Buenas, soy Emilio Calatayud. Sigo en Extremadura y estoy encantado de la vida. La gente de aquí es extraordinaria. Ayer estuve en la comarca de Las Hurdes, en Caminomorisco, y es una zona para perderse.
Bueno, al lío, que me esperan en Villanueva de la Serena. Me dice un comentarista, Alfredo, que la Ley del Menor le parece un cáncer, que es blanda y que los menores que cometen delitos de adultos han de pagar como adultos. Me gustaría que asistiera a alguna charla de las que doy para que tuviera otro punto de vista al respecto. De todas formas, compare el nivel de cumplimiento de las penas que se aplican a los menores con las que se aplican a los adultos. Y verá que hay mayores que pagan varios asesinatos con menos de 20 años de cárcel.
En cualquier caso, gracias por aportar su opinión.
Un mensaje para Adelaida: en cuanto vuelva a Granada, le contestaré a través del correo que aparece en su comentario. No se preocupe porque no aparezca su texto. Lo tenemos guardado para preservar al identidad de la menor. Un saludo y ánimo. Como tengo tantas cosas en la cabeza, si ve que no le contesto, vuelva a escribir al blog sin ningún problema.
También tengo pendiente ponerme en cotacto con Lola y Ana, de Madrid.
Un saludo a todos, y especialmente a los extremeños que están siendo tan amables conmigo. Gracias a Alberto, presi de los abogados jóvenes, por el buen rato que pasé en Cáceres.
Es un honor haber encontrado esta página, y que se nos permita a la gente de a pié este tu-a-tu con un magistrado como usted. sr. Calatayud.
Soy madre adoptiva, y en mis muchas conversaciones con todo tipo de gente, siempre sale el comenario de que «…hay que ver lo largo que es eso, con la pila de niños que hay abandonados…..»La mayoría de la gente desconocemos que no todos los niños que se encuentran an casas de acogida no son susceptibles de adopción, desconocemos (yo ahora no) que muchos de ellos solo son sepaados de sus padres temporalmete, y sobre todo desconocemos el por qué muchos de esos niños ven pasar los años sin que la ley los deje en manos de otra familia definitivamente. No entiendo, sr. Juez,que la administración deje pasar un año, otro, otro….intentando «trabajar» con esa familia para que puedan reagruparla.Al final lo que ocurre es que han pasado años en los intentos y que cuando ya les retiran definitivamente a esos niños, tienen una edad que es muy dificil, por no decir que casi imposible, que ninguna familia tenga el valor de adoptarlos y darles un futuro. Me parece muy injusto. En la ley debería prevalecer el interés del menos siempre, y no de las familias. Ellos no han pedido venir al mundo, por tanto no tienen que expiar nuestras culpas.
Bueno, al final lo que he hecho ha sido dar una parrafada sobre lo que yo pienso, pero me gustaría que si es tan amable me diera su opinión sobre esa parte de la ley.
Gracias y por favor, siga acudiendo a este Blog que siempre será un placer leerlo.
Pues no estoy de acuerdo con Alfredo. La juventud de hoy está abocada a un fracaso escandaloso, pero sigue siendo juventud. Y digo esto porque un árbol joven es más fácil de enderezar que un árbol maduro. Si estos jóvenes tienen la oportunidad de redimir su actitud, de enderezar y encauzar su vida, no sé porque la punición de ellos tiene que ser equiparable a la de los adultos, a los cuales por su parte es más improbable reinsertar. No olvidemos que la mayoría de delincuentes juveniles adquieren esos «vicios» precisamente por el entorno en que se encuentra. Quizás, bueno, omitamos el quizás, y dejémoslo en un «seguro», estas sentencias les ayuden a cambiar la perspectiva, teniendo en cuenta que cuanto más joven es una persona, más receptiva y mejor asimila la información. Los niños son como esponjas, su memoria es absorbente hasta límites sorprendentes. Cuando nos hacemos adultos dicha memoria merma frente a una mayor capacidad de raciocinio; pero precisamente por ello debemos aprovechar su potencial, y educarles en consecuencia. Es por ello que la Ley punitiva de los menores no debe ser ecuánime con la Ley punitiva de los adultos.
Don Emilio, podría traerse usted un jamocito de aquella zona extremeña que da tan buenos cochinos… lo digo para que compartamos el colesterol entre todos los lectores del blog. Es sólo una proposición, pero no sé se esto se ajusta a la legalidad vigente. Usted dirá.
Respecto a la ley del Menor, tengo entendido por la experiencia cercana, que para cierto tipo de menores es una especie de acicate para demostrarse unos a otros que son más chulos y que se saben los truquillos de la ley. ¿Es esto cierto, sobre todo para los menores reincidentes?
Saludos desde Albolote city.
Paco