Hola, soy Emilio Calatayud otra vez. Yo saludo porque, primero, soy muy educado y, segundo, porque no sé qué decir para empezar. Esto de los blogs me sigue pareciendo raro, qué quieren que les diga, soy de otra época, aunque tenga PSP, o como se diga.
Ahora mismo está nevando en Granada y hace mucho, mucho frío. Esta mañana he dado una conferencia a abogados que están en la Escuela de Práctica Jurídica sobre la Ley del Menor. Espero que les haya servido de algo.
Luego, me he ido para el juzgado porque tenía un par de cautelares. Una cautelar es una mini comparecencia en la que decidimos si un menor tiene que ingresar en un centro aunque todavía no haya sido juzgado. Para entendernos, sería como la prisión provisional de los adultos. Los chavales eran ladrones reincidentes con problemas de adicción al pegamento. Tenemos un problema con este tema. Vemos demasiados casos.
Por le demás, seguimos sin Internet en el juzgado. Parece que el fallo afecta al edificio en el que está el tribunal.
Voy a ver nevar y a darle un rato a la PSP. Un saludo.
Tranquilo, Emilio,yo con esto de los blogs también llevo muy poco tiempo. Al principio hay momentos en que no sabes ni que escribir, pero luego siempre tienes cosas que decir y lo malo es si te enganchas a esto. Espero que te llegue a gustar y pasatelo bien con la psp…
En la Universidad existe el área de Servicios de informática y allí hay un buen número de profesionales que solucionarían rápidamente todos estos problemas siempre. No se cuántos informáticos hay al servicio de los Tribunales pero a los de la Universidad se les podría sacar más partido, y éstos si que están a la última y son muy apañaos. Un convenio no estaría mal.
Yo he sido uno de los alumnos de la Escuela de Practicas Jcas, y si que ha servido la charla sobre la Ley del Menor, al menos en mi caso dado el gran desconocimiento. Muchas Gracias D. Emilio.
animo con la psp!
Me parece una gran iniciativa abrir un blog, y más viniendo de una persona que tiene mucho que decir, y sobre todo que aportar socialmente.
Supongo que en gran medida habrá sido más un convencimiento por parte de Carlos Morán, al que no tengo el placer de conocer, pero creo que utilizar un medio como este, disponible al alcance de todos, y de una doble vía de comunicación, hará que muchas de los valores que transmites calen hondo en personas en que no lo hubiera hecho antes.
Tenía pendiente escribirte algún día una carta sobre la labor pedagogica que, personas como tu, realizan, y hacen de este mundo un sitio algo mejor.
Sin embargo, me gustaría aprovechar para realizar una pequeña crítica, constructiva obviamente, hacia su labor. En las charlas que he podido ver, en el libro, y en general en los artículos, veo una referencia absolutamente necesaria a la labor no sólo moral que tienen los padres en la educación de los hijos, que es extensible a toda la comunidad educativa, pero también, y mi opinión que se debería ser aún más duro con esto, a la influencia moral que ejercen los medios de comunicación hoy en día. Una influencia en ocasiones sesgada, errónea y totalmente negativa.
En la nueva revisión de las inteligencias de Gardner, hace una especial mención a la inteligencia moral, no sólo individual, sino inherente a una inteligencia social. Es labor de todos entender que los valores transmitidos a las nuevas generaciones no dependen exclusivamente de la formación en el sentido clásico, sino de la información contradictoria que reciben en respuesta a todos esos valores formales que transmitimos.
En definitiva, sólo una reflexión sin más ánimo que el de ordenar mis propias ideas.
Un saludo de un chaval -al fin y al cabo sigo siéndolo- que se mereció un día años ha, por méritos propios, pasar por su despacho, pero que por causalidades de la vida, y gracias a personas anónimas como usted que creyeron en él, no lo hizo.
Porque al final, la conclusión que saco, es que simplemente es un problema de autoconfianza y una invitación a pensar sobre uno mismo lo que hace que sus sentencias sean ejemplares.
Si le parece aún raro esto de los blogs, le advierto que puede llagar a ser fuertemente adictivo. Se empieza como por tontería y termina siendo un mundillo en el que se establecen unas extrañísimas relaciones con desconocidos, unas inexplicables corrientes de empatía y hasta ciertas amistades entusiastas (tan entusiastas como descomprometidas).
Le repito: casi tan adictivo como el pegamento de sus niños. ¡Qué cosas nos quedan que ver, D. Emilio! A Ud. en los juzgados. A mí en el colegio.
Un saludo y larga vida a su blog,
Rigoletto
Me alegro de que haya abierto un blog, pretendo seguirlo con mayor o menor asiduidad. Cuidado con la PSP que se está enganchando
estimado Emilio, soy padre de dos hijos de 9 e 7 años y desde que tu imagen cambio para mí, a partir de salir a la palestra y no dejaste que los medios de comunicacion nos vendiesen otra imagen tuya, intento seguirte lo máximo posible, y voy a intentar hacerlo en este blog, pero te pediria que cuando hagas charlas de «puertas abiertas» en Granada utilices este medio y asi poder asistir. (hace unos creo 6 meses estuve a punto de ir a Oria porque me entere con un par de dias de antelacion
Gracias y un abrazo
Gilmar
Muchas gracias por el blog y muchas gracias por su trabajo. Dignifica y humaniza su profesión.
Un abrazo
Hola D. Emilio,
Me llamo Maria, soy psicóloga y he tenido el placer de escucharlo en alguna charla que ha impartido para los psicólogos cuando yo aún era estudiante.
En la actualidad me dedico a la prevención de drogodependencias, y me ha llamado bastante la atención el comentario que hacía de que cada vez está viendo más casos de niños adictos al pegamento. Llevo poco en este trabajo, pero creía que este tipo de adicción era más minoritaria. Me interesa mucho lo que pueda contarme, ya que uno de mis objetivos es saber exactamente a que problemas nos enfrentamos.
Mil gracias por todo, y enhorabuena por el blog, a partir de ahora lo seguiré a diario.