Hola, soy Morán. Os prometo que estamos haciendo lo posible para contestar a todos. En unos casos, privadamente y en otros, públicamente. Pero es que son muchas las dificultades. Algunos de los casos que no estáis planteando son peliagudos. En este sentido, aclararos -ya lo hemos hecho alguna vez más- que don Emilio no siempre puede pronunciarse. Vestir toga y puñetas implica una serie de renuncias inexcusables.
Por lo demás, el Tribunal Supremo ha dado hoy su visto bueno a la asignatura de Educación para la Ciudadanía, de lo cual me alegro. Soy de los que piensa -y como yo no tengo ni toga ni puñetas, puedo pronunciarme sobre lo que me plazca- que el debate suscitado alrededor de dicha materia era un castillo de fuegos de artificio. Mucho ruido y pocas nueces. En su día -y perdón la petulancia de la autocita-, escribí que el Supremo tumbaría las insólitas sentencias dictadas por la Sala Tercera de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, lo que me valió un montón de críticas y denuestos. Pero la decisión del Supremo era la lógica. Decir que es legítima la objeción de conciencia a una asignatura escolar es un dislate. Si el Supremo hubiese aceptado esa pintoresca visión del asunto, mañana tendríamos objetores a Matemáticas, Historia -¿por qué mi hijo va a estudiar a Marx si yo soy de derechas?- o Pretecnología. Por supuesto, respeto la opinión de los que piensan lo contrario. Incluso estaría dispuesto a dejarme convencer si sus argumentos me seducen. Lo he aprendido en el libro de Educación Para la Ciudadanía de un vecino adolescente. Un saludo a todos.
Pues yo no estoy de acuerdo, me recuerda a la asignatura que estudiabamos en nuestra época:»formación del espiritú nacional» y la verdad no me hace mucha gracia.Cada familia tiene una serie de convicciones éticas y morales, dependiendo de muchos factores, y todo esto no se puede globalizar en una asignatura. Puedes aprender quien era Marx, pero nadie te tiene que decir que sigas sus ideales.
La mayoría de las personas que no están de acuerdo con esa asignatura ni tan siquiera saben qué enseña, otra gran mayoría están ocupados en arrojar a sus esposas y parejas por el balcón y el que no, sencillamente intenta vivir la vida a través de sus hijos sin pensar en qué opinión tendrían ellos por sí mismos. Este asunto es una politización más de la vida cotidiana, un reflejo de la falta de diálogo que hay hoy en día.
Yo coincido con las dos argumentaciones, tanto que se podría negar a dar otra asignatura como dice el señor Morán o la del comentario anterior de que intentan adoctrinarnos. Difícil dilema… la cuestión es que si nosotros los adultos no somos capaces de entendernos, ¿cómo pretendemos hacer creer a nadie que nuestras convicciones son las adecuadas para educar a nuestros hijos? Seguramente quienes más capacitados están para hablar de este asunto están guardando silencio prudentemente, puesto que saben que no los escucharíamos, en vez de cacarear como nuestros señores representantes políticos y compañía llevan haciendo desde que el mundo es mundo.
Un saludo y felicidades por el blog.
Llevo 39 años metido en la escuela pública y os aseguro que si hablamos de adoctrinamiento, éste tendería a la derecha, pues entre el profesorado hay un absoluto predominio de drecha, al menos sociológica. Pero dudo que ninguno de mis compañeros tenga el más mínimo interés en adoctrinar a vuestros niños y hacerlos del PP o del PSOE. Ya tenemos bastante con que no nos machaque la opinión pública, con aguantar las mil responsabilidades que la escuela tiene que asumir, o huir de la quema de algún padre/madre tan demócrata que te trata como un niñato a l a menor diferencia.
Tal como está la cosa, bastane tenemos con sobrevivir. No soomos comisarios políticos de ningún partido.
Esta asignatura, la más necesaria hoy día, nunca debería haber nacido bajo sospecha. La campaña de la derecha y de los obispos y sus corifeos está siendo nefasta. Ni siquiera beneficia al PP: puede gobernar algún día y tener una sociedad totalmente ajena a los valores democráticos.
Y una última reflexión: ¿dónde estaba tanto escrúpulo cuando nos hablaban de lo bueno que era Franco y su régimens? ¿Qué decía entonces el obispado? ¿Y la CONCAPA? Puro cinismo. Esto va contra el gobierno socialista y ya está.
