Hola, soy Morán. Después de unos días de noticias grises y tristes, vamos relajarnos un pelín. No sé si todos los amigos/as de este blog visteis anoche a don Emilio en el programa de Buenafuente, Andreu (los que no lo visteis, podeis asomaros a www.buenafuente.lasexta.com/ y verlo ahí). La entrevista estuvo bien: divertida, amena y, sobre todo, desmitificadora. No es peloteo, pero si hay un juez en España que se esfuerza por acercar la justicia a la calle, ése es don Emilio. Lo que más sorprende de su señoría es que no parece un su señoría, si no una persona como usted y como yo. Eso sí, con un sentido del humor que está por encima de la media. Siempre lo cuento: un periodista de Madrid nos dijo en una ocasión que escuchar una charla de don Emilio era mejor que los monólogos del Club de la Comedia. No se me ocurre una descripción mejor.
Bueno, a lo que voy, que me disperso. Hubo un tema que me llamó la atención: en algunos momentos de la entrevista, Buenafuente pareció estar un poco nervioso…, era como si no se esperase que un juez pudiera ser chistoso. Y eso le desconcertó. Creo… ¿Puso don Emilio nervioso a Buenafuente con su gracejo? Pa mí que sí.
Por cierto: Si lees este modesto blog, Gracias Buenafuente por la publicidad que hiciste a ‘Mis sentencias ejemplares’ Te debemos una.
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