge nieve del jardín
para que su padre Juan la pinte:
el retrato de la fugacidad,
el río en miniatura que se forma en el suelo.
.
Y el perrillo expectante que los mira y lame el agua.
.
.
FELIPE BENÍTEZ REYES
.