Rigoletto
Rigoletto, eres tú mismo el que está politizando el tema. A mi me dan completamente igual el PP o el PSOE, simplemente pienso que lo que quieren es el poder y luchan entre ellos para conservarlo, pasando de todos los problemas reales que nos afectan. Yo hablo de la ética y moral que tiene cada persona, ya sea agnostico, ateo, cristiano, musulman, etc… y eso es muy dificil englobarlo para darlo en una asignatura, porque siempre uno u otro no estarán de acuerdo dependiendo de sus convicciones.Yo dí «formación del espiritú nacional», por eso me da miedo que ahora se llegue a ese adoctrinamiento. Como creo que tu ya sabes en la época de Franco, poco se podía decir, pero ahora por lo menos podemos opinar y decir si estamos de acuerdo o no, eso es lo minimo en una democracia,y eso no conlleva estar en contra del PSOE o del PP. Yo ya he sufrido con mis hijos todos los cambios de enseñanza que han habido, incluso por motivos laborales, han tenido que aprender, vasco, catalan, gallego,…te imaginas el follón que es eso?, si ahora llagara el PP al poder, seguro que quitaban esa asignatura, y así vamos a estar toda la vida: cambio trás cambio.
Señores los padres y madres deben respetar todas y cada una de las asignaturas porque cuando son aprobadas llevan un trámite parlamentario en el que el parlamento (los representantes del pueblo) deciden si son aptas o no, y si algún tribunal como el Constitucional considera que no lo son tienen poder para iniciar trámites tras su aprobación en las cámaras.
Dicho esto, ¿que pasaría si un padre católico dijera que su hijo no va a Ciencias Naturales porque en ella se explican las teorías evolucionistas, frente a las creacionistas que él defiende?
Por cierto, os invito a que indaguéis en los libros de educación para la ciudadanía y hagáis explícito en qué parte de que libro, con el que se trabaja en qué colegio, se pretende adoctrinar al niño en qué teorías. (Ejemplos prácticos y no cortinas de humo).
Señor Alex, precisamente el pueblo aprobó la Constitución que hoy nos reconoce la Libertad Ideológica como un derecho fundamental. Y eso está por encima que el hecho de que el parlamento legisle. Y por supuesto supone que cada individuo (padres, madres, profesores y demás ciudadanos) puedan criticar a favor o en contra de temas tales como la asignatura en liza. No porque la apruebe una cámara representativa está exenta de crítica. Eso por un lado.
Por otro lado, que el parlamento apruebe una ley no le convierte en el órgano más sabio inimaginable, ni el fruto de su legislación en dogmas irrefutables. Muy señor mío, la historia de la Ley, del Derecho, ha demostrado en multitud de ocasiones que la legislación también puede ser errónea, fallida y desastrosa. No en vano es fruto del hombre, y éste no es omnisciente como Dios (si es que existe, según el criterio), muy en contra es falible, y mucho, y los diputados por tanto también. Con esto quiero decir que estos últimos pueden meter la pata y mucho, y de hecho lo hacen. De hecho ello me sirve para afirmar que el legislador también bebe. Y que conste y esto lo digo muy alto, que no hablo de la asignatura de la Educación para la Ciudadanía, sino en general del trabajo legislativo.
Y por último, no quiero desmoralizar a nadie, pero si bien el sistema establecido dispone que el parlamento representa al pueblo, que es elegido por sufragio universal etc… etc… A mí no me cabe duda alguna de que dicha representación popular es meramente constitutiva. Desde el momento en que uno de esos «representantes» obtiene su escaño gracias a mi voto, bien que puede hacer muchas cosas que se aparten de aquéllo por lo que le había votado. Y es que desgraciadamente no podemos convalidar o revocar nuestra elección sino cada 4 años (salvo que finalice anticipadamente la legislatura), tiempo más que suficiente para que nuestros honestos politicos legislen como les venga en gana (y dando por ejemplo con ello lugar a que un Juez deba condenar a una madre a estar alejada de su retoño por darle un sopapo).
Y bueno, aquí llegamos al tema del Tribunal Constitucional, garante de la Constitución, pero al fin y al cabo compuesto por…. tachán!!!!! humanos, sí, humanos, de esos que por definición pueden meter la pata.
Con todo esto no quiero sino decir que no convirtamos el producto del parlamento en una verdad maravillosa que nos salvará de todos nuestros males.
Y entrando en el tema en cuestión sobre la asignatura. Admitiendo no haber echado un vistazo al programa de marras que la integra, sí que debo decir que por lo que he leído o escuchado, enseñar a los niños los valores que componen nuestra sociedad me parece de lo más necesario y obvio. Si nuestros niños conocen nuestro texto constitucional desde temprana edad, así como el funcionamiento de las instituciones del Estado, y en definitiva, las reglas del juego en nuestra sociedad, pues maravilloso. Y es que hay muchos adultos que no tienen ni idea de ello, lo cual resulta tristísimo, porque, ya que jugamos ¿no es lo primero saber las reglas?
Ahora que, si esa asignatura esconde otros idearios que tratan de alienar a las criaturas en uno u otro sentido político, entonces sí que me parece deplorable.
