Buenas, soy Emilio Calatayud. Sigo tan liado como siempre. O sea, que lo primero es pedir disculpas a los que aún no os he contestado. Ese es el caso de Crístina, que, según me recuerda, en cierta ocasión me cosió las puñetas de la toga. Ahora es maestra y está preocupada por el absentismo escolar. Más que preocupada, está desmoralizada. Se queja de que nadie hace nada y hay chavales de quince años que se pasan todo el día en la calle, una situación que le desespera. Asi que para empezar: Ánimate, mujer. Vamos a ver, los chavales -hasta los 16-, tienen obligación de ir a la escuela, pero si no van, no es un delito. Quien sí puede estar cometiendo una infracción punible son los padres, por faltar a su deber de cumplir las obligaciones inherentes a la patria potestad. Mi recomendación: acudir a la Fiscalía de Menores y denunciar el caso. Si es muy grave, tomarán cartas en el asunto y a los padres les puede costar caro. Me consta que, aquí en Granada, ya se está haciendo algo en ese sentido. Incluso salió en la prensa.
José vuelve a plantear el desgraciado ‘caso de la niña Mari Luz’. Sobre este asunto, y creo que en este mismo blog ya me he pronunciado, siempre he dicho lo mismo: el asesino es el que mató a la niña, que es algo que deberá determinar un tribunal. No hay más culpable que ése. Pero, aparte, todos tenemos una cuota de responsabilidad: los jueces, los funcionarios, los políticos… y también los padres de Mari Luz. Cuando yo dije esto, se me criticó. Entiendo que no es políticamente correcto decirlo, pero es lo que pienso. Eso sí, los padres también son víctimas de un suceso terrible. No hay nada peor que perder a un hijo.
Otra comentarista pone el grito en el cielo por la mala educación de los chavales de hoy, que le levantan la voz a cualquiera sin que nadie les diga nada. Lo primero es decirle que, afortunadamente, no todos son como ella dice. Ni siquiera una mayoría. Pero es cierto que se han perdido valores. Siempre lo digo. Les hemos enseñado todos los derechos, pero ningún deber. Y así nos va. ¿Quién me iba a decir a mí que acabaría juzgado a niños y niñas por pegar a sus padres, algo impensable hace unos años? ¿Cómo prevenir?: Las escuelas de padres. Son una herramienta muy útil. Hablan especialistas de distintas ramas; psicólogos, educadores, juristas, etc y dan pautas para afrontar la adolescencia o detectar si está habiendo consumo de drogas, etc…
Bueno, os dejo que tengo un acto ya mismo en el Instituto Juan XXIII de La Chana, aquí en Granada. Ya os contaré. Ah, y el fin de semana viajo a Santander para dar un par de charlas por allí. Espero que ya haya pasado el ciclón. Gracias de nuevo por vuestros ánimos.
Hace tiempo que se está luchado contra el absentismo, pero creo necesario un matiz que no resulta cómodo poner sobre el tapete. En Primaria se lucha contra el absentismo con cierta seriedad y en Secundaria no. Razón: los maestros de Primaria vemos al niño como alguien muy inmaduro que necesita un control permanente desde que entra hasta que sale. Lo vemos más como un aresponsabilidad.
En cambio, en los IES se tiende a ver a los alumnos como pequeños adultos: si no vienen no pasa nada. Y si no vienen los marginados, que suelen corresponderse con los más insdiciplinados y más lata dan, pue mucho mejor: nadie va a mover un dedo por traer a clase a un niño de 15 años que crea constantes problemas y que es dificilísimo de tratar.
Y ahí le llega el último golpe de exclusión.
Lamentable.
Rigoletto
yo creo que el problema es que los padres están demasiado ocupados, estresados y preocupados con la crisis, el trabajo y similares que es nucho más fácil y tranquilo dejar que los niños hagan lo que quieran que molestarse en educarlos y que cojan una rabieta…. y sin son hijos de padres separados peor, porque el que los tiene siempre porque está cansado y al que le tocan el fin de semana no les voy a reñir para un día que están conmigo y después no me quieran. Estamos criando pequeños dictadores en potncia, y algún día ellos mismos nos lo echaran en cara cuando la vida les de algún palo poara el que no esten preparados.
Sí, pero Naipe, la crisis ha llegado recientemente. Hace 3 años no se percibía crisis alguna, y los padres ya malcriaban a sus hijos, así que esa no es explicación. El trabajo en sí por otra parte no es excusa para eximirse de las obligaciones que todo buen padre tiene. Pues ya que ha engendrado un hijo, su obligación precisamente es buscar el modo de compaginar el trabajo por absorbente que sea, con darle una educación suficiente y útil a su prole, y si no que no hubiera decidido procrear. Si se trata de padres separados, el ambiente cambia, y a peor, eso es cierto, pero para empezar no todas las parejas están separadas y malcriados hay tanto en unas familias como en otras; y para continuar, los padres deberían pensarse mejor, y ser menos egoistas, cuáles son las consecuencias de su separación para con sus hijos. Y esto porque entiendo yo que el futuro de sus vástagos es más importante, pero mucho más, que las relaciones personales entre las parejas. Y ello porque tener niños, criaturas que el día de mañana pueden sufrir lo mismo que nosotros o más, es digno de nuestra mayor atención y es nuestra más importante prioridad, y si no, no los tengamos, que es muy fácil y agradable hacerlos, pero luego no es justo pasarle la pelota de su educación exclusivamente a otros.
En definitiva, si los padres están demasiado ocupados, pues que no pierdan tiempo en hacer hijos. Al fin y al cabo, así dispondrán más tiempo para ellos mismos, que parece que es lo más importante, y no tendrán que calentarse los cascos con cómo les educarán, cómo les pagarán los alimentos, y en qué serán de mayores.