Hola, soy Morán y estoy siguiendo con mucha atención el debate suscitado tras la desaparición y muerte de Marta del Castillo. Hay una derivación que me preocupa especialmente. Los padres de Marta tienen todo el derecho del mundo a reclamar la instauración de la cadena perpetua, pero el Estado no puede moverse por los mismos impulsos que los familiares de las víctimas. Las discusiones en caliente son peligrosas. No se puede decidir ni legislar cuando hay una hoguera ardiendo al lado, porque te puedes quemar. La Constitución española dice que el objetivo de las penas es la reinserción. Es decir, que sólo se podría instaurar la cadena perpetua mediante una reforma constitucional.
Si se pregunta a los españoles en este preciso momento si están de acuerdo con la cadena perpetua, la mayoría diría que sí, pero sería un ‘sí’ claramente condicionado. Habrá quien afirme que esto lo digo porque la desgracia no me ha ocurrido a mí. Siempre hay alguien que dice eso. Es casi seguro que mi reacción sería otra y tendría todo el derecho del mundo, pero el Estado debería seguir manteniendo la cabeza fría. Es lo que nos diferencia de los asesinos: la reflexión, la compasión, etc. Si perdemos eso, estamos perdidos.
Por cierto, observo que nadie suele ponerse en el pellejo de los padres de los verdugos. Todos creemos que nuestros hijos no serían capaces de hacer algo terrible… Pensemos por un instante que nos equivocamos: ¿Cómo nos sentiríamos? ¿Seguiríamos queriendo a nuestros hijos si fueran unos homicidas?
En fin, me he puesto demasiado serio, pero creo que el asunto lo requería.
Un dulce para terminar y que no todo sea amargura: Don Emilio va mañana al programa de BUENAFUENTE. A ver qué sale de ese duelo de titanes.
Una pregunta, ¿las penas a un miembro de ETA que asesine son iguales que si asesina otro tipo de persona?
En el tema de ETA sí que se hacen todas las reformas que quieren los políticos porque los poderes del Estado se sienten amenazados por ellos.
¡Para cuando un líder político con huevos!
Como esto vaya a peor va a ser difícil que España avance porque nos vamos a tener que preocupar más de que no nos hagan daño que de crecer y mejorar.
¡Referéndum ya si de verdad somos una democracia! No hay más verdad que esa por mucho que opine un juez o un periodista. Chao.
Totalmente de acuerdo el objetivo de la pena es la reinserción, pero, sabemos que no siempre es así y con algunos individuos, la reinserción es prácticamente imposible. Cadena perpetua, no claro, pero penas de 35 años, que no se conviertan en 8 0 10 años, y sin el más mínimo arrepentiemiento, tampoco.
Sí señor,yo pienso en los padres de los asesinos, y pienso que si me matan un hijo me matan a mí;pero si un hijo mío mata a otra persona de semejante forma además de matarme me convierte en alma en pena toda mi vida ya que yo sentiría que algo no lo hice bien …no sé que será más terrible para una madre.
En fin, yo en estos momentos mejor no opino, porque la cadena perpetua me parece poco, pero espero que se me pase. Por motivos que no vienen al caso, he ido a funerales por victimas de ETA, y la verdad, en esos momentos se te pasan cantidad de metodos para castigarlos, pero claro, son en caliente, así que mejor me callo.
Está noche en BNF, me lo apunto para que no se me olvide…
Pues yo puedo ponerme (hipotéticamente)en el puesto de la madre ó el padre de un asesino y comprender sus sentimientos y el calvario que se puede pasar, pero el asesino está vivo y la víctima muerta: ¿comprenden sus señorías la diferencia?
Justicia con la cabeza fría, pero no con mayor comprensión hacia el delincuente que hacia la víctima, y en España, la justicia concede al delincuente atribuciones y beneficios que no concede a las víctimas, y desde luego, muchas más ventajas.
Estoy de acuerdo en que la pena debe tener como objetivo la reinserción del delincuente, pero… ¿hay posibilidad de reinsertarlo? ¿existen los medios para conseguirlo? Porque hay delincuentes (que yo no los considero tales) que han quebrantado la ley de forma puntual debido a circunstancias adversas ó puntuales, que para mí no son delincuentes,y a esos sí se les puede reinsertar (siempre que no sirva la pena para corromperlos totalmente), pero hay muchos que ni haciéndoles de nuevo se reforman, ¿y a esos qué? ¿nos ponemos en el pellejo de sus familias y les reímos la gracia?
Dejémonos de hacer brindis al sol y aceptemos que la Justicia en España es calamitosa y que una enorme culpa de ello la tienen los jueces, que son quienes tenen que velar por la calidad de la justicia en lugar de actuar maquinalmente y a medida de sus caprichos, cuando no de forma interesada y torticera.
Intentaré ver esta noche el programa de Buenafuente (al que no considero ningún titán, si no un simple humorista) y espero que D. Emilio no se convierta en otro juez estrella como Garzón.
Soy absolutamente contraria a la pena de muerte para cualquier tipo de delito por grave que sea.
Las penas en proporción a su gravedad, por supuesto, pero que hubiese un salto importante en años de condena entre el mayor de los delitos que no son asesinato y aquéllos en los que sí lo son. Tal y como están las leyes y por poner un ejemplo, veo condenas por violación iguales en años a condenas por asesinato. Eso es muy peligroso para la sociedad aunque prefiero no comentar en dónde veo ese peligro.
Quizás, por razones obvias, no es el mejor momento para plantear estas cuestiones.
Este es un asunto que no tengo demasiado claro, pero evidentemente algo falla. He escuchado en emisoras de radio a magistrados y jueces que hablan de que dependiendo de si se considera asesinato u homicidio (son cosas que a los que no entendemos de derecho nos parecen nimias, pero que por lo visto son muy importantes) la pena puede ser de quince o veinte años. La pregunta siguiente es la importante, porque realmente ¿cuántos años efectivos estarán en la cárcel? ¿Cinco, siete, diez….? Sale barato.
Yo creo que esto es lo que realmente indigna. Bien que se deba intentar la reinserción, no tengo nada en contra, pero cuando se sabe que alguien no se ha reinsertado, ¿qué pasa?
Sé que es un tema difícil, pero quizás nuestros políticos deberían dejarse de cazarse unos a otros ode espiarse y dedicarse a legislar.
La pregunta sería a ese padre que pide pena de muerte o cadena perpetua es si está dispuesto a proporcionar todas las penas según ese criterio, preguntarle si, por ejemplo, está dispuesto a cumplir cuarenta años de cárcel si tiene la desgracia de atropellar a alguien con resultado de muerte o a pasar quince años en la cárcel si hacienda lo pilla en un renuncio gordo, gordo.