Y por último, lo que es una verdad como un templo, es que esta y/o en su caso otras asignaturas de menor relevancia desplacen a asignaturas básicas, esenciales y estructurales como son la Lengua, la Historia, la Geografía, La Física, la Química, o cómo diantres las denominen en los actuales planes de estudio. Considero, como muy bien apuntó el señor Pérez Reverte en uno de sus irreverentes a la par que magníficos artículos, si no le enseñamos Ciencia a los niños, mal acabaremos.
Pues no sé si soy yo el que está politizando la cosa o no, Carla, pero es que la polémica me parece una solemne falacia, como otras muchas que han ido poniéndose sobre el tapete justamente cuando ganó las elecciones de 2004 el Sr. Rodríguez Zapatero.
Legislatura ruda y burda, en que hubo una oposición que se empeñó en salir cada día en las portadas… `para volver a perder cuatro años después. En esta ceremonia globla de crispación (tan exitosa, como se ve, para los populares) han entrado mil coasa, entre las que va Ciudadanía. Salvo algún padre ultracatólico, nadie vería mal que se hable a sus retoños de igualdad, de respeto, de democracia… Criminalizar esto equivale a criminalizar el BOE.
Rigoletto
PD Como no quiero engañar a nadie, soy votante socialista.
No nos engañemos. Zapatero no está destacando por ser un nuevo Adam Smith ni un adalid de la sociedad. Pero tan cierto como eso es que la economía se rige por ciclos. Aunque el PP hubiera ganado las elecciones en el famoso 2004, igualmente se habría comido la crisis, porque científicamente a una bonanza económica siempre le sigue una debacle. ¿Quién sabe quien la habría sorteado mejor? el caso es que tenía que llegar por lógica matemática, y llegó. No apruebo siquiera la gestión zapatero, pero dudo mucho igualmente que hubiera aprobado la gestión pepista. Al fin y al cabo, los 2 gobiernos del PP se correspondieron con el cíclico despunte económico que matemáticamente tocaba ¿fue mérito suyo o de la coyuntura estadística? Servidor que tiene nula fe en la clase política lo tiene bien claro: fue circunstancial. Mejor confiar en los profesionales (como D. Emilio) que en aquellos que viven de una palabra vacua, mutable, y aleatoria como los políticos (léase politicastros). No nos engañemos: la sociedad la constituyen los ciudadanos, no las clases acomodadas en la política, que al fin y al cabo son el mismo perro con distinto collar (unos azules, otros rojos). Ojalá los mismos tuvieran la preparación y el criterio que la mitad de los jueces de este país.
No es cuestion de política, sino de ideas, creo yo, que bien o mal,cada uno tiene derecho a inculcar los valores a sus hijos que considere oportunos, sin menosprecio de las ideas de nadie, pero no creo que sea el estado quien a golpe de ley sea el que tiene que decidir la moral de los niños, que si bien en la mayoria del temario son cosas con las que todo el mundo puede estar de acuerdo, en otras creo que tocan una fibra demasiado sensible para que salga del ámbito familiar.
No creo que nadie pusiera reparos a la asignatura si en realidad se centrara en los derechos humanos, la constitución, y ciertos valores que son indiscutibles para todos los demócratas, como el diálogo, el respeto, la libertad. El problema viene cuando la ley es tan difusa y su aplicación más difusa todavía que de estos contenidos indiscutibles pasamos a otros que sí lo son, como la moral o las creencias, o a la educación emocional. Y queda en gran medida en manos del profesor de turno, del centro o del libro de texto cómo abordar contenidos que no son contenidos.
No creo que los chavales, por una hora a la semana, vayan a ser adoctrinados, pero desde luego creo que esta asignatura, tal como está planteada, es un error, sobre todo teniendo en cuenta que ya existe la asignatura de Ética en Secundaria. Esta hora semanal debería emplearse mejor en matemáticas o lengua, que falta les hace.
Por cierto: durante tres meses he estado trabajando como profesora, entre otras materias, de EpC, de manera que sé de lo que hablo.
Total que la bonanza económica con el PP fué circunstancial y la crisis con el PSOE fué porque ya tocaba. Pues que bien, entonces sobran todos los politicos, porque total siempre pasará lo que tiene que pasar, esté quién esté.
Más o menos. Su valía sólo determinará que el temporal se capee mejor, y que en el buen tiempo se optimicen las ganancias. Pero es una máxima macroeconómica que siempre tiene que suceder una etapa de crisis a otra positiva. Los políticos en su inmensa mayoría son un desastre absoluto, pero ¿acaso no querríamos un capitán de navío bien preparado y con aptitudes en medio de un temporal en alta mar? Lo malo es que ahora mismo, viendo el panorama actual, no veo yo ninguno con esas aptitudes.
Completamente de acuerdo…